miércoles, 20 de octubre de 2021

A propósito del décimo aniversario del abandono de la lucha armada de Eta.

 Supimos lo que era el grupo terrorista ETA desde que éramos muy pequeños. En mi caso fue en Madrid, en el internado, con diez años. Día convulso, de nervios, idas y venidas de los padres escolapios y del resto de profesores. Sirenas de la policía, de los bomberos, de las ambulancias...Habían asesinado al presidente del gobierno, Carrero Blanco, y a algunas personas más. Mi profesor, don Víctor, nos explicó algo, creo recordar. Y también lo hicieron los sacerdotes que estaban con nosotros: los padres Javier, Pedro y Enrique. El atentado había tenido lugar en un barrio algo alejado del nuestro, el de Salamanca, en la calle Claudio Coello. Sin embargo el hospital al que llevaron a los heridos estaba cerca del colegio.

Después, "aquello" se fue haciendo cada vez más frecuente. Digo "aquello" para referirme a los atentados y al terrorismo de Eta, que no terminábamos de entender. Hubo años atroces, los hoy llamados "años del plomo" aunque me temo que todos fueron igual de horribles para las víctimas, es decir, fallecidos, heridos, familiares y amigos. Lo que más me impresionaba era el dolor y la indignación de mi padre cada vez que, en los pocos fines de semana que compartíamos, se sobresaltaba y sufría con las atroces noticias. Por cierto, eran muy muy frecuentes, una persona asesinada cada tres días.

Fui creciendo. Curiosamente viví muy de cerca varios atentados y tiroteos en Madrid, sin consecuencia alguna para mí. En realidad no eran de Eta sino de otros grupos o personas. Podría detallarlos pero no hace al caso.

Pero el destino quiso que me destinaran al País Vasco a hacer la mili, el servicio militar obligatorio. Así, entré en contacto con esa realidad que golpeaba casi a diario a este país que verdaderamente había elegido el camino de la convivencia pacífica. 

Primero en Vitoria y después en San Sebastián y, por último, en Logroño, viví más de cerca lo que supuso ese fenómeno. En ese período Eta asesinó a varios militares. Uno de los entierros, con la presencia del ministro, Narcís Serra, tuvo lugar en mi cuartel. Tuvimos que organizar, entre otras cosas, el velatorio nocturno. Allí se produjeron escenas curiosas y, de alguna manera, contradictorias. Por ejemplo, un mando quería que los soldados que velaran el féretro fueran los más "agraciados" físicamente mientras que mi teniente, después, me ordenó que el servicio se organizara por escrupuloso orden de lista. Ese hombre que tenía menor rango y, para algunos, peor prensa, nos demostró en muchas ocasiones valores que sigo admirando de rectitud y honestidad. Se trataba del entierro del coronel Picatoste, asesinado en Álava, a finales de agosto de 1986. Se puede leer la crónica de El País.

Recuerdo haber recogido octavillas en castellano sobre la justificación del asesinato de Yoyes cuando llegué a Vitoria (Gasteiz). Me impactó mucho el discurso, tan elaborado, para justificar la "ejecución" de un alto mando que había cometido el peor de los delitos, la traición, según el argumento. Ese era el contenido del papel que me hubiera gustado conservar. Las pintadas, las "manifas", los carteles, las pegatinas y octavillas abundaban como algo natural, muy normalizado, al menos, aparentemente. Era frecuente escuchar eso de "pues yo no sé porqué dicen por ahí que Euskadi es un lugar violento..."

Conocí algo el llamado mundo "abertzale" a través de algunos compañeros y, sobre todo, de un amigo. Me llevó a su casa a pasar un fin de semana. La suya era la otra cara de la moneda. Y es que, nos guste o no -parece que se quiere obviar y hasta borrar esa otra realidad- había otra realidad, una opción "b" de esta historia desgarradora. Mi amigo era un estudioso del fenómeno terrorista e independentista. Tenía su propia concepción, que pasaba por la Paz (Bakeaz, en euskera) y formaba parte o era colaborador de las Plataformas Pro-Amnistía.

