Ayer, 30 de enero de 2019, miércoles, fue la primera noche de anfibios de este año, aunque quizás haya habido algo de actividad en los días anteriores en los que las temperaturas lo permitieron. Anoche entre las nueve y media y las doce había unos 9 grados centígrados en Piedrabuena y 8 en Picón.
Aunque solo llovió muy ligeramente, en Picón y Piedrabuena (Ciudad Real) ya se pudieron ver sapos corredores (Epidalea calamita), sapo de espuelas (Pelobates cultripes), gallipatos (Pleurodeles waltl) y tritones pigmeos (Triturus pygmaeus). Además, pude contemplar abundantes lombrices de tierra, caracolillos, un micro-mamífero, una perdiz (Alectoris rufa) que parecía desubicada y un pajarillo no identificado.
Aunque solo llovió muy ligeramente, en Picón y Piedrabuena (Ciudad Real) ya se pudieron ver sapos corredores (Epidalea calamita), sapo de espuelas (Pelobates cultripes), gallipatos (Pleurodeles waltl) y tritones pigmeos (Triturus pygmaeus). Además, pude contemplar abundantes lombrices de tierra, caracolillos, un micro-mamífero, una perdiz (Alectoris rufa) que parecía desubicada y un pajarillo no identificado.
Los tritones pigmeos hembra, osea, las "tritonas", daban la sensación de que ya estaban preparadas para realizar la puesta, al menos en dos ejemplares. En fin, esperemos que siga lloviendo y que podamos disfrutar de un fin de invierno y una primavera más suaves y húmedas.
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