El pasado 13 de septiembre de
2018 quedó inaugurada la exposición fotográfica “El Canguro Violeta exprés” de
Piedrabuena. En la exposición han participado doce fotógrafas y fotógrafos de
Piedrabuena, naturales o residentes. La muestra está formada por veinticuatro
fotografías que, de forma muy escueta, aporta una visión de lo que están
haciendo o han hecho estos doce participantes.
La exposición se ha organizado en
un tiempo muy corto, siete días, por lo que se denominó “exprés”. Además de
esta inmediatez se trataba de incorporar también fotografías hechas con
teléfonos móviles en algunos casos o aportar trabajos que ya se tuvieran
impresos.
El hecho de que, por primera vez,
hayan participado doce fotógrafos, que haya dos jóvenes y que también hayan
aportado sus fotografías cuatro mujeres –una de ellas, fotógrafa profesional,
Margo Zúñiga (Marta González Zúñiga)- han sido un motivo de satisfacción para
los organizadores, Mariano Rivero y Francisco Zamora Soria, galerista y
comisario, respectivamente.
En las dos docenas de fotografías
se pueden ver retratos, autorretratos, desnudo, paisajes, puestas de sol,
fotografía de bodas con un toque personal, algunas naturalezas muertas o
superficies planas. Hay tanto blanco y negro como color y fotografías analógicas
reveladas y positivadas por alguno de los autores, como es el caso de Félix
Ortega Freire.
Mariano Rivero, por ejemplo,
presenta dos imágenes en las que capta el paisaje en movimiento en blanco y
negro y hechas con un móvil.
Pura Camarena aporta su visión
del río Bullaque, una fotografía nos muestra un paraje con una nitidez
extraordinaria mientras que en la otra se decanta por ese ambiente del
atardecer, con cierta neblina muy tenue que crea un ambiente de gran belleza.
Aníbal de la Beldad Caro ha
presentado dos paisajes urbanos en blanco y negro con un aire cercano a la abstracción
geométrica en la que el ser humano aparece a una escala muy reducida.
Antonio del Hierro Laín, a pesar
de haber empezado a hacer fotografías con cámara réflex hace apenas un año, pone
de manifiesto su dominio técnico pero, a su vez, su buen criterio y
creatividad.
Antonio González Albalate, uno de
los jóvenes que han participado, nos presenta una puesta de sol y un paisaje
con unas luces y colores muy sugerentes.
Kiko Comino, experimentado
fotógrafo, expone una puesta de sol marina con una mujer en movimiento
congelado de gran dificultad técnica y un retrato en blanco y negro en la que
destaca el perfecto equilibrio entre luces y sombras.
Begoña de la Cruz Merino ha seleccionado
para la ocasión una cascada de las Lagunas de Ruidera con el efecto del agua de
seda o efecto sedoso.
La fotógrafa profesional Margo
Zúñiga nos ofrece un sugerente desnudo y un paisaje al atardecer con un modelo y
unas luces, en blanco y negro, de gran belleza.
Ángel Navas Becerro, con dos
fotografías de bodas en blanco y negro, nos sorprende captando ese ambiente
festivo, juvenil y feliz de los bailes de las bodas, una mirada que huye de la
convencionalidad y que aporta frescor y naturalidad.
Félix Ortega Freire, con una
larga trayectoria, ha optado por seleccionar dos fotografías que aúnan los
valores estéticos con el gran valor documental y humano, con sendos retratos de
dos personas mayores ya fallecidas en sus respectivos lugares de trabajo, una
fragua y el campo con el ganado.
Andrea Rivero Enríquez, por su
parte, irrumpe con la fuerza de la juventud con dos autorretratos de gran belleza,
uno de ellos en blanco y negro y de muy considerable dificultad.
Francisco Zamora Soria presenta
dos superficies planas un tanto minimalistas, una de ellas, un fragmento de un
paisaje natural calcinado premeditadamente en el que ha sobrevivido una inflorescencia,
una pequeña mueca de denuncia, y unas sombras en una pared.
Francisco Zamora Soria, 16 septiembre 2018.
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