Del 7 al 12 de septiembre tienen lugar las fiestas patronales de Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real, en honor a la Virgen de la Sierra. Este año de 2022 para mí todo ha sido muy diferente. Por un lado llevábamos dos años sin celebraciones por la pandemia por COVID-19. Por otro, ha sido el primer año, desde hace unos treinta y tantos, que puedo pasar toda la feria en este, mi pueblo natal, ya que me he jubilado. De manera que, en muchos momentos, me he sentido como un niño, feliz, atento a todo, viviéndolo con gran ilusión e intensidad.
No he participado en todas las actividades pero sí he tenido la sensación de "estar de feria". Pude asistir al acto de presentación de las reinas, a la entrega de premios que concede el ayuntamiento a personas y asociaciones destacadas, a los discursos de los mismos y del alcalde y del presidente de la Diputación, que nos dio una primicia: la Diputación Provincial iba a ingresar esa misma semana 220.000 (doscientos veinte mil) euros para la compra del salón de actos de las madres dominicas: una muy buena noticia para nuestro pueblo.
A continuación el pregonero de las fiestas, David García Urda, licenciado en Historia y gran conocedor y divulgador de Villarrubia de los Ojos, nos hizo una presentación muy original y oportuna sobre "los otros villarrubieros", es decir, centró su mirada fundamentalmente en la fauna, comenzando por una familia de grullas que, desde el norte de Europa, llegan cada año a estas hermosas tierras. Su relato estaba acompañado por fotografías y vídeos también muy interesantes.
El día de la Virgen de la Sierra es el más intenso y el más emotivo de todas las ferias. La función religiosa, concelebrada por nueve sacerdotes, acompañada del coro y con música incluso del órgano en manos de Eduardo, fue una verdadera preciosidad y no me refiero a lo puramente estético sino a todo el acto y, sobre todo, a la profunda y muy significativa homilía del párroco, don Julián Plaza Pérez de Madrid, que también aprovechó para presentar al nuevo sacerdote que estará con nosotras y nosotros en sustitución de don Tomás, don Jesús.
Tras la celebración de la misa las autoridades, reinas, militares y demás acompañantes, con la banda de música, bajamos a la Glorieta y retornamos a la casa parroquial, en la glorieta del Pato, donde tuvo lugar un convite por parte de la Hermandad de la Virgen. Para mí era una actividad nueva, aunque parece ser que lleva muchos años haciéndose. Me pareció una buena oportunidad de diálogo y encuentro.
Por la tarde y noche, procesión de la Virgen de la Sierra, con la emoción propia de los momentos de la salida y la llegada, con ese repique de campanas tan villarrubiero y tan hermoso, envolviéndolo todo de una magia difícil de describir. Además, en la calle de la Iglesia, casi en la confluencia con la calle Paradores, tuvo lugar la intervención de una coral (desconozco el nombre, me parece que es de Ciudad Real) en la que participaron también seis voces de Villarrubia de los Ojos. Una verdadera delicia escuchar la Salve, "Salve Regina", así como otras dos canciones, con la imagen de la Virgen de la Sierra delante. Después, llegada a la iglesia, vivas, himno de España y traca. Y en el interior, la Salve cantada, una oración muy sentida.
Por la noche, la pólvora, en el recinto ferial.
Otra novedad para mí ha sido la fiesta infantil que organizaron "los Verdes" en la calle Emilio Nieto, el 11 de septiembre, por la mañana. Ya el día antes un buen grupo de hermanos y hermanas empezaron los preparativo y el día 11, bien temprano, lo dejaron todo preparado: toldos para paliar un poco los efectos del sol, instalación de mostradores y neveras y juegos. Hubo socatira, encierro de toros infantil, carrera de sacos y baño de espuma. Como dije en mi cuenta de "Instagram": "Alegría, espíritu de hermandad y esfuerzo colectivo: felicidad. ¡Enhorabuena, hermanas y hermanos verdes! Sois un buen ejemplo a seguir."
Por la tarde, corrida de toros. A mi juicio, bien por los toreros pero muchos detalles concernientes a la autoridad fueron manifiestamente mejorables. No comparto esa pasión por pedir y que se concedan tantas orejas y rabos, aunque se argumente que estamos en un pueblo. Así lo puso de manifiesto, con mejor estilo y más sutilmente el comentarista taurino Miguel Ángel...en el Diario Lanza, cuya lectura recomiendo. Que se fume, que haya tanta gente en el callejón, que los operarios o subalternos toquen al toro, por ejemplo, moviendo el rabo...no se comprende.
Personalmente he disfrutado y creo que se ha hecho un gran esfuerzo para organizar estas fiestas tan esperadas, tras dos años de pandemia. He echado en falta alguna que otra actividad más relacionada con lo que llamamos Cultura, si bien es cierto que , como explicaba el filósofo Gustavo Bueno, para algunas personas todo es Cultura.
De cualquier manera ha sido un placer poder estar toda la feria en Villarrubia de los Ojos. ¡Enhorabuena a todas las personas, instituciones y asociaciones que las habéis hecho posible!
incompleto
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