lunes, 24 de octubre de 2016

¿Halloween? ¡No, gracias! Celebrando la festividad del día de Todos los Santos en el colegio.

El calendario escolar se establece anualmente por parte de las autoridades educativas. En ese proceso intervienen los sindicatos y, de alguna manera, el resto de grupos implicados más directamente en la Educación.
Parece lógico que desde los primeros niveles educativos se trabaje el significado de cada fiesta. Un alumno o alumna puede estar muy identificado con determinada celebración y celebrarla, entenderla y vivirla y, sin embargo, desconocer otras.
Hay fiestas que tienen un marcado carácter religioso pero, en general, todas, han trascendido ese ámbito y se ha generalizado su seguimiento. En realidad es un complejo ejercicio de equilibrios...cambiantes e inestables entre la religión (o las religiones y sus diferentes tiempos), a veces el imperioso clima (o tiempo atmosférico), las tradiciones populares (en las que suele mezclar lo religioso con lo pagano hasta límites muy difíciles de discernir), la economía y, en particular, determinados trabajos, campañas, cosechas, labores, la política con sus vaivenes, sus deseos y sus hechos y sus contradicciones y, además, con las modas o tendencias  que van llegando de fuera o surgiendo de nuevas.
Evidentemente también hay diferencias regionales, provinciales y municipales importantes. Hay otras verdaderamente variopintas como puede ser la celebración de un evento llamado deportivo...
De manera que se hacen necesarias algunas reflexiones sobre estas cuestiones. Por un lado es aplicable el refrán del patrón y el marinero, es decir, si la autoridad declara una fiesta se debe observar y cumplir con la norma. Si, como es el caso, el alumnado y en ocasiones, las familias, no conocen el significado de determinadas festividades, lo aconsejable sería que, legalmente, se establecieran los medios para subsanar esas carencias. El voluntarismo puede ser plausible pero es, a su vez, en la mayoría de los casos, ineficiente, intermitente y no garantiza la consecución de los objetivos de los que hablamos, a pesar del gran valor que pueda tener.
Hace ya unos años, por ejemplo, la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha ofrecía la posibilidad de celebrar un día más de carnaval -tres en lugar de dos-si se daba el compromiso por parte del profesorado de trabajarlo en los días previos. Parecía lógico.
¿Qué sentido tiene un día festivo escolar dedicado a la Constitución Española si el alumnado no sabe nada de ese tema? ¿Y del día de la Hispanidad o del Pilar? ¿Tiene sentido el día del Maestro o, con la terminología actual, el día de la Enseñanza si no median una serie de trabajos y actividades que hagan comprensible dicha celebración? ¿Y la fiesta de los Santos?¿Tiene sentido ese día de fiesta escolar sin programar absolutamente nada? ¿Es lógico que una fiesta que suele ser de las que más habitantes moviliza en toda España no se trabaje lo más mínimo en la Escuela? Se pueden y deben hacer tantas excepciones como sean necesarias. Y, acercándonos un poco más a esta peculiar fecha ¿es lógico que se haya generalizado la celebración de Halloween escolarmente también sin que haya mediado palabra? A mis alumnos y alumnas de seis años les digo que nadie olvida su cumpleaños para celebrar el de una persona desconocida...¡y eso es lo que estamos haciendo! ¿No sería más lógico dejar esa celebración, llamémosla anglófona o simplemente foránea, para el exclusivo aprendizaje del idioma y la cultura inglesas? ¿No se podría trabajar de forma atractiva y, dependiendo de los casos, no católica, esta fiesta? Yo, cuando tengo alumnas o alumnos musulmanes, les pido que nos hagan dibujos, que nos escriban redacciones, que nos enseñen fotografías, que nos cuenten su celebración de la fiesta del Cordero o del Ramadán. ¿Por alguna razón no se puede hablar del día de Todos los Santos? Por cierto, no es el día de ir al cementerio sino el que se celebra a todos los santos y santas de la Humanidad. Tampoco pasaría nada -más bien al contrario, sería aconsejable-por hablar del día de los Difuntos. Y, además del contenido religioso, está todo el acervo cultural de un país como España que, por si fuera poco, cuenta con el impresionante bagaje de América del Sur y Central.  No se podrá negar que no se celebra por falta de interés educativo sino por esta inercia comercial y económica interesada que nos ocupa y que lo invade todo, incluyendo algo tan importante como la Educación. En un libro especialmente significativo de Eduardo Galeano se puede leer una frase del siglo XIX que decía algo así como "hemos guardado un silencio muy parecido a la estupidez", con todo el respeto del mundo.
Así, ¿Halloween? ¡No, gracias!


