Apuntes para recordar al artista José García Ortega (Arroba de los Montes, 1921-París, 1990): XXII.
"Los muy poco conocidos mosaicos de Ortega".
Francisco Zamora Soria, 14 de enero de 2024.
Conforme vamos estudiando la vida y la obra del artista José Ortega (José García Ortega, Arroba de los Montes, 1921-París, 1990) descubrimos facetas que nos eran totalmente desconocidas o sobre las que teníamos muy poca información. Como en otros aspectos, a veces esos datos, esas fuentes, esas agujas perdidas en el inmenso pajar de los años y del mundo, proceden de otros países. Por el momento el que más frutos nos está ofreciendo es Italia. Allí vivió Ortega algunos años de su exilio y otros más tras su regreso, después de haber conseguido volver a España en 1976 ya de forma legal.
Una de las facetas artísticas de Ortega que no conocíamos hasta hace muy poco tiempo era la de su colaboración con artesanos de Rávena que trabajaban como nadie el mosaico. Y es que esa disposición suya de colaborar, aprender, enriquecer y mejorar determinadas técnicas artesanales es muy interesante y ya la había puesto en práctica en Matera con la cartapesta y la cerámica.
En este caso se trata de la realización de mosaicos por el muy reconocido y prestigioso "Gruppo Mosaicisti di Ravenna". Ortega allí, en Italia, es conocido por muchos como el máximo exponente del realismo social y como un verdadero maestro del Arte contemporáneo de la segunda mitad del siglo XX.
En este caso Ortega pintaba sus "cartone" con témpera, de unas dimensiones de 70 x 70 cms, casi siempre con algunos de sus temas más típicos, y los artesanos los "interpretaban". Si entrecomillo esta palabra es porque el artista arrobeño insistió mucho en esta cuestión, dando total libertad para que esos artesanos se sintieran libres y no fueran simples copistas sino que traspasaran esas líneas y se convirtieran en artífices, en artistas.
Para la ocasión Ortega disertó sobre el tema con estos artistas de la tesela, que siguen manteniendo viva una tradición milenaria, especialmente rica en esta ciudad. Ese diálogo, en el que se producían preguntas e intervenciones fue grabado y transcrito, apareciendo en el magnífico libro de G. Bargellini, R. Belloni y G. Bustacchini (Ver Bibliografía). Los artesanos fueron Spartà, Mazzoti, Vaccalluzzo, Papa, Pezzi y Ricci, con trayectorias plásticas de más de treinta años.
El resultado fue de una belleza extraordinaria en la que podemos contemplar, además de sus segadores algunos motivos nuevos y que se alejan de los más recurrentes en su obra. De alguna manera estas obras añaden otra dimensión y otra estética diferente a su ya de por sí rica obra.
Sería muy interesante que pudiéramos adquirir algunos de estos mosaicos -pinturas para la eternidad, que decía Ghirlandaio- para que sean objeto de estudio y público disfrute aquí, en su tierra, dónde era típico que en la entrada de algunas casas hubiese precisamente un mosaico en el suelo con las iniciales de los propietarios. Así lo hizo el maestro albañil en el zaguán del Museo de Ortega de Arroba de los Montes en 1999.
Bibliografía:
BERGELLINI, Giulio; BELLONI, Riccardo y BUSTACCHINI, Gianfranco (1978) "José Ortega. Mosaici". Edizioni Bora, Bologna. 77 págs.
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