Estuvimos por ejemplo, en una multitudinaria manifestación en Bilbao (Bilbo) por la Paz convocada por el partido Herri Batasuna que, en aquella época, era completamente legal y tenía, si no recuerdo mal, cuatro diputados en el parlamento español. Sabíamos que era una actividad prohibida para nosotros, militares, pero fuimos. Mi amigo pudo ver a uno de los capitanes de nuestro cuartel, vestido de paisano, en la salida de la estación...presumiblemente, "controlando". Algunos compañeros me hablaban de sus vivencias, de sus sentimientos, de sus historias, a veces, trágicas, también. Otros me hablaban del "Aberri Eguna", de la ikurriña, del "euzkara" de "Euzkal Herría" y de su forma de vida, sin el menor atisbo de odio o violencia.

También tuve compañeros y amigos del otro lado del independentismo (no sé si eran independentistas verdaderamente), por ejemplo, del PNV. Estuve en alguna casa, conociendo a la familia y cenando. Eran dos mundos que parecían convivir pero era muy difícil de asimilar para mí. Y además, había compañeros que no estaban ni en uno ni en otro partido y que solían tener unas opiniones muy diferentes, pero casi siempre menos comunicativas.

Lo cierto es que la vida cuartelaria tenía unas características propias. Por ejemplo, nosotros, cuando salíamos con las armas, es decir, siempre, llevábamos el cargador sin bala de fogueo, como era lo normal. Al entrar en el cuartel todos los vehículos eran mirados con un espejo por debajo. Los mandos nos recordaban que era obligatorio saludarles si los veíamos en la calle pero, dadas las circunstancias, no debíamos hacerlo, salvo que fueran con el uniforme.

Todos los mandos, desde los sargentos hacia arriba, tenían escolta diaria, para ir a por ellos por la mañana y llevarlos a sus casas por la tarde o noche. Lo curioso es que nos apuntábamos voluntarios a esos breves servicios porque no nos daba miedo. Así nos librábamos ("escaqueábamos", en lenguaje militar) del tiempo equivalente de estar en la cuadra, con nuestros mulos y caballos, a los que considerábamos un peligro visible y muy cercano. De mi diario personal reproduzco un breve fragmento del día 18 de enero de 1986, en San Sebastián:

"Hace tres días la Guardia Civil ametralló a tres jóvenes, presuntos terroristas, el viernes había convocada huelga general pero creo que fué un fracaso. Yo tuve escolta y no tuvimos ningún problema, aunque oí contar a otros compañeros que en algunos sitios había barricadas, piquetes y manifestaciones. A pesar del peligro que pueda suponer una escolta yo las prefiero sólo por escaquearme un poco de la cuadra." (sic)

Esas escoltas las hacíamos con el fusil reglamentario, el "cetme", colgado y de tal manera que era casi imposible utilizarlo, en caso de que fuera necesario. Nos preocupaba no hacer bien los saludos y recibir amonestaciones, llamadas de atención, broncas, partes o arrestos. El vehículo era un "jeep" o "land rover" con el habitáculo de lona. Ya estábamos a punto de ser trasladados cuando llegaron los primeros coches blindados pero eran exclusivamente para los "pe eme", la Policía Militar. 

Llegábamos al domicilio del sargento, del teniente o del capitán y nos bajábamos del coche. Nos acercábamos al portero automático y decíamos: "a la orden, mi capitán, la escolta", y esperábamos de pie. Salía nuestro mando e íbamos detrás de él hasta el coche. Y vuelta al cuartel. 

Recuerdo una marcha militar con los mulos. Yo llevaba una cámara que me habían dejado e hice algunas fotos. Una de ellas me la pidió el teniente, que iba con el caballo "Janito". Me adelanté y paró la compañía. El paisaje era muy hermoso y recóndito. Después, varios compañeros empezaron a decirme que allí es donde mataron o llevaron a Lasa y Zabala antes de trasladarlos a Alicante. Me parecía increíble pero al cabo de un tiempo se conoció la historia con bastante exactitud.