Fragmento de papel en la calle en Málaga, 2009.


Publicidad en el suelo en Málaga, 2009.



Una niña vestida o disfrazada para Halloween, con su calabaza, observa unos bailes populares tradicionales ...


In memoriam: Valentín, el buscador de orquídeas y utopías.

Esta mañana el correo electrónico me ha dado una mala noticia. Un amigo me comunicaba la muerte de Valentín Rubio Galera, "Orqui" para los amigos.
Natural de la Puebla de Don Rodrigo, Valentín era guarda de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Lo conocí hace ya unos años y, desde entonces, no paraba de sorprenderme y proporcionarme momentos de gran interés y satisfacción. Creo que era sencillamente una persona generosa que, buscando utopías, iba en realidad construyendo un presente mucho mejor a su alrededor.
Y quizás fuera una de sus grandes pasiones, las orquídeas, el mejor símil de su personalidad y de esa actitud tan vital y luchadora. Y es que Valentín era un gran amante de las orquídeas y de ahí ese apodo con el que lo conocíamos y con el que solía autodenominarse. Su dirección de correo electrónico o sus tarjetas de presentación ya lo dejaban bien claro: Valentín Rubio Galera, Buscador de orquídeas.
Y en ese buscar, investigar y recorrer con la vista el campo escudriñándolo todo, iba descubriendo, aprendiendo y, sobre todo, compartiendo. 
Valentín se enfrentó a una dura enfermedad como vivió, con fuerza y valentía. Su recuerdo nos acompañará y, a pesar del dolor, nos seguirá alumbrando y animando a vivir en un mundo que podemos ir mejorando, como él hacía, dándose a los que le rodeaban. Para mí ha sido una suerte, un privilegio en realidad, haberlo conocido. ¡Gracias Valentín por todo lo que me has dado!


domingo, 23 de octubre de 2016

Pequeño homenaje a grandes profesionales. A propósito del maestro de escuela Andrés Francia Villajos.

Este artículo fue enviado a La Tribuna de Ciudad Real el año pasado. No fue publicado.

Francisco Zamora Soria, maestro de escuela. Junio 2015.

