Hace unos días, mayo de 2018, pude ver unos renacuajos de sapo de espuelas (Pelobates cultripes) recubierto de concostráceos. Me parecieron inicialmente parásitos pero enseguida me di cuenta de que se trataba de branquiópodos. Eran los restos de una pequeña laguna o charca y me dio la sensación de que apenas quedaban unos cuantos ejemplares de anfibios e invertebrados con vida.
Ejemplar adulto de sapo de espuelas (Pelobates cultripes) en Piedrabuena, Ciudad Real, 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario