Hoy, 30 de julio de 2023, domingo, he subido un vídeo a mis cuentas de Instagram y Tiktok muy corto -catorce segundos- que he hecho en el nacimiento de los Ojos del Guadiana, en el término municipal de Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real, España. Y es que tenemos derecho a tener ríos y todo parece indicar que se nos olvida. Hemos vivido en un mes unas elecciones municipales, unas elecciones autonómicas y unas elecciones generales, pero no se ha hablado de este importante tema. Sorprendentemente el artículo 45 de la Constitución Española habla de nuestro derecho a un Medio Ambiente adecuado...
Ideas, imágenes, opiniones, propuestas, críticas, datos, enlaces...para seguir caminando por sendas de tierra y yerba.
domingo, 30 de julio de 2023
Tenemos derecho a tener ríos, 1.
El pececillo dorado "Neoasterolepisma", un curioso insecto mirmecófilo.
En algunos hormigueros es fácil ver a otros insectos como a esos "pececillos" que, realidad, son insectos. Se trata de un miembro del orden Zygentoma, de una coloración amarillenta o dorada. Son mirmecófilos, es decir, que mantienen una relación de convivencia con las hormigas, aunque no se sabe muy bien en que consiste esa especie de mutualismo.
En este caso las hormigas son "Messor barbarus", llamadas en Villarrubia de los Ojos "hormigas cabezonas". Las he visto entrar y salir en el hormiguero, con su forma rápida de moverse, incluyendo pequeños saltos (aunque según he leído no tienen esa capacidad, a simple vista, dan saltos cortos). Me parece que se trata del género "Neoasterolepisma", que comprende varias especies en la península Ibérica. No se puede "afinar" hasta el nivel de especie sin que sea estudiada en el laboratorio.
Estos "neoasterolepismas" tienen un tórax prominente si las comparamos, a simple vista con sus parientes, los pececillos de plata, que habitan en nuestras casas. Además no tienen el cuerpo recubierto de escamas.
Es interesante el trabajo de la SEA.
Faltan fotos...
Me estoy acordando,1: Las proyecciones de diapositivas en bares y otros espacios.
Me estoy acordando de unas actividades fotográficas, divulgativas y educativas en las que participé, junto con algunos amigos, hace ya unos treinta años. Eran los tiempos de la Fotografía analógica y las diapositivas de 35 milímetros ofrecían varias ventajas. A saber, eran más baratas, puesto que no había que positivarlas, se almacenaban muy cómodamente en cajitas o álbumes y, sobre todo, se podían proyectar y darles un uso didáctico y educativo más accesible para grupos medianos o grandes. Se decía, también, que tenían más calidad para la impresión pero, salvo algunas ocasiones, no fue mi caso.
Unos cuantos amigos llevábamos ya un tiempo haciendo fotos y compartiendolas en proyecciones privadas. Eran situaciones de convivencia y aprendizaje muy entrañables y valoradas por nuestros familiares y amistades.
En un momento impreciso, quizás en el verano de 1991 o 1992 dimos un paso más y organizamos proyecciones de diapositivas en varios bares, pubs y terrazas de verano y disco-bares. Recuerdo el Bar Añil, en La Hontanilla, que puso en marcha Juan Miguel Soria López, el pub de Antonio Jerez Ruíz y uno de Tomelloso que estaba a cargo de Félix Ricardo Úbeda-Portugués. Después yo seguí con estas actividades en Piedrabuena, en el Bar El Canguro Violeta.
En alguna ocasión hicimos carteles y las proyecciones las comentábamos y se producíoan intervenciones y preguntas del público. En mi caso casi todas las imágenes eran de Fotografía de la Naturaleza, de Patrimonio y, alguna que otra, artística o creativa, casi siempre muy sencillas, muy minimalistas.
Todas las proyecciones se hicieron de forma altruista y, en ocasiones, las organizaba para hablar de algún tema, como los relacionados con la Conservación de la Naturaleza y algunos Espacios Naturales Protegidos, o amenazados o de problemas ambientales. También les dí un uso educativo en mis clases en los colegios en los que trabajé y en la Universidad, pero esa es otra historia, que quizás sea contada en otro momento.
jueves, 27 de julio de 2023
La Basuripedia de...Ciudad Real: Río Guadiana en el puente de Alarcos.
