En las últimas semanas de junio y en los dos primeros días de julio de 2022 he visto varias culebras atropelladas en las carreteras que he recorrido. En algunos casos he podido parar, fotografiar al colúbrido atropellado y retirarlo del asfalto. El hecho de quitarlo de la carretera puede suponer que se eviten nuevos atropellos de fauna, ya que lo más frecuente es que otros animales acudan para aprovechar ese recurso trófico. Así, diferentes invertebrados, sobre todo insectos (hormigas de varias especies, moscas, moscardones, avispas...) y aves suelen ser las más frecuentes -aunque hay otras de otros grupos- acuden y son susceptibles de morir de la misma manera. También es una forma de intentar evitar posibles accidentes humanos.
El hecho de fotografiarlas supone que voy conservando un registro con algunos metadatos de interés. Por otro lado, me sirven para poder ilustrar este tipo de impactos ambientales en posibles trabajos divulgativos, educativos, científicos e informativos. Son, además, el material necesario para aportar citas al portal de Ciencia Ciudadana "Biodiversidad Virtual".
El hecho de parar para realizar estas acciones se debe llevar a cabo siempre con la máxima seguridad tanto propia como del resto de personas. Hay ocasiones en las que no me es posible registrar un atropello pero lo más importante es no poner en peligro vida alguna.
Este seguimiento de atropellos de fauna, en general y de colúbridos (hay otros reptiles que también son atropellados, como los lacértidos), en particular lo vengo haciendo desde hace más de 35 años. Durante un tiempo colaboré con una asociación sin ánimo de lucro de la que era socio, la SCV, Sociedad para la Conservación de los Vertebrados. Por un lado rellenaba unas fichas que se enviaban a la asociación. Se elaboraban estudios e informes y se identificaban puntos negros, proponiendo acciones concretas a las administraciones. Además, servían para constatar la presencia de esas especies en esos territorios concretos. Pero también recogíamos ejemplares para depositarlos en instituciones de investigación, de manera que pudieran ser utilizados en futuros trabajos, sin necesidad de realizar capturas.
En cuatro semanas he localizado:
-una culebra de escalera (Rhinechis scalaris) en Piedrabuena.
-una culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis) en Piedrabuena.
-una culebra no identificada en Piedrabuena. No fotografiada.
-una culebra de escalera en Ciudad Real. No fotografíada.
-una culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) en Villarrubia de los Ojos.
-una culebra de escalera en Villarrubia de los Ojos.
-una culebra de escalera en Pulgar, Toledo.
-una culebra de escalera en Ventas con Peña Aguilera, Toledo.
-una culebra de escalera en Malagón.
Hay que tener en cuenta que en los últimos cuatro meses hay menos tráfico debido a la subida del precio de los carburantes. En la misma medida hay algunos atropellos de colúbridos que no he podido documentar, además de los ya referenciados, por diferentes circunstancias. La práctica totalidad de colúbridos atropellados son adultos o subadultos. Los hábitats son campos de cultivo, mayoritariamente, viñedos, olivares y cereales, con algún encinar adehesado y cereal.
Así mismo, el número de kilómetros recorrido por mí ha sido considerablemente inferior al de años anteriores.
Se trata, por tanto, de nueve culebras atropelladas de tres especies diferentes, con dos ejemplares no identificados ni retirados de la calzada.
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