Los periódicos, las noticias de televisión, radio e internet lo dicen a diario, este verano de 2022 está siendo el más caluroso de nuestra historia. Imaginemos que en una vivienda, cuando llegó el mes de junio y conectan el aparato de aire acondicionado -ya que hubo días de temperaturas muy altas-no funciona. Se avisa al instalador, que no llega hasta primeros de julio. Tras unas breves comprobaciones te informa de que se trata de "la placa" y ellos no pueden hacer nada. Parece ser que la marca Haier no permite reparar sus aparatos a nadie que no sea su servicio técnico. Así, el instalador llama al servicio "obligatorio" de mantenimiento, en este caso, Mainsat, de Ciudad Real. Tienen mucho trabajo y personal de vacaciones. Sorprende un poco pero cada empresa se organiza libremente, parece ser que incluso en estos casos de "monopolio" y de calores asfixiantes. Nos dan cita para el 8 de agosto.
Ese día, es decir, un mes aproximadamente después, como no recibimos aviso ni llamada, contactamos con ellos. Son muy sinceros: no era el 8 de agosto sino a partir del 8 de agosto, tienen mucho trabajo, el técnico ha estado de vacaciones, hay muchas averías, hay días de fiesta, no nos van a engañar...a lo largo de la semana...Pero acaba la semana, con temperaturas insoportables y la incertidumbre de si merece la pena esperar. Pero sí, son claros, no les vamos a engañar...La semana próxima casi seguramente...Pero tampoco...
Llega el técnico dos días pasados de la tercera semana después de la cita dada para decirte que, efectivamente, es "la placa". Lo bueno, nos dicen, es que esta marca es barata para las reparaciones, lo malo, que te cobra por lo que ya sabías, es decir, una tarifa mínima, más el transporte, más de cincuenta euros. Y se encarga la placa famosa. Y tardan, otra semana y media porque su correo electrónico en el que debíamos aceptar el presupuesto entró en la bandeja de correo no deseado. Se pone la placa cuando ya no hace calor y se abonan otros cien euros. Sobre la avería se nos da una explicación curiosa. Pudo ser por una sobrecarga de electricidad en el ambiente, quizás por una tormenta (suponemos que anterior al mes de junio de este año, es decir, ¿del año pasado?) pero a nadie de nuestra calle le ha ocurrido lo mismo. Lo cierto es que el aparato tiene muy pocos años, ya no está en garantía y se ha usado poquísimo.
Ahora, ya en septiembre, tras un verano tórrido me pregunto si tiene sentido esta forma de tratar a los clientes. Tengo dudas de lo que habría pasado si hubiéramos tenido una actitud no agresiva pero si exigente y, llegado el caso, si hubiéramos denunciado. Porque, con temperaturas diarias de más de cuarenta grados, con esa "prohibición" de que otros técnicos reparen el aparato marca "Haier" cuyo servicio técnico, "Mainsat" de Ciudad Real no te presta el servicio parecería lógico que se pudieran reclamar daños y perjuicios.
En fin, dos nombres a tener en cuenta, Haier, por un lado, y Mainsat, de Ciudad Real, como verdadera causa de este trato completamente gravoso y perjudicial.
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