Hoy, 27 de julio de 2023, jueves...Escombros y restos de envases de comida y bebida, junto al río y la carretera. ¡Lamentable!.
Lo más socorrido y repetido es decir que se trata de un problema de Educación. Yo lo llamo de otras maneras, que incluyen el nulo sentido del civismo de los protagonistas, el egoísmo, el ser guarros, como suena, y una falta considerable de legislación más...eficiente y explícita, además del abandono de estos espacios por las instituciones correspondientes.
martes, 25 de julio de 2023
Elecciones generales de 23 de julio de 2023, ¿unas elecciones generales fallidas?
La convocatoria de las elecciones generales hecha por el presidente de gobierno Pedro Sánchez Pérez-Castejón al día siguiente de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023 me pareció una especie de huida hacia adelante, una estratagema para evitar las críticas que con seguridad se producirían, dados los resultados muy poco satisfactorios para el PSOE. El tono utilizado, la agresividad, de alguna manera, y el efecto sorpresa parecían indicar que se trataba de la forma en la que encararía ese nuevo período el presidente. Y así, fuimos viviendo, sorprendentemente para mí, diferentes capítulos de la misma obra de teatro. Una de las propuestas, fuera de toda lógica, del presidente del gobierno de España, en funciones, era la de mantener siete debates con el candidato del principal partido de la oposición, el PP.
Quedó claro enseguida que el golpe de efecto había conseguido pillar totalmente desprevenidos a sus compañeros y compañeras de coalición. Y así, sin tiempo para reaccionar, dejó fuera a lo que inicialmente fue Podemos y después Juntas Podemos. Pero también se materializó la exclusión de su ministra Irene Montero, que tantos problemas le había generado. La responsabilidad no recaía en él ni en su partido sino en la nueva formación, Sumar. ¿Jugada maestra o golpe bajo?
En el período desde la convocatoria hasta las elecciones su forma de afrontar la situación ha sido verdaderamente llamativo. De no hablar con determinados medios de comunicación en cuatro años, de pronto, acude voluntariosamente, para explicar lo bien que lo ha hecho, lo mal que lo hace la oposición y lo peligrosísimo que es que puedan llegar al gobierno sus adversarios.
Ante las polémicas estériles sobre los debates, sobre si siete o uno o dos, sobre si a tres, a cuatro o a siete yo pensé que lo verdaderamente importante era el programa electoral y las listas que se presentaban. Pero sobre programas se ha hablado muy, muy poco. Se ha recurrido, por los cuatro partidos que se presentaban en todo el territorio nacional, a centrar todo este proceso que debería ser, sobre todo, didáctico y creíble, a una simple utilización de la figura de la persona que encabezaba las listas. Personalismo atroz y extemporáneo, empobrecimiento de una campaña ya de por sí anémica por los ataques y los maximalismos de unos y otros. Fotos y lemas, adelante, atrás, a la derecha, a la izquierda, ahora, ayer, mañana...Con el debido respeto, lamentable y vacuo espectáculo.
Por cierto, la fecha de la convocatoria no parecía ni medianamente adecuada, en pleno verano y período vacacional por lo que, como suele ocurrir, los agoreros lanzaron sus profecías, equivocándose. Y es que la participación ha sido más elevada de lo que venía siendo habitual.