Marcha militar con los mulos. Parece ser que en este recóndito paraje la Guardia Civil estuvo con Lasa y Zabala.

En Logroño todo era más relajado pero allí vivimos aquel entierro antes mencionado. Hubo ciertas quejas de los periodistas que entraron al cuartel porque no se les dejó bajar al patio de armas tras el fin de la misa y el acto. Apareció en la prensa. El de Logroño era un cuartel de artillería. Allí, un mando, con buen humor,  me explicó el objetivo de la artillería, batir a la infantería, preferiblemente, la enemiga. Lo cierto es que, para nuestra sorpresa, a las maniobras se llevaban incluso aparatos de televisión, algo inaudito para nosotros, que habíamos estado en alta montaña, en pequeñas tiendas de campaña, con nuestras mulas por allí, escapándose y dándonos disgustos de noche.

Fueron pasando los años. Compré y leí algunos libros. Leí artículos y siempre quise mantener una opinión personal, crítica e independiente. Llegaron aquellos atentados tan movilizadores y mediáticos y todo empezó a cambiar. Afortunadamente  llegó el día, el 20 de octubre de 2011, en el que unos encapuchados decían que abandonaban las armas. Hoy parece que nada se dice del llamado terrorismo de Estado. No procede. Supongo que ofendo o puedo molestar a muchas personas por nombrarlo. Lo siento, pero fue así y creo que debo decirlo, sin entrar en más detalles.

Para mí lo importante es que acabaron los ataques terroristas. Lo que merece la pena es la Paz y el intento firme de superar esa etapa tan dolorosa y traumática desde la veracidad por todas partes, desde todos los ángulos, desde todas las sensibilidades, para restañar heridas, hasta dónde sean restañables. Las vidas segadas ya no se pueden recuperar. Hubo otros tipos de víctimas de los que no se suele hablar. Personas que quedaron muy, muy marcadas. Algunas fallecieron, otras, a duras penas, arrastran sus tragedias como pueden, con o sin ayuda.

He escuchado noticias, entrevistas, comentarios...en la radio y en la televisión. Hoy, en mi colegio, he comentado la extraordinaria noticia. Mis alumnos de cinco y seis años no sabían, afortunadamente, nada de este tema. En un grupo de quinto de Educación Primaria, sin embargo, dos alumnas habían escuchado la noticia. Cuando he escuchado a algunos políticos que nuestros chicos y chicas no saben quién es Ortega Lara o Miguel Ángel Blanco, me sorprendo. ¡Por supuesto que no! Y no creo, salvo que estudien Historia como carrera universitaria, y se especialicen en el siglo XX y el inicio del XXI, deban saberlo.

No quiero acabar este escrito sin volver a repetir que, como maestro de Educación Primara que soy, sigo celebrando el Día de la Paz y la No Violencia cada 30 de enero con la misma ilusión que el primer curso, allá por 1992. Para mí sigue siendo el día más importante del año. Como decía el Mahatma -Alma Grande- no hay un camino para la Paz, la Paz es el camino. 




Exposición fotográfica de Álvaro Vegazo en el Bar Galería "El Canguro Violeta" de Piedrabuena, Ciudad Real

 El pasado viernes, 15 de octubre de 2021 fue inaugurada la exposición fotográfica "Carmen de Bonanza" del ingeniero técnico de Obras Públicas Álvaro Vegazo. El autor, natural de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, nos ofrece una selección de 25 fotografías sobre la festividad religiosa de la Virgen del Carmen en el barrio marinero de Bonanza. 

Álvaro Vegazo ha llevado a cabo un proyecto foto-documental en el período 2016-2019 en el que capta y transmite la fe, la devoción y el desarrollo de la romería, mitad terrestre, mitad marina, de esta celebración mariana. Sus fotografías captan momentos muy intensos, detalles de la procesión, escenas con un toque muy personal y una magia curiosa entre lo tradicional, lo espiritual y sentimental. 

