lunes, 8 de septiembre de 2025

Sobre el término y concepto "genocidio", 2.

 Ayer, haciendo memoria, recordé lo leído de Eric Hobsbawm hace ya tiempo sobre el concepto de genocidio y de como, tras la II Guerra Mundial se hizo necesario el concepto. Busqué la cita y venía a decir que, llegado el caso, la cuestión no era tanto la precisión estadística como la magnitud y gravedad de los hechos. Suena fuerte eso de que diera lo mismo o que no cambiara nada que en lugar de seis millones de judíos los asesinados por los nazis hubieran sido cinco o cuatro millones, pero este gran historiador, de fama y reconocimiento internacional, y de ideología y militancia comunista, por cierto, lo que quería decir es que lo más importante no es la cifra sino la atrocidad perpetrada. 

Lo cierto es que ni las resoluciones de la ONU basadas tanto en el trabajo de Raphael Lemkin como en la experiencia de Nuremberg particularizan o concretan, en términos absolutos o en otros detalles, al definir el genocidio pero sí queda claro que forma parte o se engloba en los que se denominan "crímenes contra la Humanidad", que fue definido precisamente en el juicio de Nuremberg. De manera que la Asamblea General de la ONU en su Resolución número 96-I de diciembre de 1946 estableció el crimen de genocidio como castigable. Después hubo otros momentos jurídicos internacionales igualmente importantes. 

Pero lo curioso es que no hay acuerdo entre los estudiosos de este espinoso tema en muchos aspectos y sobre el tema se ha escrito y discutido y disentido, hasta el punto de que algunos países no terminan de aceptar determinados artículos o acuerdos internacionales en esta materia.

No es fácil establecer unos criterios si desde instancias internacionales hay tal disparidad de criterios pero leyendo algunos artículos sí parece que se pueda aplicar el calificativo de genocidio a lo que está ocurriendo en Gaza. 

Desde luego, independientemente de las consecuencias jurídicas que pudiera suponer esa clasificación en el futuro, entiendo que lo menos importante es que se considere "genocidio" a actos como atacar un hospital, someter a una población al bloqueo de alimentos y medicamentes o al disparo intencionado a periodistas o a personas que acuden a recoger alimentos. Y en la misma medida entiendo que el ataque cometido por Hamas en octubre de 2023 merecería semejante trato, cuando llegue el caso. Y digo esto porque si se llama genocidio, crimen contra la Humanidad, masacre, matanza, exterminio, pogromo u holocausto o de cualquier otra manera, incluyendo eufemismos, lo cierto es que a diario está muriendo gente por ataques bélicos, atentados, hambre y falta de atención médica y hospitalaria, de manera deliberada y premeditada. Tiempo tendrán los jueces y los estudiosos de elegir el término más adecuado pero lo importante y lo urgente es parar esta catástrofe humanitaria de primer orden. Y, en la misma medida, evitar por todos los medios caer en la provocación o en las provocaciones de unos u otros, de más allá o de más acá. Y en ese sentido tampoco parece lógico que haya quienes se enzarcen o que nos enzarcemos en lo que significa una cosa u otra, o en si tenemos que obedecer lo que digan unos o los otros y si no, nos convertimos en cómplices. No tiene ningún sentido que haya quiénes se erijan en jueces del resto, así, sin más. Las llamadas redes sociales y, en muchos casos, el anonimato y la distancia, hacen que sean frecuentes las descalificaciones, los insultos y los señalamientos sencillamente por mantener posiciones diferentes. Nos dice George J. Andreopoulos, en su entrada de la Enciclopaedia Britannica (Britannica Global Edition, 2009, pág. 6428 y ss. del tomo 11), que tras el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional de 2002 va habiendo mayor consenso internacional al respecto, aunque nos recuerda que sin la participación de Estados Unidos, China y Rusia. 



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