Desde bien temprano las avispas acuden al matadero,
su matadero.
Van y vienen,
recolectan
en su mercado de abastos
abacerías
temporales,
puestos itinerantes,
casquerías
de mariposas
candiles,
moscas,
moscardones,
mosquitos,
tábanos,
polillas,
abejas,
y casi todo lo que vuela...
hasta pajarillos
víctimas de la velocidad
humana.
Alimento cotidiano.
Sí,
las avispas recorren
volando
y temprano
esos nichos
dónde acaban los vuelos
y las vidas
para que siga la vida.
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