Son muy destacables algunas de las fotografías captadas casi al vuelo, entre el agitado y sentido ambiente de fervor: rostros que expresan la intensidad emocional de esos momentos, a través, por ejemplo, de las andas que portan la imagen de la Virgen del Carmen o manos entrelazadas que nos dicen tanto como la cara, oculta, de la mujer que se encuentra enfrente de la procesión.

Esta exposición nos traslada, de alguna manera, a nuestros recuerdos, a nuestro sentir más profundo, a nuestra infancia, a esa España que, año tras año vibra por unas horas ante se patrona o patrón. La Fotografía, entre otras cosas, es también, o puede ser, un texto, una poesía, que nos hace ver y vivir y vibrar con las escenas captadas con sentimiento. Este es uno de esos casos.

Desde este rincón entre la Mancha, El Campo de Calatrava y Los Montes damos la enhorabuena al autor, Álvaro Vegazo, le agradecemos que nos acerque a ese mundo tan íntimo y expresivo a la vez, así como a Mariano Rivero, el propietario del Bar Galería El Canguro Violeta, que nos sigue iluminando tantos días desde la constancia y el buen hacer expositivo.







martes, 19 de octubre de 2021

El viernes, 15 de octubre de 2021, tuvieron lugar las jornadas sobre los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos.

 El viernes, 15 de octubre de 2021, tuvieron lugar las jornadas sobre los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos. Fueron organizadas por el ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos y la Agencia de Desarrollo Local, a quiénes agradecemos y felicitamos por esta interesantísima actividad.

A las conferencias acudieron unas cincuenta personas, agricultores, ecologistas, científicos y personas con inquietudes y deseos de aprender y conocer este espacio tan singular y valioso.

La primera conferencia corrió a cargo del geólogo y doctor Silvino Castaño Castaño y la segunda al geógrafo Enrique Luengo Nicolau. Ambos son miembros de la "Asociación Ojos del Guadiana Vivos", de la que el primero es su presidente.

Los dos conferenciantes  mostraron las peculiaridades y el gran interés de este espacio villarrubiero, que no es otro que los restos de lo que era el paleo-cauce del río Gigüela, una parte, llanura de inundación y, otra, los manaderos de agua u ojuelos.

La comunicación de Silvino Castaño sorprendió en muchos aspectos, tanto por el alto grado de conocimiento científico como por los datos y hallazgos conseguidos partiendo de los análisis de muestras de agua recogidos desde 2016 en que volvieran a ser detectadas las afloraciones de agua en diferentes puntos.

Así, supimos que, partiendo de análisis de esas muestras, una de ellas se correspondía con los aportes del gran acuífero manchego, llamado popularmente Acuífero 23 o de la Mancha Occidental, Unidad Hidrogeológica 04.04. Muy interesantes fueron todas las explicaciones y descripciones de este territorio, con gráficos, tablas, mapas, croquis y fotografías de todo tipo, incluyendo las de satélite. El ponente nos habló de la heterogeneidad del espacio concreto de los Ojuelos en cuanto a materiales y procesos, lo que, de alguna manera, dificulta el conocimiento pero, paralelamente, enriquece considerablemente el panorama de estudio. Por ejemplo, en el paraje de Valdevao (en algún documento histórico hemos leído "Baldeavau") existe una importante discontinuidad en cuanto a la "circulación" de las aguas subterráneas y relacionada con alguna modificación de los materiales y su disposición.

Llamaron mucho la atención las explicaciones sobre los diferentes tipos de agua ( nuevas o viejas), sus características y propiedades moleculares y, en particular, todo lo relacionado con la presencia de materiales radiactivos como el tritio o la contaminación, también preocupante y más evitable, por sulfatos. Por ejemplo, supimos cómo habían influido las pruebas nucleares en las aguas (a nivel nacional, no las de los Ojuelos) hasta que fueron prohibidas, el escape de la central nuclear de Chernóbil (que no afectó a España) o, lo más impactante, cómo las aguas del Trasvase Tajo-La Mancha presentaban considerable presencia de este isótopo radiactivo, aunque se encuentre dentro de los parámetros permitidos. 

