Los arzollos, almendros silvestres, empezaron a mostrar su primeros colores rosáceos y rojizos hace unos días. Hoy, 10 de febrero de 2019, domingo, muchos arbustos y arbolillos ya son una explosión de color. Ver amanecer en este paraje es una preciosidad. El edificio volcánico de la Arzollosa es uno de los más grandes y mejor formados del Campo de Calatrava. Su ladera más suave se ve jalonada por pequeñas lindes de piedra y vegetación, entre la que destacan los arzollos. Alternan en este espacio pequeñas parcelas de siembras de cereal, algún barbecho y algo de monte. En las cunetas y en los pequeños prados se ven los lirios azules con su manchita amarilla (Iris)
Las tierras negras, con todas sus variantes oscuras, los grises de los arbolillos sin hojas, las piedras...trasmiten una especie de armonía y de paz.
La Arzollosa es ahora "monumento natural" pero, sobre todo, una suerte, un regalo, un lujo, un espectáculo, una delicia que merece la pena ser disfrutada, con todo el respeto posible.
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