jueves, 21 de septiembre de 2023

Sobre el término geográfico y topónimo "boca" en los Montes de Toledo y los Montes de Ciudad Real, España.

 La palabra "boca" es polisémica, tanto como que nos podría sorprender la lectura de los significados y usos de este vocablo en el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española en su edición de 1992, por ejemplo. Veremos así que ocupa más de una página completa ya que son muchas las expresiones y frases hechas que la utilizan. Sin embargo, el contenido es muy escueto, demasiado, en cuanto a los diferentes significados geográficos y toponímicos.  

Los diccionarios temáticos que he consultado prestan una desigual atención a esta palabra y vemos cómo algunos no la recogen.

Curiosamente la que más descriptiva y amplia nos ha resultado data del año 1796 y, en el sentido que buscábamos, dice:

"La boca ó entrada de las cordilleras ó montañas elevadas se denomina comunmente puerto; ..." (sic). 

De manera que la define indirectamente como "entrada de las cordilleras ó montañas elevadas". Dicha definición procede del interesantísimo "Diccionario de voces españolas geográficas" de la Real Academia de la Historia, publicado por la Editorial Aguilar, de forma facsimilar, el año 1990.

Sin embargo, en diccionarios mucho más especializados y recientes (ver Bibliografía) el término "boca" no consta con ese sentido de "entrada" entre sierras que tiene en los Montes de Toledo y, probablemente, en otros territorios españoles o, sencillamente, no aparece.

Lo cierto es que una "boca" en estos pueblos de los Montes de Toledo y de Ciudad Real (son dos comarcas geográficas contiguas diferentes, Montes de Toledo y Montes de Ciudad Real) es un accidente geográfico y paraje que se sitúa entre dos sierras que confluyen en ese punto, más o menos amplio, pero llano. 

Así, encontramos la Boca de la Torre, en Retuerta del Bullaque, la Boca del Guijo, la Boca del Camellar, y la Boca de los Carriles, entre El Robledo, Piedrabuena y Porzuna, y la Boca de Luciana entre Piedrabuena y Luciana o la Boca de Valsequillo, en Porzuna. También sabemos que da nombre a un camino, pero en plural, las Bocas de las Peralosas, también en Piedrabuena:

"Camino que sale del anterior (La Cabezuela), en el sitio del Pilar Nuevo denominado de Toledo hasta enlazar con el anterior, en el sitio de las Bocas de las Peralosas...3.300 metros."

Esta descripción procede de un documento mecanografiado y fotocopiado que me facilitó el ya tristemente fallecido, el guarnicionero y gran conocedor de Piedrabuena Vicente Rodríguez García-Sacedón: "Relación de los caminos, veredas y cordeles que existen en este termino municipal." (sic).

En Horcajo de los Montes lo hemos localizado en dos fuentes diferentes. Por un lado aparece en el Boletín Oficial de la Provincia de Ciudad de 30 de marzo de 1877, en la página 8, con motivo de un secuestro de un vecino de Horcajo de los Montes por varios bandoleros, entre los que aparece el bastante conocido Moraleda, de Retuerta del Bullaque. Y es que el acto delictivo tuvo lugar "...en el sitio denominado Boca de Poveda, término de dicha villa de Horcajo."(1) Pero también lo cita en este término municipal el geógrafo Jiménez de Gregorio: "...En este término (El Horcajo) se labra solamente la zona llamada Boca de la Torre..." (2)

Es interesante destacar que no siempre se corresponden las "bocas" con lugares de paso de ríos ya que en ocasiones se trata de amplias depresiones contiguas entre las que, a lo sumo, hay un ligero desnivel o la pequeña naciente de un arroyo. En algún texto encontramos el término "angostura" y "boquete" para referirse a alguno de estos lugares concretos sin que conste con precisión si se trata de un topónimo o de sinónimos.

Este topónimo de "boca" es bastante conocido y utilizado en estas tierras y aparece, a veces, cartografiado  y hasta como nombre de alguna calle. Es el caso de la Boca de la Torre, en Pueblonuevo del Bullaque. Parece lógico dado el carácter montañoso o serrano de estas comarcas.

Lo he encontrado también en un libro de Juan Goytisolo de 1961 "Campos de Níjar", en la segunda edición concretamente, en las páginas 90 y 94, "Boca de los Frailes": "Entre Boca de los Frailes y San José había media docena de minas de plomo y manganeso..." Es probablemente un topónimo y término geomorfológico frecuente en muchas partes de España.


Bibliografía:


DRAE (1992) Diccionario de la Lengua Española. Madrid.

GEORGE, Pierre (1991) "Diccionario de Geografía". Akal Ediciones. Madrid.

GONZÁLEZ BERNÁLDEZ, Fernando (1992) "Terminología popular de los humedales. Los paisajes del agua", J.M. Reyero, Editor. Madrid.

LUGO HUBP, José (1989) "Diccionario geomorfológico". Universidad Nacional Autónoma de México. México D.F.

MIRANDA CALVO, José (1988) "Evolución histórica de los puertos de los Montes de Toledo", en "Homenaje a Fernando Jiménez de Gregorio", Centro de Estudios de los Montes de Toledo y la Jara. Toledo.

REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA (1796) (Edic. fac. 1990) "Diccionario de voces españolas geográficas". Madrid.

TEJADA ÁLAMO, Guillermo (1994) "Vocabulario geomorfológico". Ediciones Akal, S.L. Madrid.

(1) BOPCR, 30 marzo 1877, pág. 8. Recopilado por Florentino Gutiérrez Fernández. Publicado en el Programa de Festejos de Horcajo de los Montes junio 2022.

(2) JIMÉNEZ DE GREGORIO, Fernando (1967) "La población en la zona suroccidental de los Montes de Toledo". En: Revista de Estudios Geográficos. Núm. 108: 319-355. Instituto Juan Sebastián Elcano-CSIC. Madrid. Compilación de Rafael Ubaldo Gosálvez Rey. 


Nombre de una calle en Pueblonuevo del Bullaque: Boca de la Torre.


sábado, 16 de septiembre de 2023

"Cuando canta la garlocha" un libro muy recomendable de José Fajardo Rodríguez.

 Acabo de leer el libro del doctor en Ciencia e Ingeniería Agrarias don José Fajardo Rodríguez "Cuando canta la garlocha. El conocimiento tradicional sobre la naturaleza". La edición ha corrido a cargo de Alalimón Creaciones. Las ilustraciones son de Aneta Tarmokas.

El el prólogo el también doctor don Alonso Verde López nos aclara que el autor lleva más de veinticinco años "recorriendo sierras, collaos, vallejos, cañadas, lagunas, lavajos, vegas y muchos de los pueblos, cortijos, quinterías y aldeas de las cinco provincias" de Castilla-La Mancha. Y así, esas tierras y las muchas personas entrevistadas han dejado su huella en este hermoso trabajo, a medio camino entre la investigación y la divulgación. Cada capítulo, cada historia, cada breve relato condensa esas vivencias en busca de un conocimiento que se nos escapa a mayor velocidad de lo que podemos pensar. En estas líneas hay efectivamente conocimientos, sabiduría, vivencias pero escritas desde la cercanía, la admiración, con unos toques muy acertados de crítica y la "miajita" de humor, que siempre viene bien. El texto es en prosa pero tiene en muchos pasajes la fuerza de la poesía, del sentimiento, del latir cercano de muchos corazones que dejaron sus recuerdos en tan buenas manos.

Personalmente siento que falta mucho por contar, puesto que uno se queda con ganas de leer más y más y descubrir esas formas de tantas gentes de tantos pueblos y aldeas de relacionarse durante decenios o siglos con el Entorno. 

La lectura se hace agradable, ágil y directa, con una riqueza de vocabulario impactante. Esa ingente cantidad de términos vernáculos la podemos consultar en el glosario final, aunque muchas veces no es necesario porque el autor nos va aclarando su significado en el texto.

La etnobiología, en general y la etnobotánica, en particular, se nos presentan aquí de una forma atractiva, cercana, muy humana y motivadora y nos trasladan a escenarios, cercanos o lejanos, con unos actores sencillos que se convierten en los verdaderos protagonistas de estos relatos. 

Además de los sencillos y hermosos dibujos de Aneta Tarmokas esta obra está ilustrada con una buena colección de fotografías antiguas, siempre debidamente documentadas, así como con fotografías también muy hermosas de los diferentes aspectos tratados. Son varios los autores de las fotografías pero mayoritariamente pertenecen a Carmen Fuentes Escribano.

Para concluir, recomiendo la lectura de este hermoso libro, escrito por José Fajardo Rodríguez pero con las voces de tantos y tantos paisanos y paisanas, de garlochas, de golondrinas, de arroyos y con el alma de tantas plantas y, como nos dice varias veces el autor, también de las piedras de nuestra hermosa tierra.



Benito Laguna, de Piedrabuena, Ciudad Real, recogiendo plantas aromáticas para su cruz. 3 de mayo de 2022.



Me estoy acordando, 3. La desecación de nuestros ríos era, decían en 1975, compatible con la conservación de la Naturaleza.

 Leyendo algunos textos de 1975 sobre el llamado "saneamiento del Guadiana" me ha vuelto a llamar la atención la afirmación de que esas obras eran compatibles con la conservación de la Naturaleza. Hoy, ya en el año 2023, vemos esos muchos miles de hectáreas desecadas, prácticamente inermes, rodeadas de campos de cultivo mayoritariamente intensivo y de regadío. Sí, tenemos muchos Espacios Naturales Protegidos, sobre todo, sobre el papel. Para algunas personas son demasiados, ¡qué curioso! Pero ¿de qué sirve proteger un humedal si no hacemos posible que tenga agua en un régimen lo más parecido al natural? No, no es que no llueva como antes y tampoco es el Cambio Climático, es que se alteraron los cauces, por decirlo suavemente y se extrae mucha más agua de la que se debería para, en un buen número de casos, generar productos excedentarios que, en ocasiones, sólo servirán para "jugar" con los precios, léase, especular y crear ganancias extraordinarias. Ver miles y miles de kilos de cebollas, que han sido regadas generosamente con esas aguas que no han podido aflorar a la superficie, tiradas en mitad del campo me hace preguntarme por conceptos supuestamente muy elementales como "desarrollo" o "progreso". 

Me vienen a la memoria las escenas de mi infancia de ranas, de miles de aves acuáticas en las vegas encharcadas de La Madre Chica y del Gigüela y del primer día que, con mi hermano y mis primos vimos bigotudos...y vuelvo a leer esas palabras, coartadas o burdas mentiras, falsas promesas, y a recorrer estos terrenos yermos y me doy cuenta de cuán grandes son las justificaciones que utilizamos para tranquilizarnos.

Cuando hablo de estos temas me suelo llevar buenas críticas y reprimendas. Por ejemplo, me dicen que la gente tiene derecho a comer, que no tengo ni idea, que si quiero que volvamos a ir en carreta y otras lindezas por el estilo. Otras personas me dicen que hay un "lobby" ecologista muy potente, que no se puede hacer nada en el campo, que todo está prohibido, que nos van a arruinar con tantas leyes ecologistas...

Pero vuelvo al río Gigüela y está seco. Bueno, era un río estacional pero ahora más parece comportarse como esos otros a los que se les llama "los ríos invisibles", es decir, las ramblas, pero sin pendiente. Y me acerco a los Ojos del Guadiana y a sus decenas de kilómetros, que no eran estacionales, y están peor que el Gigüela. Efectivamente aquellas iniciativas y casi todo lo que vino después no ha supuesto esa compatibilización con la Conservación de la Naturaleza de la que se hablaba en 1975... y hoy en día.

domingo, 10 de septiembre de 2023

Neotopónimos, o cómo vamos nombrando los lugares a lo largo del tiempo.

 Los topónimos son las palabras que usamos para nombrar los lugares, los accidentes del relieve o las divisiones naturales o administrativas. Algunos tienen siglos y siguen siendo utilizados. Otros son más recientes, tres, dos, un siglo hacia atrás. Pero también los hay contemporáneos y hasta actuales. Así, basta con comparar determinadas denominaciones concretas para percibir esos cambios. A veces una construcción humana de cualquier tipo viene a poner nuevas palabras en el mapa, en diferentes documentos y en el habla de un pueblo o ciudad. 

Para el caso de Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real, podemos citar algunos ejemplos muy expresivos. "Puente Hierro" se sitúa en el río Gigüela y fue construido a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Su nombre está muy extendido, como "las Pozas de los Alpargateros" que fueron socavones creados para la extracción de arena por miembros de la familia Medina, que reciben este apodo. "El Butano" es otro paraje muy concreto, situado a unos dos kilómetros del casco urbano en la carretera de Fuente el Fresno. Allí se construyó un almacén para el gas butano en los primeros años setenta del siglo XX, y allí sigue, como punto de referencia, por debajo de la Cañada de Morales o, simplemente, Morales, topónimos más antiguas.

Hay bastantes casos más pero lo que ha motivado que escriba esta entrada y que publique un vídeo en Tik tok es el haber pasado por el Camino de Ciudad Real y haber vuelto a ver una casa con un  rótulo bien grande que dice "La Casa de la Pradera". Lleva allí unos treinta y cinco o cuarenta años y ya hay personas que utilizamos ese nombre como punto concreto. La Casa de la Pradera es una propiedad privada que está lindando con el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, en el paraje conocido como El Chaparrillo, una antigua dehesa que se desamortizó, parceló, descuajó y cultivó a finales del siglo XIX. Desconozco si influyó en la elección de este topónimo la serie de televisión del mismo nombre de 1974.

Hay otros ejemplos muy parecidos como el de "El Rancho Grande", también en las cercanías del Parque Nacional. Entiendo que se trata de neotopónimos cuya pervivencia y validez documental desconocemos.








Hoy, 10 de septiembre de 2023, ha sido atropellado un gato montés (Felis silvestris) en Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real.

 Hoy, 10 de septiembre de 2023, ha sido atropellado un gato montés (Felis silvestris) en Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real. Ha sido localizado a las ocho de la mañana en las cercanías del casco urbano, en la carretera de circunvalación, junto al puente del camino del Molino de Griñón. El hábitat presenta cultivos de viñedo, cereal y barbecho y está muy cerca del río Gigüela y el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y Villarrubia de los Ojos.

En estos casos es recomendable retirar el animal a la cuneta para no generar posibles accidentes o más atropellos de fauna siempre que se pueda dejar el coche fuera de todo peligro. Además personalmente recomiendo hacer fotografías, observar el entorno y aportar la información a plataformas o asociaciones de Ciencia Ciudadana. Así se consigue conocer mejor la presencia o ausencia de especies y, en ocasiones, detectar los llamados "puntos negros" para poder solucionar el problema. Para el caso de Ciudad Real la Sociedad de Historia Natural de Ciudad Real tiene una aplicación muy sencilla, rápida e intuitiva especialmente diseñada para mamíferos aunque también se pueden subir especies de otras clases como aves, anfibios o reptiles.




domingo, 3 de septiembre de 2023

Los nenúfares de la provincia de Ciudad Real, veinticinco años después del "Proyecto Nenúfar", septiembre de 2023.

 El año 1998 pusimos en marcha una iniciativa a la que llamamos "Proyecto Nenúfar" desde el Grupo Ecologista Cantueso de Piedrabuena, Ciudad Real, en colaboración con el Centro de Profesores y recursos "Pintor Ortega" de Alcoba de los Montes y la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono, ARBA, de ámbito nacional. Seguíamos, de alguna manera, las propuestas del etnobotánico Dr. Emilio Blanco Laguna que, el año anterior, había puesto de manifiesto los peligros que acuciaban a estas plantas y las carencias que presentaba la legislación ambiental, en general, y el borrador del decreto de Especies amenazadas de Castilla-La Mancha, en particular. Sus palabras fueron noticia en la prensa provincial gracias a Aníbal de la Beldad Caro que publicó un artículo en el diario Lanza el día 19 de mayo de 1997.

Se trataba, por un lado, de hacer un estudio de las poblaciones de nenúfares blancos y amarillos que había en la provincia de Ciudad Real, comparando los datos con las citas de fechas anteriores. Además, se pedía la protección de determinados espacios en los que estas plantas acuáticas, junto con otras muchas, eran abundantes. 

También tenía el proyecto una dimensión educativa, tanto formal como no formal. Aparecieron varias noticias en la prensa, en la radio y en la televisión. Colaboraron algunas personas, incluyendo agentes medioambientales y personal de la administración. 

Las citas de nenúfares que conseguimos se facilitaron a la Delegación Provincial de Medio Ambiente (no recuerdo la denominación oficial en aquel momento). Resultaba evidente que en determinados ríos y humedales los nenúfares habían desaparecido desde hacía varias décadas. El ejemplo más flagrante era el de los Ojos del Guadiana y el río Guadiana hasta Luciana, aproximadamente. El río Bullaque presentaba unas poblaciones muy extensas pero los habitantes de la cuenca que tenían un conocimiento anterior confirmaban que en algunos lugares, como en la Tabla de la Yedra, en Piedrabuena, y en otros parajes cercanos, había menos nenúfares blancos que en tiempos recientes.

Los coordinadores de aquel proyecto éramos un botánico y dos maestros, a saber: el doctor Emilio Blanco Laguna y José María Acevedo y el que estas líneas escribe, Francisco Zamora Soria. Contábamos con los miembros del Grupo Cantueso y la colaboración de amigos y conocidos y con otro botánico, el doctor Francisco José Sarrión Torres

Hicimos, por ejemplo, algunas mediciones de la que probablemente era la mayor colonia de Ciudad Real, la de las Casas del Río, que arrojó una extensión sorprendente para nosotros, con 14.500 metros cuadrados aproximadamente. También iniciamos mediciones del número de nenúfares por metro cuadrado pero los resultados no fueron concluyentes.

En unos años la legislación ambiental se fue ampliando y el río Bullaque fue declarado LIC, por ejemplo y los nenúfares se incluyeron en los catálogos correspondientes de flora protegida. 

Pero, pasados veinticinco años desde aquel "Proyecto Nenúfar", hoy, en septiembre de 2023, cabe preguntarnos en qué situación se encuentran estas plantas y estos ríos en la provincia de Ciudad Real.

Contamos con un trabajo académico de 2014 de los doctores Rafael Ubaldo Gosálvez Rey y Tomás Flores Polanco que, utilizando las fotografías aéreas desde 1956 hasta nuestros días, estudiaron la evolución de las colonias de nenúfares. 

Además, una asociación conquense, Gemosclera, Asociación para la difusión del conocimiento de los humedales y su conservación, colabora con la JCCM en la protección del nenúfar blanco en Castilla-La Mancha desde el año 2016. En 2021 retomaron sus acciones para la recuperación de esta planta. También en los últimos años se ha formado una Asociación llamada "Bullaque Vivo" en los pueblos de la cuenca de dicho río.

Es de suponer que la administración regional y otras personas a título profesional, grupal o institucional han venido estudiando y trabajando este preocupante tema. Lo cierto es que aquellas poblaciones de nenúfares de mediados del siglo XX hacia atrás no se han vuelto a recuperar y otras más recientes, ya incluso en el siglo XXI, están en franco retroceso o ya han desaparecido. ¿Qué causas han provocado esta situación? En algunos casos, como en los Ojos del Guadiana, es evidente, la sobrexplotación del acuífero pero ¿y en el río Bullaque en el término de Piedrabuena? Contrasta fuertemente la escasísima presencia de nenúfares blancos en Piedrabuena frente a las colonias del municipio de Porzuna, contiguo y aguas arriba del anterior.

También me sorprende que se siga ignorando la presencia de otras colonias en otros ríos provinciales aunque entiendo que puede deberse a desconocimiento. No es este el momento de aportar más datos al respecto. 

Desde luego los nenúfares son quizás las plantas acuáticas más vistosas y llamativas que tenemos en esta provincia del centro peninsular. Su proceso de deterioro debería hacernos reflexionar, estudiar y actuar. La situación actual y el trato que estamos dando a nuestros ríos y humedales no parece ser el adecuado y a la vista está, a pesar de los loables avances que estamos viviendo en los últimos decenios. Sin embargo es muy probable que los mismos nos oculten la realidad, no siempre complaciente.



Vista parcial de la gran colonia de nenúfares blancos (Nymphaea alba) en el río Bullaque, en Las Casas del Río, Porzuna, Ciudad Real, España. La fotografía es del día 29 de agosto de 2023.







El planteamiento de los mil puntos y otras opciones para evaluar situaciones de la vida cotidiana.

 Hace tiempo supe que en determinadas pruebas de evaluación se debía contestar a mil preguntas y, dependiendo de los casos, el "aprobado" no se materializaba necesariamente con la obtención del cincuenta por ciento contestado correctamente. Además, siguiendo el criterio de las llamadas "pruebas objetivas", se da el caso de la pérdida de puntos al contestar erróneamente a determinadas cuestiones o a dejarlas en blanco. Sin embargo en nuestro sistema educativo se usa de forma generalizada el formato de diez puntos y sus correspondientes términos y conceptos (suspenso o insuficiente, aprobado, bien, notable...) para expresar esa puntuación.

Y aplicando a situaciones de la vida cotidiana ese planteamiento de los mil puntos y de la posible pérdida de algunos ante el error me surgieron ideas muy curiosas. Así, interiorizando esta forma de evaluar me daba cuenta de carencias, defectos, errores, vacíos, "suspensos" o "necesita mejorar", usando la expresión de la LOGSE, propios y ajenos pero, sobre todo, de determinados aspectos del mundo en el que vivo. Me sirvió y me sirve esta pequeña y personal herramienta que no ha pasado de lo mental para intentar ser más objetivo, para relativizar y para, de alguna manera, mejorar mis procesos de aprendizaje, de valoración, de evaluación y de expresión. Nunca he escrito mil preguntas, ítems o aspectos de ningún tema pero el mero ejemplo puede sernos muy útil  en nuestras vidas.