Ayer, 25 de mayo de 2019, sábado, con motivo de la realización del IV Testing de Biodiversidad organizado por la Asociación Biodiversidad Virtual, me encontraba en las inmediaciones del Parque Nacional de Cabañeros antes de las nueve de la mañana cuando pude observar, con verdadero asombro, una grulla común adulta (Grus grus). El avistamiento tuvo lugar en la raña. Se trata de una cita nada habitual dados los hábitos migratorios de esta especie y lo avanzado del año. Recordemos que la grulla común llega a estos territorios normalmente en los meses de octubre y noviembre y los abandona a finales de febrero y primeros de marzo, dependiendo de otros factores como la climatología, la disponibilidad de alimento o la existencia de mejores cuarteles de invernada en las cercanías. Tras su largo viaje migratorio al centro y norte de Europa tendrán lugar los cortejos nupciales, las cópulas y las crías en solitario.
La grulla común localizada en el Parque Nacional de Cabañeros se encontraba en un herbazal ya casi agostado, con algunos árboles, quejigos, encinas y alcornoques, alimentándose. Inició una breve huida sin llegar a abrir las alas por completo, para seguir picoteando en el suelo y alejándose tranquilamente. A simple vista presentaba un buen aspecto, con el plumaje sin signos de deterioro y sin anillar. Dió la sensación al iniciar su desplazamiento que tenía alguna dificultad en levantar el vuelo.
Los indicios captados parecen indicar que se trata de un ejemplar herido que no pudo realizar el viaje migratorio. Unos minutos más tarde, tras la llegada de otro participante al Testing, Alejandro del Moral Molina, la grulla fue nuevamente avistada, ya a una distancia superior, pudiendo también obtener algunas fotografías testimoniales.
Esta temporada 2018-2019 ha sido bastante buena en cuanto a la invernada de grullas comunes en estos pueblos (términos municipales de Porzuna, Pueblonuevo del Bullaque, Retuerta del Bullaque y Alcoba de los Montes, y algunos de sus anejos y aldeas), habiéndose observado bandos muy numerosos con contingentes, entre unos y otros, que rondarían los cuatro mil ejemplares.
El año pasado pudimos observar una grulla venida de Estonia en las cercanías de El Torno. Había sido anillada en 2010 a más de cuatro mil kilómetros de distancia de aquí. Además, revisando fotografías de otros años pude localizar otras dos más, procedentes de Alemania y de Suecia. Como decíamos entonces, las grullas, como debería ocurrir con las personas, no conocen fronteras, no son extranjeras en ningún país...
El VI Testing de Biodiversidad de Cabañeros se inició el día anterior, el viernes 24 de mayo de 2019, y continúa hasta hoy, domingo, a medio día. El día de ayer deparó muy interesantes observaciones, además de esta, cuyo valor es fundamentalmente de curiosidad o rareza.
Francisco Zamora Soria, 26 mayo 2019.
El año pasado pudimos observar una grulla venida de Estonia en las cercanías de El Torno. Había sido anillada en 2010 a más de cuatro mil kilómetros de distancia de aquí. Además, revisando fotografías de otros años pude localizar otras dos más, procedentes de Alemania y de Suecia. Como decíamos entonces, las grullas, como debería ocurrir con las personas, no conocen fronteras, no son extranjeras en ningún país...
El VI Testing de Biodiversidad de Cabañeros se inició el día anterior, el viernes 24 de mayo de 2019, y continúa hasta hoy, domingo, a medio día. El día de ayer deparó muy interesantes observaciones, además de esta, cuyo valor es fundamentalmente de curiosidad o rareza.
Francisco Zamora Soria, 26 mayo 2019.
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