Pero, a pesar de todas las dificultades, llegó el día después, veinticuatro de julio de 2023, lunes. Ya están los resultados disponibles y una gran cantidad de análisis, reflexiones, comentarios, artículos, editoriales, viñetas y opiniones. Pero hay un problema y es que todo parece indicar que la situación es complicada, con visos de estancamiento y de una posible repetición de las elecciones. Por si fuera poco se dice que ahora "la llave" la tiene Puigdemont, es decir, un huido de la Justicia, sociológicamente conservador o, dicho de otro modo, de derechas. Desde luego no es cierto ya que no se ha presentado a las elecciones aunque pueda ejercer la dirección de su grupo político, Junts per Catalunya, que cuenta con siete diputados. Y en parecida situación escuchamos a Aitor Esteban Bravo, del Partido Nacionalista Vasco, diciendo eso de que, incluso habiendo obtenido peores resultados que en los anteriores comicios, cinco escaños, salen ganando porque se pueden convertir en "el tornillito del abanico". Los demás representantes de los partidos nacionalistas, independentistas o soberanistas (es curioso porque parece ser que soberanistas somos todos y todas) manifiestan que su apoyo no saldrá gratis y, entre otras peticiones, se encuentra la de la convocatoria de un referéndum vinculante y la independencia.
En otro nivel escuchamos las críticas de Pablo Iglesias y Ione Belarra, cuestionando la labor de Yolanda Díaz y su Sumar, que ha perdido setecientos mil votos. Alberto Núñez Feijóo, candidato a presidente de gobierno, argumenta que al haber sido el más votado le corresponde ese supuesto derecho, olvidando lo ocurrido en otros escenarios muy recientes como Extremadura, donde la lista más votada, la del PSOE, no gobierna. Además, dice haber iniciado contactos con los grupos políticos que le podrían apoyar, a pesar de saber que se trata de un callejón sin salida, como se demuestra al cabo de unas horas.
Y, en esas estamos, ante los resultados muy igualados de unas elecciones generales atípicas que tienen ciertos visos de ser fallidas.
domingo, 23 de julio de 2023
Yesón, cascote, ripio...
Yesón,
cascote,
ripio,
entre los escombros.
Testigo casi mudo
que quizás conserve
hasta la huella dactilar
de un albañil,
un resto de carrizo
de tizón,
de cal,
de pintura
o un clavo.
Entre los escombros
espejillo
del tiempo
que se borra.
Yeso,
polvo,
agua,
pared,
muro,
dintel,
alacena,
repisa,
techumbre,
rodapié,
tabique,
poyo,
chimenea.
Hogar,
refugio,
cobijo,
casa.
Un yesón que me habla
desde la casi absoluta quietud,
desde la soledad,
desde ese montón de escombros
cargado,
contradictoriamente,
de vida.
Cascote que mantuviste
en pie,
ese espacio vital,
ese refugio,
esa ilusión
vestida de blanco.
Ripio de una historia
testigo de vidas
y de muertes
de amor
y quizás de odio,
fragmento de memoria
que, desde el silencio
me habla.
Morir o irse, cuando el eufemismo se vuelve una negación absurda.
Se está extendiendo mucho el uso del verbo ir o irse para referirse a la muerte. Personalmente pienso que hay que llamar a las cosas por su nombre y que este eufemismo es especialmente significativo y negativo. Y digo esto porque vivimos en una época en la que determinados temas son cada vez más difíciles de abordar. Parece como si hablar de la muerte la acercara. En un tiempo en el que creemos que sabemos más que nunca la superstición se va instalando y normalizando. Un pensador tituló un libro suyo algo así como "la ética indolora" para referirse a este conjunto de conductas, códigos y tendencias con las que aislamos las realidades negativas, chocantes o diferentes para encapsularnos en nuestros placenteros mundos.
Los seres vivos nacemos, crecemos, nos reproducimos o no y morimos. Y así lo tenemos que asumir. Así lo he trabajado con mi alumnado y así lo deberíamos decir. La muerte es una realidad y no veo razón alguna para negarla o disfrazarla.
¿Qué es un internado?
Hoy, gracias a la entrevista radiofónica que me ha hecho Ángel Morales Camacho en Eñetvi, hablando sobre mi vida escolar, he comentado que estuve seis años interno. Pero, como viví una situación graciosa hace algunos años ya como profesor, he contado que un internado no era algo oscuro, parecido a un correccional o reformatorio. Y es que hubo una serie televisiva de mucho éxito, entre 2007 y 2010 en la que un grupo de alumnas y alumnos vivían sus aventuras en un internado en el que ocurrían cosas tremebundas. Mis alumnas y alumnos de aquel curso, de unos diez u once años, cuando les dije que había estado algunos años interno, mostraron su sorpresa y expresaron una especie de profunda condolencia. Les expliqué que esa serie no era precisamente un fiel reflejo de la realidad e intenté darles una imagen muy alejada de esos tópicos televisivos.
