Desde el pasado 10 de mayo y hasta el 10 de junio de 2024 se pueden ver las veinte fotografías de Felipe Zapico Alonso (León, 1960) bajo el título de "Feroz vida". El texto de presentación es muy expresivo y nos da las claves de esta forma de disparar la cámara y el móvil, con ese deseo de "felicidad a todos". Nos aclara que se sitúa en una zona difusa en la que dispara a "la Zapi" con disparos (supuestamente) alocados planteándose que "a las fotografías sólo hay que quitarles lo que sobra".
La sensación que trasmiten sus fotografías es la de la inmediatez, la del intento de reflejar la vida tal cual es, sin ornamentos, aunque casi siempre o siempre con una deriva al negro (...siempre tendiendo al negro... nos aclara en el texto deliberadamente inclinado en la cuartilla).
Sus fotos son una especie de transecto por una España sin "arreglar" (léase, sin maquillaje, sin preparación previa, sin cocinado...) y sin posar, como de "día de diario", con traje de faena y hasta con prisas. Y algo parecido trasmiten sus imágenes de aves, tan frecuentes en su quehacer, y que en este caso son algo así como una cuarta o una quinta parte. No me parece casualidad que el cartel sea una escena de moritos (Plegadis falcinellus), ave que ha pasado de ser una rareza a convertirse en muy abundante y cotidiana, en una actitud entre la confrontación y el mero encuentro, entre unas ramas secas, a contraluz. Es la riqueza de la ambigüedad, el camino múltiple de la libre interpretación . Así lo expresa el autor:
"...ese observador que es quién realmente verá lo que él (o ella) considere oportuno, dependiendo de tantas cosas que se nos escapan que siempre te sorprenden los comentarios más inverosímiles que te aportan, pero desde el momento del disparo, la fotografía es del espectador y sus circunstancias."
Así, con esa libertad, vemos sus "bandadas" que tantas cosas nos sugieren, incluyendo esa denominación, con juego de palabras de "ban-dada", o esos camiones en los llamados hoy "no-lugares" o la fuerza del agua "rompiendo" en la costa.
Esta es la segunda exposición de Zapico en El Canguro Violeta, donde ha presentado también el "Pabellón de inadaptados". Ya es la exposición 115 gracias a la constancia y el tesón de Mariano Rivero Moreno, que nos permite disfrutar y aprender en su Canguro Violeta de Piedrabuena, una especie de oasis cultural y visual en este mundo tan poco propicio a la Cultura (aunque sea con K -Kultura-, también me vale) y a la creación artística y la libre expresión.
Gracias Felipe por mostrarnos esta "Feroz vida", una suerte de cata visual de nuestra tierra y nuestro tiempo, y gracias, Mariano, por hacerlo posible.
Estupendo.
ResponderEliminarGracias
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