martes, 11 de junio de 2024

Sobre la abstención en las elecciones europeas de 2024, el silencio, el vacío informativo y hasta el señalamiento.

 En las pasadas elecciones europeas de junio de 2024 lo verdaderamente importante ha sido, como viene siendo habitual, la impresionante abstención. Sorprende que cuando más de la mitad del electorado no vota ese dato se minimice o se ignore informativa y mediáticamente hasta niveles insospechados. Ya escribí algo parecido sobre las recientes elecciones catalanas de 2024.

Se presta toda la atención a los datos de los grandes partidos y al anecdotario vario. Las tertulias y los informativos hablan y opinan más con una especie de "horror vacui" que con  el verdadero ánimo de intentar trasmitir la realidad y, hasta dónde fuera posible, hacerla comprensible. 

No se entiende que se pase por alto semejante dato y hasta se frivolice y se acuda al señalamiento y la culpabilización de esa mayoría absoluta de españolas y españoles ante una acción que es voluntaria. Algunas personas opinan que debería ser obligatorio votar pero, hasta que no cambie la legislación, se trata de una opción. De manera que cuando algunos comentaristas, politólogos, periodistas, políticos en activo o retirados y contertulios lanzan sus críticas hacia esa mayoría lo hacen sin ningún fundamento. 

Pero, lo peor, es que no se toman la molestia de intentar conocer las causas de esa forma de proceder. Sencillamente "ponen falta" a esa mitad del censo electoral, en público, obviando que están hablando, repito, de la mayoría de españoles (utilizando el muy poco sólido criterio de "mayoría absoluta", equivalente a la mitad más uno). 

A continuación se enzarzarán en discusiones y elucubraciones bizantinas sobre los ganadores, los perdedores, los que más suben y los que más bajan, los que se mantienen, los que aguantan, los que empatan y los que no estaban en las predicciones y han protagonizado la sorpresa del momento.

Nadie se preocupa de esbozar, aunque fuera someramente, lo que pude querer decir esa abstención. Por ejemplo ¿no se han planteado que puede haber un componente de "castigo" dada la nefasta y vacía campaña electora? ¿Nadie se pregunta si este dato tan elocuente podría tener una explicación digna de ser, cuando menos, investigada?

¿Nadie le presta atención? ¿Es lo mismo que se abstenga el veinticinco que el cincuenta por ciento? Si se pasan horas hablando de los votos emitidos ¿no sería de justicia que se hiciera lo propio con los no emitidos?

Hace ya muchos años desde que escuché que el reparto de escaños, de sueldos y de compensaciones económicas a los partidos que alcanzan representación, sea cual sea la elección, debía hacerse de acuerdo al numero de votos recibidos, respetando ese vacío en las instituciones. Es decir, que ha votado el 49,2 % del electorado...se asignan los escaños pertinentes y el resto se queda vacío. Y el presupuesto sobrante se puede emplear en otros fines. Que un parlamento esté lleno no es sino una gran estafa social. Y que no se investigue y se hable sobre la abstención, otra. Como suena.

Veamos. En España estábamos convocados en estas elecciones 38.087.170 votantes. Si nos fijamos, a grandes rasgos, más de 19,000.000 -diecinueve millones- de personas no han ejercido su derecho al voto. ¿Tiempo dedicado a este hecho en los llamados medios de comunicación?...No contestaré a esta pregunta. 

Y, si se hiciera la asignación de escaños porcentualmente, ¿nos imaginamos que todo sería igual si el Partido Popular, el PSOE, Vox ... sólo tuvieran la mitad de escaños, sueldos y asignaciones por votos? 








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