Es posible que muchas personas, por su edad o por otras causas, no sepan qué es o qué era un internado educativo. He dicho que los internados en los años setenta del siglo XX eran muy abundantes y, sin ir más lejos, en la provincia de Ciudad Real los había en Ciudad Real, Alcázar de san Juan, Almodóvar del Campo, Herencia o Villarrubia de los Ojos.
Como instituciones educativas los internados cuentan con una historia de varios siglos. Solían estar en manos de las órdenes religiosas y funcionaban, en realidad, como una empresa en la que las familias pagaban la asistencia a esos centros. Además, había y hay otros centros educativos en régimen de internado como los seminarios.
El internado era un colegio que ofrecía la posibilidad de alojamiento y "pensión completa", por decirlo de forma gráfica. Así, al inicio del curso, a mediados de septiembre, los internos (y las internas, aunque no eran mixtos) llegábamos al colegio con nuestro equipaje, que era la ropa y el calzado, marcada con nuestras iniciales y con un número, la bolsa de aseo y la de limpieza del calzado. Dentro de lo que he denominado "la ropa" estaba toda la que pudiéramos necesitar en una larga temporada, a veces, meses. Además, estaban los pijamas, el albornoz, las toallas, un bañador, dos o tres juegos de sábanas, una o dos mantas y una bolsa de tela en la que íbamos metiendo la ropa sucia para llevarla a lavar, el día correspondiente. Había colegios en los que había que llevar el colchón, si se era nuevo. En otros te ofrecían la opción de comprarlo allí directamente o en alguna tienda cercana.
La comida no sé si estaba tácitamente prohibida o sencillamente se recomendaba no llevarla aunque la verdad es que casi todos teníamos algún alimento disponible. Allí desayunábamos, comíamos, merendábamos y cenábamos a diario. Lo más frecuente es que nos quejáramos de esas comidas y que dijéramos que pasábamos hambre. Con el tiempo y la madurez que íbamos adquiriendo esas opiniones y valoraciones iban cambiando. Nuestros padres cuando escuchaban eso del hambre primero se sorprendían y preocupaban y, después, se daban cuenta de lo que verdaderamente significaban esas quejas.
Pensemos en alumnado de ocho, nueve, diez años y lo que supone que un buen día de septiembre se despide de su familia, su casa y sus amistades y compañeros y se va a un centro en el que habrá unos doscientos o trescientos compañeros de todas las edades, profesores y padres (religiosos) y el personal laboral, casi siempre mujeres y que las comidas tendrán ese "toque" tan particular de lo que se ha cocinado para tantas personas. Los olores, por ejemplo, eran especialmente significativos. No era lo mismo percibir lo que tu madre cocinaba que lo que se había preparado en una cocina tan grande.
Un simple huevo frito se convertía en toda una aventura. ¿Te tocaría uno muy reciente o ya frío? ¿Estaría entero o reventado? ¿Estaría tan hecho como para parecer cocido o con la clara o la yema muy poco hechas?...Y, por cierto, a esas edades, las valoraciones de los compañeros, en general, eran muy tenidas en cuenta y, en particular, las de los veteranos o de los mayores. Los padres, es decir, los sacerdotes que trabajaban y vivían allí, hacían lo posible e incluso ponderaban lo muy buenas que estaban las comidas pero sus palabras tenían muy poca credibilidad en esos primeros años.
En cuanto a la edad he dicho anteriormente que éramos chicos de ocho, nueve, diez años y más, pero lo cierto es que había alumnos de menor edad. Al primer colegio en el que estuve llegaron, con el curso ya empezado, unos hermanos. Uno de ellos se convirtió, desde su primer día, en el más conocido y querido del colegio porque era, con diferencia, el más pequeño. No estoy seguro pero podría tener cinco años. Sus dos hermanos no eran mucho mayores.
