Hoy, 10 de abril de 2020, Viernes Santo, seguimos confinados por la declaración del estado de alarma, desde el 14 de marzo pasado. Podríamos decir que la procesión va por dentro. Ha llovido en Piedrabuena, Ciudad Real, de manera que, sin confinamiento, hoy no habría podido haber habido procesiones.
Para mí, natural de Villarrubia de los Ojos, un pueblo de la provincia de Ciudad Real, el día de hoy es muy especial, cargado de recuerdos, de emociones, de vivencias muy fuertes y entrañables. Antes del amanecer íbamos a la procesión de las Encuentros. Era la más curiosa de las cuatro que había durante muchos años. Me resultaba chocante, de niño, y de joven y adulto, emocionante, el hecho de ir en silencio, sin música, sin prácticamente nadie, o nadie, por las calles, contestando en silencio al rezo del rosario de uno de los hermanos, que iba por el centro de la calle, con su vozarrón. Durante años esas oraciones las grababa en nuestra memoría Julián Román.
Normalmente hacía frío y éramos pocos los cofrades de "los blancos", la Hermandad de la Soledad y la Vera-Cruz, frente a los más numerosos de "los moraos", la Hermandad de Jesús Nazareno.
Hoy, quiero compartir estos recuerdos y una fotografía de 2005, concretamente del 25 de marzo, Viernes Santo. La fotografía es analógica y la hice en la calle del Charcazo en su confluencia con la calle Grande y la Concepción.
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