Este fin de semana del 27 y 28 de noviembre de 2021 ha tenido lugar una actividad verdaderamente interesante y enriquecedora para las muy escasas personas que han participado en ella. Por un lado, siete fotógrafos del diario El País han hablado sobre su trabajo desde la misma fundación del periódico, allá por 1976. Por otro, miembros del Club Manchego de Fotografía y algunas personas más hemos asistido al evento.
Se trataba de aprovechar la impresionante exposición fotográfica montada en el Museo Cristina García Rodero de Puertollano, Ciudad Real, y, de alguna manera, "acercarla", desgranarla y explicarla, desde las vivencias profesionales y personales de los autores. Esa selección que recorre la historia de España, y del mundo, en estos cuarenta y cinco años, viene a ser una memoria gráfica de buena parte de nuestro país, con sus luces y sus sombras.
La exposición ha sido comisariada por Tofiño y Julián Rojas y han participado veinte autores y autoras. Fue adquirida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y financiada parcialmente por la Diputación Provincial de Ciudad Real y el Ayuntamiento de Puertollano.
La mesa redonda tuvo lugar el sábado, 27 de noviembre de 2021, a las 12 de la mañana, en el salón de actos de la antigua casa de Cultura. Fue presentado por la concejala de Cultura y por el presidente del Club Fotográfico Manchego, Miguel Ángel.
Enseguida los fotógrafos comenzaron a narrar sus vivencias y su trabajo, alguno de ellos desde el mismo nacimiento de El País. Las intervenciones de todos fueron trazando la forma de trabajar de estos profesionales, con una visión diferente y muy moderna en sus inicios, frente a lo que venía siendo el periodismo gráfico en el inicio de la Transición. Algunos fotógrafos procedían de otros periódicos conservadores o incluso del Movimiento (Movimiento Nacional).
Con el relato de algunas anécdotas o de vivencias de lo más variado pudimos conocer detalles de ese devenir histórico que fue quedando plasmado en negativos y en la prensa diaria y, en algunos casos, en nuestra memoria.
Algunas imágenes son consideradas verdaderos iconos de este tiempo y han ido cobrando mayor fuerza expresiva con el paso de los años, condensando, de alguna manera, muchas ideas y hechos, así como sentimientos personales y grupales.
Por ejemplo, la fotografía seleccionada por los organizadores es, verdaderamente, todo un símbolo de ese tiempo de cambios y fue hecha por el primer fotógrafo de El País, César Lucas. Nos estamos refiriendo a la fotografía de un niño en hombros en una manifestación por la carestía del pan en la calle Preciados de Madrid. Se la conoce como "El puñito".
Como hubo tiempo para las preguntas surgieron temas de gran interés, como el de la forma de trabajar pero, sobre todo, sobre la independencia de estos profesionales y sobre la existencia o no de presiones de cualquier tipo en cuanto a la selección de temas o imágenes concretas. Todos coincidieron en que no habían sentido esa presión, aunque, evidentemente, quién tiene la última palabra de las imágenes que se publican cada día, es el director del periódico, muy especialmente en la primera página.
A este respecto se habló bastante de ese proceso que no siempre termina con la satisfacción de otros miembros del equipo, como fue el caso de la ya tristemente mítica foto de un niño ahogado en una playa. El actual redactor jefe explicó que ellos luchan (defienden), de alguna, su criterio, frente al del director. Lo plantean hasta en tres ocasiones pero la decisión, llegado el momento, no depende de fotógrafos o redactores o del editor.
En cuanto a los posibles cambios producidos por el paso de la edición impresa a la digital el actual editor gráfico, Cristóbal Manuel, dijo que no había cambiado nada en cuanto al proceso de trabajo. Es decir, se han facilitado las cosas en muchos aspectos pero se sigue buscando la calidad y la veracidad en las imágenes y, siempre que es posible se utilizan los recursos propios. La edición en papel se da por cerrada a la 1:30 de la noche y ahora se envía ya en un "pdf" a las diferentes imprentas, que ya no están en la sede del periódico, sino distribuidas por diferentes lugares de España para facilitar su distribución.
En ese momento México coge el relevo, hasta las seis y media del día siguiente. La edición digital se va modificando a lo largo del día y es esa la que se considera el diario "El País" y no la impresa.
Fue muy comentado y argumentado el hecho de cómo ha ido cambiando todo en estos cuarenta y cinco años en cuanto a la forma de abordar temas tan trascendentales como la muerte, la violencia, los atentados, las guerras...El sentir es unánime en el sentido de destacar cómo lo que antes se publicaba con total normalidad hoy es sencillamente, impensable. Nuestra sociedad se ha hecho "hipersensible" a estos temas, con una "ñoñería" que pone en tela de juicio precisamente la objetividad y la veracidad. "Estamos hurtando a la sociedad la realidad" dijo, acertadamente Luis Magán Moreno.
Ante la pregunta de si la pandemia ha supuesto un empeoramiento de las condiciones laborales y, sobre todo, del despido de profesionales, como está ocurriendo en otros periódicos, uno de los presentes dijo que no. Fue curioso el dato aportado por Claudio Álvarez según el cual, en dos periódicos o revistas de Japón se había despedido a un par de decenas de fotógrafos y habían contratado a repartidores de pizza porque eran más rápidos e la hora de llevar sus trabajos al periódico. Parece ser que la información procede de un libro de Joan Fontcuberta.
El candente tema de la veracidad de las imágenes apareció muy pronto y tanto el actual director editorial Cristóbal Manuel como Bernardo Pérez, histórico del periódico que, pese a estar jubilado sigue con la cámara siempre en las manos nos hablaron como la primera fase en cuanto a la selección de imágenes ajenas al periódico. Además, Bernardo explicó como hay iniciativas que van a freenar o a hacer muy difícil la proliferación de imágenes falsas ya que se está trabajando en sistemas de autenticación muy sofisticados, como embeber determinados datos o metadatos en los píxeles, de manera que sean susceptibles de ser detectados. Así, nos hablaba de la gran responsabilidad de un fotoperiodista, que tiene en sus manos y en sus ojos la información veraz, con la obligación de trasmitirla lo más fielmente posible.
Otro tema suscitado es el de las llamadas "fotografías potentes, que pueden generar miedo", de manera que hay imágenes que generan una enorme controversia.
Ya por la tarde pudimos escuchar las explicaciones de los fotógrafos delante de sus propios trabajos, aportando multitud de detalles sobre el contexto en el que se captaron.
Al día siguiente realizamos una salida de campo para conocer y fotografiar el paisaje minero de Puertollano, algo verdaderamente sorprendente y cargado de significación. Contamos con las explicaciones de una gruía profesional y, en algún momento, con el director del Museo de la Minería de Puertollano.
Las diferentes actividades fueron calificadas por todos los presentes como extraordinarias. ¡Muchas gracias a todas las personas que las habéis hecho posibles!
Continuará...
Faltan fotografías...
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