Los dos internados en los que estuve eran de los padres escolapios y estaban organizados en secciones o plantas. En el primero de los internados había dormitorios, servicios, duchas y salas de estudio en tres plantas, a saber: la cuarta, de los mayores. la quinta, de unos diez a doce o trece años, y la sexta, de los pequeños. En la quinta y la sexta planta había un dormitorio corrido, dividido en camaretas, es decir, recintos separados por unas paredes de un metro de altura, aproximadamente. En cada camareta había ocho camas. En la cuarta el dormitorio estaba dividido en pequeñas habitaciones individuales, las camaretas de verdad. Cada sección estaba a cargo de un padre, que dormía en su habitación. En la quinta había dos padres.
Nos levantábamos temprano, con música o la radio. Era el momento de ir al servicio, de asearse y vestirse. Bajábamos en filas al comedor y desayunábamos una taza de leche con cacao y pan con mantequilla. Del comedor volvíamos al dormitorio y ya nos íbamos a las filas para entrar junto con nuestros compañeros externos y mediopensionistas en las clases. Nos podíamos llevar un trozo de pan con algo más de comida para el recreo. Tras las horas de clase de la mañana íbamos al comedor y después salíamos al patio un rato muy corto. Enseguida subíamos al dormitorio para lavarnos los dientes y al estudio, es decir, la sala de estudio, en la que cada uno teníamos nuestro sitio, con nuestros libros y materiales. Allí había que estar en silencio, estudiando, leyendo, escribiendo o...aparentando que lo hacíamos. Si era necesario podíamos consultar dudas en voz baja al compañero o al profesor o padre que nos estuviera vigilando. Otra vez a clase, dos horas, y llegaba la hora de la merienda. En fila íbamos pasando por la puerta del comedor y nos daban un trozo de pan con chocolate, un bocadillo o similar.
Salíamos al patio y a las siete menos cuarto subíamos otra vez al estudio, hasta la hora de la cena. Y después de la cena había un rato de tiempo libre, lo que incluía la televisión, y otra vez estudio. Y ya a eso de las diez de la noche, descansillo corto y a la cama. Si no recuerdo mal una vez o dos a la semana había duchas obligatorias.
Los fines de semana había alumnado que se iba a sus casas y, un buen número, nos quedábamos allí. Los horarios eran más relajados pero seguíamos teniendo un buen número de horas de estudio. Además, solíamos tener cine y salidas a otras actividades muy interesantes. Los padres escolapios creo que tenían una visión muy cercana a los principios y metodologías de la ILE, la Institución Libre de Enseñanza, pero desde la vivencia religiosa. Así, salíamos al cine, al teatro -y los padres nos insistían mucho en lo interesante e importante que era, frente a nuestras preferencias más cinematográficas-a ver museos, a pasear, a competiciones deportivas, y de acampada a lugares tan extraordinarios como la Pedriza.
Desde el punto de vista religioso teníamos una misa semanal además de la del domingo. Rezábamos antes de las comidas y se preparaban muy especialmente algunas fechas y festividades religiosas como el día de san José de Calasanz, el 27 de noviembre o el de la Inmaculada, el 8 de diciembre.
Aunque tenemos documentos de aquellos años no podría afirmar en este momento el coste mensual de cada plaza del internado. Sí sé que eran caras y que, cada cierto tiempo, el padre que llevaba la administración, pasaba por las clases para recordarnos que había algunas familias que no habían pagado. También había alumnado becado, por ejemplo, hijos de trabajadores de Teléfónica, especialmente si eran huérfanos o de la llamada Operación Plus Ultra.
Ese primer año en el que yo llegué al internado en Madrid, en 1972, el metro costaba tres pesetas y una caña de cerveza rondaba las seis o siete. Y un bocadillo de calamares en el mítico "El bar de los bocadillos" que había en el barrio de Moncloa, un bocata de calamares costaba once pesetas. Los mayores nos mandaban allí y, a veces, nos comprábamos uno. Me llamaba mucho la atención la presencia de soldados que estaban haciendo la mili y, sobre todo, la de los legionarios, con su aspecto tan peculiar y característico.
