El pasado viernes, 11 de noviembre de 2022, tuvo lugar la inauguración de la exposición fotográfica "Viejas historias" de Alfredo Rodríguez (Noreña, Asturias, 1967).
Se trata de 29 fotografías tomadas con cámaras analógicas, incluyendo una "Hasselblad" y digitales. No parece casualidad que se trate de paisajes urbanos viniendo de un arquitecto de formación y de profesión. Todas las imágenes han sido tomadas al atardecer, generalmente con cielos cubiertos y en condiciones de luz complicadas. Se trata de una especie de rescate de momentos mágicos y rincones muy poco o nada valorados, que pasan del anonimato al negativo, al disco de ordenador, al papel fotográfico y a nuestras retinas y memorias. Son, a mi juicio, algo así como "arquitecturas huérfanas", paisajes inertes que cobran vida y nos dan la oportunidad de pararnos a verlos, a observarlos, a descubrirlos y a disfrutarlos. Naves, talleres ya sin uso, calles, tapias de ladrillo, espacios industriales, periféricos, con escombros, como orla de recuerdo del abandono, de la desidia y el olvido.
Esta exposición, como tantas veces pasa, con esas oscuridades, sombras, penumbras y cielos casi grises, negros es, sobre todo, luminosa, clara, concisa, como si el autor estuviera delineando realidades que nos empeñamos en olvidar.
Nos cuenta Alberto Rodríguez que están hechas en diferentes pueblos, a veces, incluso, sin identificar. Una calle de León se nos antoja que podría ser de los Montes de Toledo y creemos reconocer un taller mecánico abandonado, aunque, lo verdaderamente importante es que estas imágenes tienen ese poder evocador de lo cercano, de lo único y de lo sencillo, anónimo y perdido, en el tiempo y en el espacio.
¡Enhorabuena y gracias por esta exposición tan sugerente! Y, gracias, Mariano, por facilitarnos estos encuentros no solo con la Fotografía sino con los fotógrafos, en un espacio tan singular como El Canguro Violeta de Piedrabuena, Ciudad Real.
Me encanta el artículo. Gracias Paco.
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