La primera vez que te pica un tábano te llevas un susto, el dolor y, a veces, tu propio manotazo, como acto reflejo involuntario, intentando matarlo. A mí me pasó una, dos, tres,...decenas de veces. Era un picotazo doloroso, que dejaba la señal y la sensación de haberte arrancado una parte de tu carne, de haberte mordido, más que picado.
Pero, lo curioso es que esas picaduras las producen solamente las hembras, es decir, las tábanas. Los tábanos macho se alimentan de jugos vegetales mientras que las hembras son hematófagas.
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