Desde el inicio del año 2020 parece ser que la compañía ADESLAS ha tomado medidas que vienen perjudicando seriamente a sus asegurados y aseguradas. Así, en pueblos menores de 5.000 habitantes ya no se puede seguir acudiendo al centro de Salud, como venía ocurriendo hasta ahora, al no haber médicos de la citada compañía. Ese servicio de la Seguridad Social, del SESCAM, en realidad, se ha sustituido por otro verdaderamente peculiar. Así, salvo ante una urgencia -difícil de distinguir en muchas ocasiones-ante una necesidad médica, ahora se debe llamar por teléfono a un doctor o doctora, que, desde Alcázar de san Juan, a unos 130 kms de distancia en el caso que conocemos, acudirá con un margen de 24 a 48 horas. La otra opción es acudir por medios propios a Ciudad Real, a 28 kms, si alguno de los doctores tiene algún hueco.
Así, con este sistema, el funcionariado asegurado vuelve a perder considerablemente un derecho y un servicio básico de los más importantes, sin siquiera una mínima explicación. Mientras, los políticos hablan y hablan, prometen y prometen. Pero ahora, si un día necesitas ir al médico debes contar con que quizás pasen dos días enteros. O, por ejemplo, si faltas un día al trabajo, dónde también desde 2020 se exige el justificante desde el primer día, debes contactar con el médico, telefónicamente para ver cuándo serás atendido y si te da la baja, aunque sea dos días después.
En definitiva, una situación de asistencia médica penosa que supone un verdadero agravio, un peligro para la salud y una injusticia.
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