En los internados había un padre que era el rector y, un padre prefecto que hacía las veces de coordinador de los internos. En mi época, primeros años setenta, estos colegios ya contaban con un número considerable de profesores ajenos a la orden religiosa.
Estos internados solían tener buenas instalaciones y muy buenos equipamientos de materiales didácticos de todo tipo aunque no siempre se utilizaban. A mí siempre me dio rabia ver desde una ventana lateral distante una especie de gabinete de Historia Natural y que no pudiéramos visitarlo frecuentemente. Creo que alguna vez nos mostraron algún que otro elemento, como un búho real disecado o alguna que otra roca.
Había pistas deportivas, salón de actos y cine, que estaba también abierto al público los fines de semana, previo pago de las entradas, siendo libre para nosotros, laboratorio, biblioteca, capillas, iglesia y sacristía, y algunas dependencias más, como las destinadas a la comunidad religiosa y a los trabajadores del colegio. Además, había espacios de acceso restringido pero, ya siendo veteranos a veces consegúiamos visitar algunos, cargados de un sentimiento entre la aventura y el miedo. Otras dependencias curiosas eran habitáculos como el reservado para las multicopistas, almacenes de materiales escolares o una especie de tienda que nos facilitaba la adquisición de algunos materiales escolares o de uso cotidiano. Había un portero o conserje, una gobernanta, cocineros, "botones", las señoras del comedor y los cocineros.
La experiencia, mí experiencia, de seis cursos fue muy enriquecedora pero, sinceramente, dura.
sábado, 22 de julio de 2023
Las fotos de Hermano Lobo en el Canguro Violeta de Piedrabuena, Ciudad Real.
Antesdeayer pude ver la exposición fotográfica que Hermano Lobo tiene en el bar-galería El Canguro Violeta" de Piedrabuena, Ciudad Real. Hermano Lobo, José Antonio Padín, nació en A Coruña en 1970 y nos dice que lleva la cámara bajo el brazo desde hace 35 años, buscando "momentos, instantes que transmitan sensaciones y que muchas veces pasan desapercibidos". Su forma de trabajar es salir en busca de esas fotos sin una idea concreta hasta que consigue dar con las imágenes que le impactan.
En esta selección de veinticuatro fotografías en blanco y negro disfrutamos de esos instantes, fugaces, únicos, con un toque muy personal, a veces, cercanos a la abstracción.
Hermano Lobo en un buen número de fotos recurre a los contraluces, a los detalles que parecen estar a punto de desaparecer, a luces que se cuelan por alguna ventana iluminando y oscureciendo. Así, el autor nos muestra y oculta a la vez, dibuja y desdibuja, traza y emborrona, por decirlo de alguna manera, para sugerir límites inciertos, en movimiento, en situaciones de escasa iluminación, creando escenarios muy sugerentes.
Las fotografías se encuentran a la venta y se puede optar por adquirir cualquiera de ellas en formato de tarjeta postal, lo que es un verdadero aliciente. La exposición se puede ver a partir de las ocho de la tarde entre semana y los fines de semana se abre a las doce del medio día.
Es de agradecer que el propietario y también fotógrafo Mariano Rivero Moreno nos siga acercando estos trabajos tan interesantes a nuestro pueblo, Piedrabuena.
miércoles, 19 de julio de 2023
Hoy se ha emitido la entrevista que me ha hecho Ángel Morales en Eñe tvi...
Hoy se ha emitido la entrevista que me ha hecho Ángel Morales en Eñe tvi en su programa de radio "En la escuela". Ángel Morales es maestro jubilado y lleva ya tiempo colaborando altruistamente con esta emisora local (y en otras muchas actividas culturales y educativas). Ya son 72 los programas que ha realizado. Por mi parte sólo tengo que decir que me siento muy agradecido por haber contado conmigo y espero que pueda ser de vuestro interés. Gracias también a Jose, que ha hecho posible el programa.
lunes, 17 de julio de 2023
Nueva eclosión de gambas duende en Piedrabuena, 2018.
