sábado, 16 de enero de 2021

Cinco años de este blog, Los Ojuelos.

 Ya son cinco los años que llevo escribiendo y publicando fotografías en este blog, "Los Ojuelos", en este cuaderno de mi vida, de mi espacio, de mi tiempo y de buena parte de lo que me rodea. Han sido cinco años que han pasado muy deprisa, en los que he querido compartir, sobre todo, lo bueno, lo que me gusta, lo que me sorprende, lo que me parece que tiene que estar a mano de cualquier persona que pueda tener curiosidad o interés.

En este tiempo he escrito 362 entradas, casi todas, con fotografías. Me siguen, me seguís, 19 personas y tengo 37.000 visitas. La primera entrada es de 2016, concretamente del día 9 de enero. Llegué al bar de Toro, de Villarrubia de los Ojos y mi amigo, Conce Sepúlveda, me dijo que había agua en los Ojuelos del río Gigüela. Rápidamente  fuímos a ver el fenómeno, que nos llenó de alegría y esperanza. Escribí algo y empezamos a hacer algunas llamadas. Las noticias en la televisión, en la radio, en los periódicos y en internet se sucedieron. Fueron los primeros pasos de estos textos que, de alguna manera, se sentían sucesores de mi primer blog, "Franzaso", aunque ya tenía otros en activo.

Para mí ha sido un verdadero placer, una distracción, una especie de válvula de escape, un refugio, un aliciente, una forma de relacionarme y de expresarme.

Mi idea es poder seguir haciéndolo. Quiero seguir diciendo por escrito lo que pienso y lo que siento. Es mi deseo dar a conocer esos tesoros que yacen a nuestro alrededor. Me gustaría poder escribir y fotografiar, como hasta ahora, con la idea de que, al compartir, ayudo a alguien, hago, no sé si feliz pero, al menos, sorprendo o provoco la curiosidad y el asombro.

Curiosamente, la entrada que más lecturas ha tenido ha sido la dedicada a un vendedor ambulante de Polán, Toledo, cuando supe que había fallecido. Para mí fue un honor saber que a sus hijas, a su familia y a sus amistades les gustaron mis palabras. Esta entrada tiene, a fecha de hoy, 16 de enero de 2021 6.641 visitas.

Otro texto que tuvo cierta repercusión en mi pueblo natal, Villarrubia de los Ojos, fue el del hallazgo del yacimiento paleontológico que tuvo lugar en los años sesenta. Ya cuenta con 909 visualizaciones. A veces mis escritos o las citas -no siempre mías- sirvieron para elaborar algunas noticias, lo que me alegra y anima. El número de entradas ha ido en aumento:

2016: 34

2017: 39

2018: 65

2019: 81

2020: 134

Supongo que la gran diferencia entre el año que acaba de concluir, el 2020, y los anteriores, estriba en que he tenido más tiempo, debido al confinamiento por la Covid-19. Sólo de ese tema escribí trece, si no recuerdo mal.

Y en esas sigo, con mi cámara, mi teléfono móvil, mis papeles siempre en el bolsillo, para apuntar las ideas que me asaltan. Mis libros, mis revistas, mi oreja verde, al estilo Rodari me acompañan a todas horas. Muchos días me levanto al cabo de un buen rato de acostarme, para anotar algo que me ronda por la cabeza. Hay, además, entradas sin publicar, con un título y, quizás, unas líneas, como borrador. Ahí están, esperando ver la luz algún día o, sencillamente, ser ignoradas.

Hace ya muchos años desde que empecé con los blogs. Al menos han pasado quince. Pronto leí esa expresión de la blogosfera. Y yo empecé a nombrar, creo, lo de la blogterapia. Algo de cierto hay.

Muchas gracias por seguirme y por leerme. Sin vosotros y vosotras, mi "discurso", mis relatos y mis imágenes no tendrían sentido. Y, como decía un sabio que tuve la suerte de conocer, Casimiro Soriano (qepd), "lo que yo diga que no valga". Casimiro era una de las mejores personas que he conocido en toda mi vida.




1 comentario:

  1. Un placer poder seguir leyendo tus comentarios tan nutrientes.

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