Alguien dijo que en España, para recibir un homenaje, hay que morirse antes. A mí me gusta llevar la contraria y, afortunadamente, lo que pretendo es rendir mi pequeño homenaje a grandes profesionales que, año tras año, se jubilan y pasan a disfrutar del merecido descanso de la jubilación.
Me estoy refiriendo a los maestros y maestras de escuela pero reconozco que todas las profesiones me parecen igualmente importantes y dignas de elogio.
Quiero personalizar en una persona concreta este intento de reconocimiento de una profesión que no siempre es reconocida ni respetada. Para ser exacto, la figura del maestro o maestra (de cualquier profesional de la Educación, en realidad) viene siendo atacada desde hace ya demasiados años de forma tan sistemática que cuesta trabajo creer que se trate del azar o de un sentir espontáneo.
En este caso hablaremos de don Andrés Francia Villajos, de Porzuna, Ciudad Real.
Tras 38 años “con la tiza” en las manos, se jubila. Cuando digo “con la tiza” utilizo deliberadamente una expresión muy del gremio pero que no debe ocultar hechos como que don Andrés ha sido, durante toda su vida, un maestro inquieto, innovador, buscador de “lo último” sin olvidar lo de toda la vida. Ha estado siempre al día de las llamadas Tecnologías de la Información y la Comunicación, además de manejar con soltura medios como la fotografía,  el vídeo, la televisión o la radio.
La suya ha sido una carrera docente volcada en la escuela y en su alumnado, buscando siempre la mejora si escatimar esfuerzos.
Cuando lo conocí, en lo que él llama con humor, la “República Independiente de El Calvario” –unas aulas situadas a cierta distancia del centro escolar-, el Colegio Público de Integración “Ntra Sra del Rosario” de Porzuna, yo estaba empezando y él representaba y representó para mí la experiencia sin el hollín del quemado, el deseo de seguir innovando, la buena disposición para aprender y, además,  para emprender los proyectos que yo tenía en mente.
En aquellos años don Andrés ya era, en sus ratos libres, investigador histórico y Cronista Oficial de la Villa de Porzuna, buscando siempre la forma de trasmitir sus conocimientos y sus hallazgos a su alumnado y a sus paisanos. Ya había sido alcalde de su pueblo  -recorriendo a diario más de 230 kilómetros diarios- para seguir ejerciendo la docencia en el hermoso pueblo de San Carlos del Valle y poder administrar la vida municipal.
Por aquellos años este maestro de escuela ya había ganado varios concursos nacionales y había viajado con grupos de alumnos a Alemania e Italia, publicaba sus artículos en la prensa provincial y local, colaboraba con numerosas asociaciones e iniciativas de su municipio y seguía aportando una parte muy importante de su tiempo y de su trabajo al colegio. Por ejemplo, en aquellos años organizó varias actividades extraescolares, que tenían lugar dos o tres días semanales por la tarde, después de las clases, y algunos sábados por la mañana.
Cierto es que el colegio de Porzuna era, y creo no exagerar, uno de los punteros de Castilla-La Mancha, con su director, Lorenzo Prado Cárdenas, a la cabeza. Había, como se puede imaginar, un buen equipo que trabajaba mucho y con ilusión.
Andrés estudiaba alemán, le encantaba lo que entonces llamábamos Informática, la Arqueología –fue uno de los descubridores de algunos importantes yacimientos-, la Historia, la Etnografía, la Fotografía y un listado muy largo. Y en el aula seguía innovando. Recuerdo su pasión y sus grandes esfuerzos en cuestiones como la mejora de la velocidad lectora o su compromiso con el Medio Ambiente y su apoyo incondicional a los proyectos que inicié o en los que participé. Aquel curso el alumnado del colegio ganó el primer premio nacional del concurso organizado por SECEM y el Parque Nacional de Doñana sobre el lince ibérico (“El lince ibérico, en el punto de mira de la conservación”) gracias al trabajo en equipo pero muy especialmente a su apoyo.
Andrés trabajó muy de cerca el rico Patrimonio material e inmaterial de su municipio en diferentes ámbitos. Lo recuerdo totalmente volcado con las fiestas y tradiciones populares, escribiendo y maquetando las revistillas de algunas romerías, recopilando información y entrevistando a gente mayor, buscando siempre en archivos históricos, haciendo fotos,…y todo le parecía y le sigue pareciendo poco.
Iniciamos, por ejemplo, la recogida de fotografías antiguas y la creación de un Archivo de Fotohistoria escolar. En pocos meses organizó una extraordinaria exposición, a la que sucederían otras muchas así como la publicación de dos libros.
Pero don Andrés era mucho más que eso. Era la típica persona infatigable, dispuesta a darlo todo por su alumnado, por sus compañeras y compañeras y por su querido pueblo de Porzuna.
Don Andrés fue un buen maestro de escuela, muy comprometido y entregado desde la sencillez y la generosidad. Fue, para mí, un maestro, en el mejor y más profundo sentido del término. Y lo mejor de todo, es que sigue en la brecha, con tantos o más proyectos como antes. Sigue, por ejemplo, echando una mano a las compañeras que se lo solicitan. Sigue investigando, aprendiendo, colaborando, con su ilusión intacta e incombustible.
Y al hablar así de un compañero de trabajo con el que tanto aprendí, como decía en el título, en realidad lo que quiero es honrar a tantas maestras y tantos maestros que he tenido la suerte de conocer a lo largo de mis veintipico años de experiencia que en nada se parecen a los tópicos que oigo por ahí, en la tele, en la radio, en la prensa y hasta en la tienda cuando espero mi turno.
Recuerdo a Bienve, a Miguel, a Matilde, a Julia, a María Dolores, a Mari Carmen, a Encarni y a otros muchos y muchas y compruebo como nuestra sociedad ha elaborado, sin quererlo, un discurso nocivo y falso, que se aleja de la realidad y que no reconoce la figura clave del maestro, del profesorado en realidad, imprescindible para entender  nuestro impresionante avance social y cultural, mal que les pese a algunos generadores de opinión. ¡Muchas gracias de corazón, profesoras y profesores! ¡Muchas gracias, don Andrés!
Así que, personalizando en la figura de un buen maestro de escuela como don Andrés Francia Villajos, vaya mi agradecimiento y mi reconocimiento a todos los docentes por su importantísima labor, por las dificultades que atraviesan y por el no siempre bien comprendido esfuerzo que realizan.


