martes, 6 de diciembre de 2016

Escenas entomológicas, 2. La mantis de la mancha blanca (Sphodromantis viridis), más abundante de lo que parece.

La mantis religiosa es un insecto muy conocido. Forma parte de una familia, los Mantidae, del orden Mantodea.
En la península ibérica hay varias especies diferentes de mántidos a los que no se les presta atención por parte de ...¿el gran público? ¿los llamados medios de comunicación social? ¿el sistema educativo? ¿la gente?¿los ciudadanos de a pie? Parece evidente.
Esas especies suelen recibir el nombre de "mantis", si es que son vistas o percibidas. Sin embargo, si nos fijamos bien y consultamos con la bibliografía correspondiente o en internet, veremos que hay varias especies parecidas y que no es difícil distinguirlas. Una de ellas, la "mantis de la mancha blanca", la "Sphodromantis viridis", es más abundante de lo que se podría pensar. El gran parecido con la "Mantis religiosa" hace que nos pase inadvertida. A simple vista vemos esas manchas blancas en los élitros y la ausencia de manchas blancas y negras en la parte interior de las patas delanteras que nos hacen sospechar que se trata de una especie diferente. Por las citas que llevamos vistas nos atrevemos a conjeturar que la "Sphodromantis viridis", a la que llamamos "mantis de la mancha blanca", a falta de un nombre común o vernáculo, es más abundante de lo que parece.
En los dos meses pasados, por ejemplo, hemos dado con dos ejemplares en el interior del casco urbano de Piedrabuena, Ciudad Real. Una se encontraba en una fachada en la calle Guadiana y otra en la calle Emilio Enríquez, atropellada.






Vuelve a haber agua en Zuacorta, en el cauce del río Guadiana.

El domingo pasado, 4 de diciembre de 2016, se podía apreciar un pequeño charco de agua en el cauce del río Guadiana, en el paraje conocido como Zuacorta, entre Villarrubia de los Ojos y Daimiel.
Tras las lluvias de los últimos días es previsible que suba el nivel del agua en los puntos más bajos del cauce del río, completamente seco desde hace meses.
Además de la lluvia se empezará a notar la ausencia de extracciones para el regadío en toda la extensión del acuífero. Previsiblemente el agua empezará a aflorar como lo ha hecho en los últimos años, incluyendo los Ojos del Guadiana y los Ojuelos del río Gigüela.