Por su parte, Enrique Luengo ya nos advirtió desde el inicio que la suya sería una visión más heterogénea y, hasta cierto punto, multidisciplinar y amplia, dada su profesión y su forma de abordar el estudio de espacios como este. De Enrique Luengo podemos recomendar la lectura y el seguimiento de su blog "Almanaque Natural", un verdadero regalo, así como sus artículos y estudios publicados en diferentes revistas y publicaciones académicas y divulgativas. 

El ponente nos fue desgranando un buen número de claves para entender el gran valor ecológico, paisajístico, cultural y patrimonial de Los Ojuelos, desde su rica flora endémica, sus especies animales o sus restos arqueológicos, entre otros.

En cuanto a la Flora, quizás el punto fuerte de la charla, Enrique Luengo nos mostró las especies más características de estas estepas salinas pero, igualmente, las que podrían ser consideradas como rarezas y sus muchos endemismos, los que convierten a este retazo del Gigüela en una verdadera joya también en este sentido.

Hubo turno de preguntas y de reflexiones y nos quedamos con la idea principal de los dos conferenciantes, la gran importancia de los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos en cuanto a su conservación, frente a los muchos impactos que viene sufriendo en los últimos años. De alguna manera estas jornadas vinieron a confirmar una vez más lo que ya sabíamos y habían dicho otros estudiosos como el también geógrafo, doctor Óscar Jerez García. Ya en el turno de preguntas Enrique Luengo relató de forma sucinta el proceso de destrucción, paralelo a los intentos de conservación que se vienen haciendo, incluyendo los estudios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y otras instituciones públicas.

Desde mi punto de vista, un villarrubiero más, coincido plenamente en el deseo de conservar este espacio y reitero mi agradecimiento hacia los ponentes y los organizadores, especialmente, Carlos Villanueva Fernández-Bravo, de la ADL, por esta iniciativa. Asistieron también al acto algunos concejales del Ayuntamiento y algún trabajador del mismo.

A pesar de lo mucho que se podría pensar que han sido estudiados ya los Ojuelos pensamos que sigue siendo imprescindible continuar por este camino de investigaciones científicas multidisciplinares, encaminadas a conseguir un mejor conocimiento y a su improrrogable conservación.

Como se sabe, desde este mismo blog, en 2016, hemos venido informando sobre algunos aspectos de este espacio.


Los Ojuelos, en imagen de satélite de Google Earth.
Detalle de una de las zonas de zanjas de Los Ojuelos. Fotografía de dron de José Manuel Hernández, 2016.
Alguno de los impactos en Los Ojuelos. Fotografía de FZS.

Artículo periodístico de Aníbal de la Beldad sobre los Ojuelos en el diario Lanza, con fotografía de dron de José Manuel Hernández. 20 de julio de 2016.


El doctor en Ciencias Geológicas Silvino Castaño Castaño explicando sobre una imagen la descarga de aguas subterráneas.


El geógrafo Enrique Luengo nos mostró diferentes imágenes de satélite sobre las que nos fue explicando los aspectos más destacables de los Ojuelos de Villarrubia de los Ojos.


martes, 12 de octubre de 2021

Ya están aquí las grullas (Grus grus)...

 Ya están aquí las grullas (Grus grus)...Hoy, 12 de octubre de 2021, martes, Día de la Hispanidad, Fiesta Nacional de España, día de la Virgen del Pilar y de la patrona de la Guardia Civil, he escuchado las las primeras grullas en el término municipal de Porzuna, Ciudad Real. 

Después las he ido a buscar, a sus sitios de costumbre, pero no las he visto. Mi hermano me ha confirmado que él y su esposa también las han escuchado en Villarrubia de los Ojos, a unos sesenta kilómetros de distancia, también en la provincia de Ciudad Real. Una preciosa noticia.



Grullas comunes en diciembre de 2012, entre Porzuna y Pueblonuevo del Bullaque, Ciudad Real.

martes, 5 de octubre de 2021

Donde la realidad te lleva: Si os hacen mal, haced bien...

