Apuntes para recordar al artista José García Ortega (Arroba de los Montes, 1921-París, 1990): XXVII. "Sobre el libro "Los segadores" de Ortega de 1966.".

   Apuntes para recordar al artista José García Ortega (Arroba de los Montes, 1921-París, 1990): XXVII. 

"Sobre el libro "Los segadores" de Ortega de 1966.".

Francisco Zamora Soria, 25 de febrero de 2024.

En abril de 1966 se terminó de imprimir en París un libro que aparecería en todas las biografías y catálogos del artista José García Ortega, conocido como Ortega. Estamos hablando de "Los segadores". Era una edición muy cuidada, de doscientos ejemplares numerados. Los textos son de José Manuel Caballero Bonald y del propio Ortega. Estos últimos eran sus famosos manifiestos. Los dibujos los hizo el autor entre 1963 y 1964 y las témperas en 1965.

En la breve cronología vital que aparece al final del libro vemos algunos datos que no concuerdan con otras publicaciones. El más significativo es el de su exilio, en 1962, mientras que en varios catálogos suele aparecer 1960 como fecha de su salida de España. Apunta Ortega 1958 como el año de su clandestinidad. De ese período hemos leído algunos datos y recogido algunos relatos de personas que lo conocieron. Siguiendo esta información de su primer libro, en esa situación habría estado hasta 1962, cuando se va a Francia. Precisamente esa es la fecha de su "Manifiesto". con el que cierra su libro. Los capítulos o temas son:

Cuadrilla.

Reposo.

Burros.

Cigarros.

Segadoras.

Espigar. 

Sed. Sedientos.

Hambre.

Siesta.

Siega.

Destajo.

Manos-hoces.

Cardos.

El amo.

Jornales.

Rebelión.

Codorniz.

Asalto.´

Luchas.

Preso.

Guardiacivil.

Exodo.

Paisaje.

Litografías originales:

I. Codorniz.

II. Fumadores.

III. Asalto.

IV. Emigrantes.

Manifiesto 1962.

El tema de la siega aparece en muchos momentos de su quehacer artístico tanto como reflejo de uno de los trabajos más duros del campo como del más emblemático y cargado de simbología  e ideología política. En su pueblo natal era el trabajo por excelencia pero, en realidad, dónde pasó temporadas observando, estudiando y dibujando la siega no fue en Arroba de los Montes sino en Picón, el pueblo de su padre. Allí, unos familiares suyos lo acogían en aquellos momentos de clandestinidad, con la seguridad de que estaba bien seguro, dadas las buenas relaciones de su familia con las autoridades. De esa convivencia hemos recogido algunos testimonios de familiares suyos. Casi todo el tiempo lo pasaba en la finca El Sedano, propiedad de la familia Barco, en el término municipal de Picón, a las orillas del río Guadiana. 

Los dibujos incluidos en este precioso libro retratan la siega con detalle pero huyendo del realismo y del figurativismo sin más, adentrándose en un expresionismo cargado de simbología y de fuerza. Son muy visibles las influencias de Picasso y del Guernica pero también nos parece estar viendo trazas goyescas y de otros grandes de la pintura española.

Sorprende que dedique un capítulo o epígrafe a las segadoras, de las que no se suele hablar, en relación con este trabajo tan duro y generalmente asociado en exclusiva a los hombres. Les dedica seis dibujos y cuatro témperas. Pero no son las únicas mujeres que aparecen en este trabajo. Tenemos también el trabajo de "espigar", realizado por mujeres y que consistía en ir recogiendo las espigas caídas así como otro, en el de "Reposo". Una de las imágenes femeninas parece que podría ser su madre, que la volveremos a ver varias veces en forma de "maternidad".

La persona que convivió con Ortega en aquellas siegas, de menor edad que él, nos confirmaba la presencia de mujeres en una pequeña cuadrilla. Ortega dormía con el resto de segadores, en una casa en el campo, en los típicos poyos. Compartía las comidas y los momentos de descanso y pintaba, normalmente, sentado bajo una encina.

Nota:

El primer ejemplar que tuve en mis manos me fue facilitado por el poeta y escritor Francisco Gómez-Porro, en diciembre de 2023, a quién le agradezco sinceramente su confianza y préstamo.

En la muy completa Biblioteca de la Universidad de Castilla-La Mancha hay un solo ejemplar, concretamente en la Biblioteca General de Cuenca. Según la información telemática, a fecha de hoy, 3 de marzo de 2024 no ha tenido ningún préstamo.