Lo importante y lo que no…también
en Educación. A propósito del estudio de un árbol, por poner solo un ejemplo.
FZS, febrero 2020.
Yo era muy joven, no recuerdo,
debía tener once o doce años. Estaba a la entrada de la iglesia de mi pueblo el
día más importante, quizás, del año, el día de la Virgen de la Sierra, la
patrona de Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real. Era ya el final de la procesión
y allí había un gentío. La imagen de la Virgen estaba a escasos metros de mí, parada,
con las autoridades religiosas y civiles y la banda de música. Empezó la traca,
impresionante, espectacular, ruidosa y atemorizante. La gente se echaba para
atrás por miedo a ser quemados con tantos petardos y tanta explosión, que
retumbaba con fuerza. Repicaban las campanas y las palomas volaban despavoridas.
Sonó el trueno gordo, anunciando el final de los fuegos. Había un ambiente de
alegría, de emoción, de felicidad, que era fácilmente visible. Sonaba también el himno
de España y, después, aplausos, vivas a la Virgen de la Sierra, coreados, a
gritos, en masa, con emoción y devoción. Me volví a mirar a la Virgen y a rezar
un Ave María. Un hombre, muy vinculado a la hermandad, creo que el presidente,
decía, feliz, a su hijo, un año o dos menor que yo:
-Mira Tomás, todo esto está muy
bien ¿a que sí?
-Sí, contestó el chico.
-Pero ahora, mira, date la
vuelta, mírala, mira a la Virgen, mira su cara, parece que se ríe, que nos mira,
que nos sonríe…¡eso es lo importante!.
Las personas de Villarrubia de
los Ojos que puedan leer este texto ya habrán imaginado que estoy describiendo
una vivencia real y que me refiero a Tomás Rabadán (qepd), y a su hijo, Tomás.
Tomás era un hombre muy querido y respetado. Había estado muy ligado a la
Hermandad de los Moraos y a la de la Virgen de la Sierra. Creo que no descubro
nada si digo que era una buena persona.
Algunas veces recuerdo aquel
momento y, de alguna manera, lo aplico a situaciones muy diferentes de mi vida.
Así, cuando intento diferenciar lo que considero importante de lo que no lo es,
de lo accesorio, de lo prescindible recurro a esa vivencia. Por un lado, el
ruido, el espectáculo, el sonido, la música, el color, las formas, el movimiento…y,
por otro, difícil de discernir y de definir o describir con
precisión, lo importante.
Y ya, en un aula de Educación
Primaria, en un colegio público, con alumnado real, con una legislación, con
una normativa, con todo un complejo sistema organizativo, teórico, académico,
administrativo, material y humano…surge la duda. Cuantas más veces, ¡mejor!
El libro de texto, los materiales
virtuales del mismo, los recursos materiales, el quehacer cotidiano más o menos
normativo,…y, en ese “gentío”, en ese “griterío” (aunque sea silencioso) estás
tú, como profesional, como profesor o profesora, con tu alumnado, tomando
decisiones, a diario, en cada clase, en cada minuto. Importante, prescindible,
interesante, deleznable, imposible, obligatorio, recomendable, recomendado,
perceptible, imperceptible, necesario, innecesario, procedente, improcedente,
adecuado, adaptado, original, innovador, tradicional, práctico, arcaico, útil, autóctono,
alóctono, endémico, preciso, tangible, perecedero, valioso, motivador, susceptible
de mejora, a corto plazo, a medio, a largo…con interrupciones de todo tipo, con
improvisación, con ocurrencias, propias o ajenas, hasta estructurales, con
creatividad, con actividad o pasividad, …y queriendo siempre lo mejor que,
preferiblemente, se tiene que acercar mucho, o totalmente, a la diana de lo
importante.
Un ejemplo muy tonto. Estudiamos
los árboles en los libros de texto. Los tenemos en el patio del colegio, en la
calle, en el parque, a escasos metros, quizás, en el campo…Tronco, raíces,
ramas, hojas, copa…Si no lo estudiáramos en el colegio, desde Educación
Infantil y en Primaria ¿pasaría algo? ¿No lo aprenderíamos en casa, en la
calle, en la tele…? Pero, el poema de Antonio Machado, el de Tagore, el origen
español del Día del Árbol, en el siglo XIX, la creación de caligramas, las teorías que dicen que los
árboles se comunican, que el bosque es una especie de macro organismo… ¿lo
aprenderemos en algún momento? La belleza, la variedad, la importancia, la
riqueza en todos los sentidos de los árboles, los sentimientos hacia los
árboles, el Arte, la Literatura, la Historia, la Geografía, la Botánica, la
Etnobotánica…¿trabajamos estos temas?
-El tiempo, Paco, el tiempo,
parece mentira que a tus años no lo sepas…- es la respuesta, no tenemos tiempo…¡Tenemos
tanto que hacer!, el libro de texto, la página de internet de la editorial, las
actividades, la evaluación, los materiales que nos “regala” la editorial…la
programación, la PGA, la coordinación, las competencias, ¡Hay tanto que hacer!
Venga, avanza, no mires para atrás, que te vas a convertir en piedra. Corre,
pasa página, adelanta, evalúa, que no se te olvide poner números incluso a los
sentimientos.
Pero lo importante ¿qué es? Lo
que tenemos delante, en nuestro libro, o lo que se asoma, rebelde, por nuestra
ventana y, con algo de suerte y de viento, llama a nuestra ventana, ¡un árbol!