Ayer pude asistir al estreno de la película francesa "Los Miserables" de Ladj Ly, en Ciudad Real. La primera sorpresa, como me suele ocurrir, fue que me enteré de la existencia de la película al consultar la cartelera del Cine Las Vías, de Ciudad Real. Es decir, no he visto nada en los medios de comunicación, lo que no significa que no haya aparecido la información. La segunda decepcionante sorpresa, a la que ciertamente ya estoy acostumbrado, fue que estábamos seis personas en esa sesión, mientras el centro de la ciudad hervía con el "Viernes Negro". Y la tercera sorpresa fue la película, la nada complaciente y la nada comercial historia de un barrio periférico y marginal de París, sumido en la crisis económica, política y social que está caracterizando estos años del inicio del siglo XXI en tantos y tantos países del mundo.
Supongo que el título elegido, cargado de significado, debió ser una baza importante, pero, a su vez, creo que tiene algunos inconvenientes. Lo cierto es que se trata de la vida a través de tres policías que trabajan, o sobreviven, en uno de esos espacios urbanos deteriorados profunda y superficialmente, a las afueras de una de las grandes ciudades del mundo, una de las más turísticas, de las más emblemáticas, de las consideradas como "románticas"...y una más en las que grupos sociales muy diferentes conviven, sin mezclarse, o mezclándose mínimamente, en una especie de jungla en la que todo es posible.
La inmigración, la violencia organizada por grupos étnico-religiosos, las dificultades de los policías y su deriva hacia la brutalidad y la delincuencia, el vacío de poder, el deterioro generalizado de las condiciones de vida, se dan cita en una encrucijada de conflictos personales, familiares, sociales, étnicos, religiosos, políticos y profesionales.
La gran presencia de la infancia y primera adolescencia aporta una información muy valiosa y pone de relieve ese deterioro ya mencionado.
La película es realista, dura, tensa, sin concesiones, con un trazado muy exacto y profundo de la amplia galería de personajes que aparecen. Son como retratos psicológicos esbozados en pocos segundos, a veces, que nos sirven para conocer a personas tan distintas y con vidas que se entrecruzan, que evolucionan, que cambian, que mejoran, que empeoran, se enquistan, se agravan...Hay, quizás, clichés, pero se huye de otros y hasta se llega al recurso literario y cervantino de la ruptura de lo psicológicamente esperado. Me ha resultado una muy buena y muy interesante película, quizás, además de por lo antes expuesto, por lo diametralmente opuesta a las llamadas "americanadas", con todo respeto. Hoy, en Filmaffinity, la película tiene una calificación de 7.2 puntos sobre 10. Bien merece ser vista, preferiblemente, en un cine.
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