Hace unos días publiqué una entrada en este blog en la que decía que ya está recogiendo agua, tras las lluvias de estos meses de enero y febrero. Era el 11 de febrero de 2024.
El pasado martes, 27 de febrero de 2024 el agua ya es mucho más visible, tanto desde la carretera como desde el mirador de la antigua caseta de peones camineros.
Allí se ha instalado una señal del Geoparque "Volcanes de Calatrava" ya que estas lagunas de origen volcánico están catalogadas como "reserva natural". Justo detrás de la mencionada construcción, sin que se vea desde la carretera, hay un panel informativo en español y en inglés. Llama un poco la atención esa ubicación ya que no es perceptible si no subimos a ese pequeño promontorio y damos la vuelta a la casa.
Me vinieron a la memoria diferentes avistamientos de los últimos 32 años, desde que empecé a pasar por aquí con cierta frecuencia. Y, sobre todo, recordé unos datos que me sorprendieron cuando los leí y que aún hoy me siguen pareciendo muy interesantes y llamativos.
Y es que en el tomo I de la revista Quercus, en las páginas 164 y 165, se publicó un artículo por Vicente Ena y Francisco J. Purroy titulado: "Evolución demográfica de las aves acuáticas invernante en España" en el que la Nava Grande de Malagón aparece en sexto (6º) lugar por el número de aves acuáticas invernantes, tras las Marismas del Guadalquivir, la Laguna de Gallocanta, la Albufera de Valencia, el Delta del Ebro y el Embalse del Vicario, en ese orden. Eran los datos de 1981. Las Tablas de Daimiel se encontraban en el duodécimo (12º) puesto.
De manera que en la Nava Grande se censaron 11.600 aves acuáticas invernantes de las que 4.000 eran fochas. Pero al año siguiente ya no aparece este cuartel de invierno entre los veinte primeros, situándose Las Tablas de Daimiel en tercera posición, con23.323 aves, de los que 13.000 eran ánades reales. En ese mismo listado tenemos el Embalse de Gasset, con 1.586 aves y en decimoséptima posición. Este embalse ocupaba el puesto decimocatorce en el censo de 1981, con 4.301 aves.
En el mismo artículo se menciona la caza como causa de la gran disminución de las fochas en el censo. Desconocemos las circunstancias que rodearon el censo de 1982 ni las cifras que se dieron para este enclave tan interesante como irregular hídrica y ornitológicamente.
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