Ya están aquí los chiris...
Hoy, 21 de febrero de 2021, domingo, me he dado cuenta de que ya están los chiris, es decir, los cernícalos primilla (Falco naumanni) en Piedrabuena, Ciudad Real. He ido a la plaza y, sobre la iglesia, los he visto, con sus vuelos y sus pequeños gritos. A continuación, Yolanda, que los observa con interés y admiración desde hace muchos años, me ha dicho que, al menos, ya llevan una semana por aquí.
Es decir, probablemente, llegaron a Piedrabuena la semana anterior o, quizás, incluso, un poco antes.
Después, he hecho una búsqueda rápida en internet. Me ha aparecido, enseguida, la noticia que difundió Aníbal de la Beldad el año pasado, sobre la suelta de cuatro ejemplares recuperados por la Consejería de Medio Natural allí mismo. Recordé que un pollo, precisamente, lo recogió el agente medioambiental, Paco Contreras, cuando lo avisamos. Y que un periódico nacional, ABC, publicó una de mis fotografías, sin mi consentimiento y sin citarme. Tras avisar, incluyeron mi nombre en la noticia digital.
Y también me he llevado la sorpresa, la muy grata sorpresa, de leer el poema que Paco Caro escribió sobre estos pequeños halcones que habitan en los tejados de nuestras casas e iglesias, en nuestros pueblos.
Los cernícalos de Piedrabuena siguen siendo una maravilla de la Naturaleza en todos los sentidos pero, además, son un ejemplo de cómo podemos convivir, de cómo podemos compartir incluso nuestras casas, nuestros sueños, nuestros deseos...
Los cernícalos primilla vienen de pasar el otoño y el invierno en África. Han cruzado el Estrecho de Gibraltar, sin papeles, pero, curiosamente, no son ilegales ni delicuentes ni peligrosos. Vienen a criar, a alimentarse, a hacer el ángel (como Joaquín Blume) sobre nuestras siembras, cunetas y liegos. Vienen a llenar nuestros ojos de esa belleza que espera, con toda la paciencia del mundo, a ser percibida pero no manoseada, ni capturada ni manipulada.
Los cernícalos primilla seguirán siendo objeto de estudio de ornitólogos, desde la labor casi siempre callada, anónima y minusvalorada. Así viene siendo la que lleva a cabo José Manel Hernández, por ejemplo. Los cernícalos primilla seguirán siendo chiris, en Piedrabuena y alcotanes en Villarrubia de los Ojos, ambos municipios, en la provincia de Ciudad Real.
Seguirán, los cernícalos primilla, fascinando a algunas personas ¿raras?, incluyendo a un buen número de chicos, como los de mi infancia, que nos pasábamos muy frecuentemente por los aledaños de la iglesia de mi pueblo -Villarrubia de los Ojos del Guadiana- para ver si, la desgracia de unos se convertía en nuestra dicha. Íbamos buscando pollos recién caídos, de sus escuetos nidos, para criarlos.
Muchos años después, la que hoy es mi mujer, me contó que su padre, que en paz descanse, Mario Sánchez García, había criado un ejemplar. Le pusieron por nombre "Pumuki". Llegó a tener un "trato" extraordinario con su amo e hija. Se iba volando por los tejados cercanos. Lo llamaban y volvía. ¡Sorprendente! Un buen día, Pumuki, salvado de una muerte segura por sus cuidadores, siguió la irrefrenable llamada de su instinto, y no volvió.
Hoy, 21 de febrero de 2021, domingo, cuando todavía falta un mes para la entrada de la primavera, los cernícalos primilla (Falco naumanni) ya están en Piedrabuena, Ciudad Real, alegrando cielo, tejados y campos, con sus gritos y sus vuelos cernidos.
¡Bienvenidos y bienvenidas, un año más!
Pollo de cernícalo primilla (Falco naumanni) encontrado en Piedrabuena, Ciudad Real, en la puerta de la sacristía de la Iglesia parroquial "Nuestra Señora de la Asunción", en junio de 2020. El ejemplar fue recogido por el agente forestal Francisco Contreras y llevado al Centro de Recuperación "El Chaparrillo", de Ciudad Real, de la JCCM. Foto FZS.
Primer cernícalo primilla visto por mí, del año 2021. Iglesia de la Asunción, Piedrabuena, Ciudad Real. 21 de febreo de 2021, domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario