Las lagartijas ibéricas (Podarcis muralis) son abundantes y se encuentran en prácticamente toda la península ibérica.
Yo las he estado viendo desde que era pequeño. En mi casa en Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real, era fácil verlas, especialmente durante el verano. En realidad era en el verano cuando más tiempo libre tenía y cuando pasaba más tiempo en el corral de mi casa... de manera que quizás fueran ellas las que me veían a mí solo en esos meses.
He estado unos años intentando fotografiarlas durante unos días cada mes de julio. Aunque he conseguido alguna fotografía que me gustaba las que considero mejores proceden de ejemplares de otros lugares, fundamentalmente de Ciudad Real.
Las lagartijas ibéricas me han planteado cuestiones desde hace ya muchos años para las que todavía no tengo respuesta.
Por ejemplo, creo que en mi casa no vive más de una pareja pero no lo puedo asegurar. En la casa contigua también hay ejemplares. Parece lógico que se apareen y tengan más movilidad y que haya otras lagartijas en el resto de casas cercanas y contiguas.
Por otra parte, las nuevas formas constructivas y el uso de determinados productos fito-sanitarios podrían ir dificultando la proliferación de estos reptiles.
Hace ya unos quince o veinte años pude ver ejemplares muertos tanto en mi casa como en la de al lado en el mes de julio. Era curioso por que tanto los ejemplares que veía en una casa como en la otra tenían una especie de "picotazo" o pinchazo, que parecía ser de algún insecto.
Ayer, 24 de febrero de 2018, encontré un ejemplar muerto dentro de un cubo, del que no debió poder escapar. Pero a escasos centímetros de distancia me encontré otro ejemplar, también muerto. Da la sensación de que ambas llevan bastante tiempo muertas y que, dadas las bajas temperaturas, se han conservado, sin descomponerse y sin ser comidas por las hormigas y otros invertebrados.