El viernes, 15 de octubre de 2021, tuvieron lugar las jornadas sobre los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos. Fueron organizadas por el ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos y la Agencia de Desarrollo Local, a quiénes agradecemos y felicitamos por esta interesantísima actividad.
A las conferencias acudieron unas cincuenta personas, agricultores, ecologistas, científicos y personas con inquietudes y deseos de aprender y conocer este espacio tan singular y valioso.
La primera conferencia corrió a cargo del geólogo y doctor Silvino Castaño Castaño y la segunda al geógrafo Enrique Luengo Nicolau. Ambos son miembros de la "Asociación Ojos del Guadiana Vivos", de la que el primero es su presidente.
Los dos conferenciantes mostraron las peculiaridades y el gran interés de este espacio villarrubiero, que no es otro que los restos de lo que era el paleo-cauce del río Gigüela, una parte, llanura de inundación y, otra, los manaderos de agua u ojuelos.
La comunicación de Silvino Castaño sorprendió en muchos aspectos, tanto por el alto grado de conocimiento científico como por los datos y hallazgos conseguidos partiendo de los análisis de muestras de agua recogidos desde 2016 en que volvieran a ser detectadas las afloraciones de agua en diferentes puntos.
Así, supimos que, partiendo de análisis de esas muestras, una de ellas se correspondía con los aportes del gran acuífero manchego, llamado popularmente Acuífero 23 o de la Mancha Occidental, Unidad Hidrogeológica 04.04. Muy interesantes fueron todas las explicaciones y descripciones de este territorio, con gráficos, tablas, mapas, croquis y fotografías de todo tipo, incluyendo las de satélite. El ponente nos habló de la heterogeneidad del espacio concreto de los Ojuelos en cuanto a materiales y procesos, lo que, de alguna manera, dificulta el conocimiento pero, paralelamente, enriquece considerablemente el panorama de estudio. Por ejemplo, en el paraje de Valdevao (en algún documento histórico hemos leído "Baldeavau") existe una importante discontinuidad en cuanto a la "circulación" de las aguas subterráneas y relacionada con alguna modificación de los materiales y su disposición.
Llamaron mucho la atención las explicaciones sobre los diferentes tipos de agua ( nuevas o viejas), sus características y propiedades moleculares y, en particular, todo lo relacionado con la presencia de materiales radiactivos como el tritio o la contaminación, también preocupante y más evitable, por sulfatos. Por ejemplo, supimos cómo habían influido las pruebas nucleares en las aguas (a nivel nacional, no las de los Ojuelos) hasta que fueron prohibidas, el escape de la central nuclear de Chernóbil (que no afectó a España) o, lo más impactante, cómo las aguas del Trasvase Tajo-La Mancha presentaban considerable presencia de este isótopo radiactivo, aunque se encuentre dentro de los parámetros permitidos.
Por su parte, Enrique Luengo ya nos advirtió desde el inicio que la suya sería una visión más heterogénea y, hasta cierto punto, multidisciplinar y amplia, dada su profesión y su forma de abordar el estudio de espacios como este. De Enrique Luengo podemos recomendar la lectura y el seguimiento de su blog "Almanaque Natural", un verdadero regalo, así como sus artículos y estudios publicados en diferentes revistas y publicaciones académicas y divulgativas.
El ponente nos fue desgranando un buen número de claves para entender el gran valor ecológico, paisajístico, cultural y patrimonial de Los Ojuelos, desde su rica flora endémica, sus especies animales o sus restos arqueológicos, entre otros.
En cuanto a la Flora, quizás el punto fuerte de la charla, Enrique Luengo nos mostró las especies más características de estas estepas salinas pero, igualmente, las que podrían ser consideradas como rarezas y sus muchos endemismos, los que convierten a este retazo del Gigüela en una verdadera joya también en este sentido.
Hubo turno de preguntas y de reflexiones y nos quedamos con la idea principal de los dos conferenciantes, la gran importancia de los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos en cuanto a su conservación, frente a los muchos impactos que viene sufriendo en los últimos años. De alguna manera estas jornadas vinieron a confirmar una vez más lo que ya sabíamos y habían dicho otros estudiosos como el también geógrafo, doctor Óscar Jerez García. Ya en el turno de preguntas Enrique Luengo relató de forma sucinta el proceso de destrucción, paralelo a los intentos de conservación que se vienen haciendo, incluyendo los estudios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y otras instituciones públicas.
Desde mi punto de vista, un villarrubiero más, coincido plenamente en el deseo de conservar este espacio y reitero mi agradecimiento hacia los ponentes y los organizadores, especialmente, Carlos Villanueva Fernández-Bravo, de la ADL, por esta iniciativa. Asistieron también al acto algunos concejales del Ayuntamiento y algún trabajador del mismo.
A pesar de lo mucho que se podría pensar que han sido estudiados ya los Ojuelos pensamos que sigue siendo imprescindible continuar por este camino de investigaciones científicas multidisciplinares, encaminadas a conseguir un mejor conocimiento y a su improrrogable conservación.
Como se sabe, desde este mismo blog, en 2016, hemos venido informando sobre algunos aspectos de este espacio.
Detalle de una de las zonas de zanjas de Los Ojuelos. Fotografía de dron de José Manuel Hernández, 2016.
Alguno de los impactos en Los Ojuelos. Fotografía de FZS.
El doctor en Ciencias Geológicas Silvino Castaño Castaño explicando sobre una imagen la descarga de aguas subterráneas.
Merece la pena destacar también la información sobre la contaminación de las aguas de la llanura por nitritos, consecuencia de la agroindustria y del uso de productos contaminantes. Y seguimos sin tener un mecanismo de depuración natural.
ResponderEliminarHola, Rosario. Totalmente de acuerdo. Gracias por tu participación. Saludos
ResponderEliminarPaco