Ayer, 23 de junio de 2020, supe que había muerto Julián Cabrera Bajo, conocido como "Catite". Contaba con 95 años y los últimos años de vida los pasó en la residencia de Mayores de Piedrabuena. Cuando me dieron la noticia ya había sido enterrado. De haberlo sabido habría intentado ir al entierro, o al tanatorio, si nos hubieran dejado.
Nació en 1925, por lo que era de la quinta del 45.
Nació en 1925, por lo que era de la quinta del 45.
Me vinieron a la memoria momentos muy buenos pasados en la Guarnicionería de su buen amigo Vicente Rodríguez García-Sacedón, en la calle Real. Allí lo conocí, como uno de los amigos y visitantes de Vicente, entre los que me cuento.
Había sido cabrero toda su vida, por lo que mi mujer, Pilar Sánchez Fernández, contactó con él para que le aportara información sobre los usos, nombres y creencias de las plantas de Piedrabuena, ya que estaba haciendo un trabajo de Etnobotánica. Fuimos, junto con Vicente, al campo, y allí nos empezó a contar sus conocimientos sobre las plantas que veíamos.
Después fueron muchos los días en los que estuve presente en esas pequeñas tertulias de la guarnicionería. Allí se veían unos cuantos amigos y conocidos de edades similares. Imperaba el buen humor, con frecuentes alusiones al pasado común. Las intervenciones de Julián eran muy bien recibidas, con sus chascarrillos, refranes, canciones y anécdotas. Julián siempre estaba de buen humor y aportaba una especie de bondad e ingenuidad a la conversación. Para mí era un verdadero placer escucharlo, aprender de él y disfrutar de esos encuentros tan entrañables. Julián era una buena persona, muy sencillo y sereno. ¡Descanse en paz!
Julián Cabrera Bajo, el 17 de marzo de 2007, en el carreterín del repetidor de Los Pozuelos de Calatrava, Ciudad Real, en una salida de campo con fines de recopilación etno-botánica llevada a cabo por Pilar Sánchez Fernández.
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