Nuevos avistamientos de meloncillos (Herpestes ichneumon) en la provincia de Ciudad Real.

Desde hace ya unos años se vienen observando meloncillos (Herpestes ichneumon) en diferentes municipios de Ciudad Real. Todo parece indicar que se está produciendo una expansión de esta especie de mangosta de origen africano. Hasta hace unos años se tenía constancia de su presencia y, de hecho, en el Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos de España, aparecía citado en la mitad sur de la provincia así como en el extremo oeste.
Así, en pocos años, el meloncillo ha sido visto, entre otros, en los municipios de Ciudad Real, Porzuna , Piedrabuena y Puertollano en varias ocasiones. La vez más sonada fue la del ejemplar de hembra que apareció en el archivo del Hospital de Ciudad Real en 2014. Se han producido además hallazgos de ejemplares atropellados. Más famoso ha sido el avistamiento de un ejemplar cerca muy cerca de Madrid.
Recientemente se han vuelto a observar meloncillos por diferentes vecinos en el término municipal de Piedrabuena.
Los meloncillos fueron introducidos en la península Ibérica en el siglo VII antes de Cristo y habrían ocupado el cuadrante suroccidental, según la bibliografía especializada.
Recientemente se ha sabido que algunos colectivos están alertando de su aparente excesiva proliferación y solicitando que se tomen medidas. Así, en la comarca toledana de Torrijos en mayo de 2016, alertaban de la superpoblación de este mamífero carnívoro, que estaría poniendo en peligro a otras especies cinegéticas y no cinegéticas, según informó M.Vega, en el diario ABC el 25 de mayo del año pasado.
Para algunos ecologistas, como Santiago Martín Barajas, se trataría de un fenómeno íntimamente relacionado con el cambio climático y el calentamiento global. Así lo expuso en la revista El Ecologista, en el número 88.
Sin embargo, conocemos avistamientos anteriores a las fechas manejadas en el anteriormente citado trabajo en la provincia de Ciudad Real.  Además, se trata de un animal que no es fácil de observar y del que ya se advertía hace muchos años en la emblemática obra de Félix Rodríguez de la Fuente, Fauna Ibérica, de como estaba muy extendida la creencia de la existencia de grandes serpientes con pelo en España debido a la costumbre de los meloncillos de caminar en fila normalmente en zonas con vegetación. Esas curiosas observaciones las hemos recopilado en pueblos como Villarrubia de los Ojos, a finales de los años setenta del siglo XX y en Anchuras, en los primeros años noventa.
En la "Fauna Ibérica" de Ángel Cabrera Latorre de 1914 se hablaba de la distribución de finales del siglo XIX. En 1877 se podía encontrar en prácticamente todo el territorio peninsular, incluyendo Galicia. Sin embargo, el autor afirmaba que por esas fechas ya solo se localizaba por el “distrito Bético”, Andalucía y la provincia de Badajoz, además de Portugal. Se consideraba la localidad típica Sierra Morena.

Lo cierto es que de un tiempo a esta parte se han venido produciendo avistamientos, capturas y atropellos de meloncillos en la provincia de Ciudad Real.

Francisco Zamora Soria.


En la fotografía, con valor documental exclusivamente, un meloncillo en Piedrabuena, Ciudad Real. Foto de Francisco Zamora Soria.