Esta entrada la dejé como borrador pero no la desarrollé. Lo cierto es que se trataba de dejar constancia de una nueva eclosión de gambas duende por esas fechas.
martes, 11 de julio de 2023
Atropellos de fauna vertebrada en caminos, una realidad insuficientemente conocida.
Desde hace unos veinticinco años aproximadamente he venido prestando atención a los atropellos de fauna en carretera. Estuve haciendo, por ejemplo, un seguimiento de un trayecto que hacía diez veces a la semana de quince kilómetros, parando, apuntando las especies y la fecha y, ocasionalmente, haciendo fotografías. En aquellos años noventa a través de la revista Quercus tuve noticia de la campaña de atropellos de la SCV, Sociedad para la Conservación de Vertebrados. Contacté con ellos y comencé a enviar fichas de los atropellos que detectaba. Desde la SCV elaboraron diferentes materiales gráficos y algunos informes muy interesantes, que hicieron llegar a las autoridades.
Ya más reciente en el tiempo he seguido colaborando con dos plataformas de Ciencia Ciudadana, concretamente Biodiversidad Virtual y la SHNCR, Sociedad de Historia Natural de Ciudad Real. Esta última puso a disposición del público una aplicación muy sencilla e intuitiva para registrar los atropellos registrados en el territorio provincial que, recordemos, asciende a la nada despreciable dimensión de 19.000 kilómetros cuadrados. El Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico tiene también un proyecto llamado SAFE, Stop atropellos de Fauna en España.
Lo cierto es que estos estudios sirven para localizar puntos negros y para otras cuestiones relacionadas con el conocimiento de diferentes aspectos de nuestra fauna. En estos últimos días he localizado algunos atropellos de fauna en caminos rurales y he reflexionado sobre la hipótesis de que el atropello en estas vías de transporte pueda estar insuficientemente conocida. Por un lado desconozco el sesgo que se pudiera generar por la voluntariedad y el altruismo de los colaboradores ya que no se trata de investigaciones planificadas con una metodología concreta. Por otro lado, hay factores que hacen que la cifra de atropellos en caminos rurales pueda ser muy superior a la esperada por varias razones, como la mejora física de los mismos, así como el aumento del tráfico de coches y tractores a velocidades superiores a las que venían siendo más habituales. Pensemos, por ejemplo, que ahora son muchos cientos, o miles, los kilómetros de caminos rurales de la provincia de Ciudad Real que se encuentran asfaltados y el tráfico es considerablemente más denso y mucho más rápido.
De manera que el atropello de fauna vertebrada en caminos rurales de la provincia de Ciudad Real parece que puede dar datos cuando menos llamativos sobre el incremento de esos impactos.
Lagartija colilarga "Psammodromus algirus" atropellada en un camino rural en Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real, España. Julio de 2023.
jueves, 6 de julio de 2023
Cruda...vendimia en verde.
Este año de 2023 la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha una iniciativa que se ha dado en llamar "vendimia en verde" o "cosecha en verde". Es la Orden 78/2023 de 14 de abril de la JCCM. La intención es regular el mercado del vino dada la superproducción que se viene generando. Se dice que es para "...evitar crisis de mercado y recobrar el equilibrio de la oferta y la demanda en el mercado vitivinícola..."
La denominación no me parece muy acertada por varias razones. Por un lado recuerda a otra recolección, la de la aceituna en verde, que desde hace unos años se viene practicando con verdadero éxito y gran sorpresa por mi parte. (Sinceramente yo no sabía que se pudieran conseguir buenos o excelentes aceites de oliva con la aceituna verde. Es justo lo contrario de lo que he venido oyendo toda mi vida). Tampoco me gusta porque la vendimia es una recolección y, aunque etimilógicamente pudiera ser más o menos exacta la denominación, aquí lo que se hace no es recoger sino tirar y destruir, que es lo opuesto.
