jueves, 3 de mayo de 2018

La cruz de Rubén, una cruz infantil.

El año pasado, un alumno de siete años, de primero de Educación Primaria, invitó a sus compañeras y compañeros de clase y a sus profesoras y profesores a visitar la cruz que había hecho en su caso. Se trataba de una cruz pequeña, con unas cuantas plantas de monte, de las que se usan para esta ocasión, con alguna planta más de interior. Toda la clase y tres profesores visitamos la cruz en horario escolar. Allí, el alumno nos explicó cómo la hizo, con ayuda de sus padres, y nos obsequiaron con refresco de limón y dulces típicos. Rubén había hecho también unos carteles para la ocasión.
Este curso 2017-2018 el alumno nos volvió a trasladar su invitación y ayer estuvimos toda la clase y dos profesoras y un profesor visitando su pequeña creación. La cruz es sencilla pero muy bonita y tiene el sabor de lo auténtico. Allí tiene Rubén a su petín, un jilguero (Carduelis carduelis) en una jaula, y la baqueta, con la que se acompaña a las guitarras y los laúdes, que él sabe tocar y que producen ese sonido metálico tan peculiar en el canto de los mayos.
Este año Rubén también ha hecho su cartel. Se queja de que  la suya no aparece en el tríptico del ayuntamiento de Piedrabuena. Quizás fuera buena idea que el año que viene el ayuntamiento tuviera en cuenta esta iniciativa y la incluyera en el listado de cruces, con la denominación de "Cruces infantiles", quizás cunda el ejemplo.




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