 Una persona muy querida por mí solía recitar fragmentos de una obra de teatro en verso. Se trataba del "Retablillo de santa Teresa" de María de Madariaga. Decía, por ejemplo: "si os hacen mal, haced bien". Y en esas estamos, aguantando los continuados intentos de usurpación de una parte de una finca rústica y los daños económicos y personales causados por un vecino y, a mi juicio, por el mal funcionamiento de las instituciones.

Pero, repitiendo esas palabras tan sabias y profundas ...si os hacen mal, haced bien...


Peral plantado en el mismo lugar en el que se encontraba el viejo peral arrancado, adrede, por el vecino. En el juzgado negó haberlo arrancado. En el campo me dijo que sí lo había arrancado porque consideraba que era suyo ese terreno.  
En pocos días el nuevo árbol recibió un riego de herbicida y, más tarde, fue arrancado. Era la primavera de 2015, el 16 de mayo, concretamente, cuando hice esta fotografía, con ilusión, esperanza y sin saber lo que me venía encima. 

Todo empezó en 2015, con el arranque de un peral, a propósito, para anexionarse una parte de la finca y de unas servidumbres de paso de unos propietarios. 
Pero en realidad la historia había surgido hacía más de treinta años antes, cuando un hombre llamó la atención a un niño que estaba cogiendo unas nueces de un árbol que no le pertenecía...Una larga historia que afloró hace siete años. Por el momento no merece la pena entrar en detalles.



Una llama de esperanza...y mi pequeña y humilde oración.


viernes, 1 de octubre de 2021

Lo que no ven o no quieren ver un juez y una jueza de Daimiel...

 A veces la realidad es muy tozuda. Lo que no quieren ver algunas personas, incluyendo a un juez y a una jueza, de Daimiel, salta a la vista.

Y es que una forma triangular, por mucho que se empeñe un vecino, tiene tres lados y tres ángulos. Además, las medidas, las fotografías aéreas, las fotografías de satélite, las mediciones de ingenieros y topógrafos y las escrituras corroboran esa información tan difícil de ver. Es muy extraño.

Primero me dijeron que qué mas me daba a mí si se metían arando en la finca de mi tía...Después me dijeron que yo me quería quedar con todo.

En el primer juicio lo negaron y argumentaron que había un problema de lindes. El juez, muy cauto, no quiso ni mirar el tema. Siguieron los daños y las amenazas y las denuncias. Se pidió legalmente un deslinde, ya que se decía, en sede judicial, que era ese el problema. Se opusieron al deslinde y la jueza, a pesar de todas las pruebas, más que evidentes, dictaminó que no se podía deslindar esa finca que, con forma triangular, un agricultor quería convertir y venía convirtiendo en un rectángulo (el padre del vecino me dijo varias veces que me tenía que acostumbrar a esa idea. Según él, en esa finca, como hay almendros pero no los hay en los picos, esa tierra es suya).

Impidieron el vallado y destrozaron las señales que se habían puesto. Consiguieron intimidar a los trabajadores con mentiras y la aquiescencia de una pareja de la Guardia Civil y de su abogada. Me amenazaron de muerte con un tractor a toda velocidad que arremetió contra mí, parando a escasos cuatro centímetros. Araron los agujeros que ya estaban hechos y, unas semanas después arrancaron una viga sujeta con cemento con una profundidad de medio metro. La viga, el cepellón y todas las piedras y palos que marcaban la propiedad fueron cargados con una máquina y echados dentro de un vallado cercano de mi propiedad.

Después, ante otra denuncia, dijeron que no eran ellos, que no sabían quién podía haber hecho semejante faena. 

Pero me asomo a esta ventana de internet, y en menos de tres minutos, accedo, una vez más, a las imágenes del SIGPAC de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Hago una captura de pantalla. 

Es curioso, un juez, una jueza, el guarda del campo, una pareja de guardias civiles, varios funcionarios de la Consejería de Agricultura de la JCCM, nadie ve nada ni sabe nada. Dónde había y hay un triángulo se nota perfectamente que se quiere transformar en un rectángulo.