Llama la atención que se obligue a los agricultores a recurrir a empresas ajenas o a otros agricultores para poder hacer los trabajos. Es una condición sine qua non, inexplicable, a mi modesto entender y, por lo que he escuchado, muy discutible legalmente. Y en la misma línea se encuentra la obligatoriedad de comunicar (cumplimentando el Anexo III ante las cooperativas agrarias) con tres días de antelación la fecha de los trabajos, teniendo en cuenta que es la primera vez que se hace algo así, de manera que no es fácil calcular con tanta precisión si se podrán cumplir los plazos, y que se depende de terceros. Para terminar, esa actividad de eliminación de los racimos de uva debe estar terminada el día quince de julio del presente año y se tiene que volver a notificar administrativamente. Se ha dicho que puede haber inspecciones mientras se ejecutan las faenas aleatoriamente y, con seguridad, a posteriori. Que la administración que subvenciona con dinero público controle el estricto cumplimiento de las normas es de agradecer aunque la burocracia parece excesiva. Lo cierto es que este primer año esta vendimia en verde parece que está más que verde, un poco cruda.
martes, 4 de julio de 2023
El llamado "mansplaining", el equivalente en femenino y el saber conversar.
Hay un concepto muy curioso cuya denominación procede del inglés, el llamado "mansplaining" o, -traducción libre- "hombre explicación" o "macho explicación".
Surgió hace ya unos años para denominar esas conductas de algunos hombres que "explican" determinadas cuestiones a mujeres, suponiendo que estas no saben de lo que se está hablando cuando en realidad puede que sean expertas en esa materia, por ejemplo.
Sorprende que se use sólo en masculino cuando no se produce esta actitud o conducta sólo en hombres. Mujeres que explican, describen o cuentan a hombres, o a otras mujeres, hay tantas como hombres mientras no se lleven a cabo estudios serios al respecto. Dicho con un vocabulario más popular y español "abundantes" hay en todas partes y de todas las condiciones.
Lo que subyace a esta denominación es un rasgo de un determinado "feminismo" muy poco respetuoso, inexacto, impreciso y más agresivo que constructivo. Pero, además, lo preocupante y molesto es que se trata de una carencia, una deficiencia o un defecto en el dominio de la conversación. Y es que, aunque la legislación educativa lo ha venido diciendo con claridad no siempre se le ha dado ni se le da la importancia y el tratamiento adecuado a la expresión oral. Y, aunque muchas personas no lo hayan pensado nunca, en realidad es mucho más importante saber hablar (y esto comprende también escuchar) que saber escribir o, incluso, tanta como saber leer, y puede que más.
Y es que saber conversar es mucho más difícil de lo que parece y no me estoy refiriendo a la gramática, a la dicción, a la capacidad retórica o a la riqueza de vocabulario sino a esos aspectos tan importantes del respeto, de la comprensión de lo que debe ser una conversación, un diálogo y un simple intercambio de información o de emociones, es decir, a la comunicación oral.
domingo, 2 de julio de 2023
Escenas entomológicas, 32: Unas avispas sorprendentes.
Hoy he visto unos pequeños insectos voladores que me han llamado la atención. Estábamos en el campo mi hermano y yo y, a escasos centímetros del suelo, había unos bichejos revoloteando entre las hierbecillas. Eran pequeños y de una coloración rojiza. Me he acercado un poco y he sacado el teléfono móvil, puesto que no llevaba la cámara, para intentar fotografiarlos.
Su vuelo es rápido y estaban como buscando dónde posarse. Había tres o cuatro ejemplares en un espacio reducido. Enseguida me he dado cuenta de que eran avispillas, himenópteros hembra con un oviscapto u ovopositor impresionante. He conseguido hacer algunas fotos y, al mirarlas, se apreciaba que el oviscapto medía como dos veces más que el cuerpo.
Me he vuelto al pueblo a por la cámara y, como suele ocurrir, ya sólo he localizado un ejemplar y durante escasos segundos. De cualquier manera me ha parecido que se trataba de unos animales preciosos, de esos que te llaman poderosamente la atención.
Ya en casa he buscado información en internet y en dos libros que tengo aquí sobre abejas y avispas. No me queda claro si te trata de un bracónido o de un icneumónido. Sí parece que parasitan a otros invertebrados en su reproducción, introduciendo los huevos en las larvas de determinados insectos. Poco más puedo añadir. Desde luego me ha alegrado mucho esta breve escena entomológica.