miércoles, 17 de agosto de 2022

Escenas entomológicas, 29: Imagina que eres una hormiga "Camponotus cruentatus" y tienes hambre...

 Imagina que eres una hormiga y tienes hambre. Además, se acaba ese período de abundancia que llamamos Primavera. Ya aprietan tanto los calores que hay momentos en los que no se puede ni salir del hormiguero. Vives muy muy cerca de un territorio peculiar y muy contradictorio, que te da alimentos pero también te puede matar. Son piedrecitas alineadas y enrasadas, unidas por una sustancia un tanto gelatinosa y oscura. Y, a ambos lados, hay un poco de todo: hierbas, arbustos, árboles, animales muy variados, vivos y muertos, objetos extraños que, a veces, contienen sustancias muy agradables y, otras, veneno. Esa plataforma, meseta o llanura se comporta de una forma irregular en todos los sentidos, empezando por la temperatura, que la hace acogedora pero también peligrosa, y terminando por la aparición de comida y el riesgo inminente e impredecible de la muerte. Las encargadas de la ganadería arbórea siguen muy afanosas, subiendo y bajando por esas ramas, recolectando la melaza extraordinaria de los enormes pulgones de la cercana encina bajo la que vivimos.

Aparece un montón de carne fresca, de repente, que está protegida por unas pequeñas piezas rígidas e imbricadas, como escudos. Nos cuesta un poco romper esa protección para acceder al alimento. Vamos y venimos y nos comunicamos, en el trayecto, el hallazgo. No hay más remedio que interrumpir, en algunos períodos, la extracción. El calor es insoportable. Además, el suelo, de tanta temperatura, parece que arde y hasta se derrite, con el consiguiente peligro de quedar atrapadas en esa cenagosa sustancia ardiente.

Por si fuera poco, ya estamos preparando el próximo gran evento de nuestra extensa y muy poblada colonia. En pocos días se esperan lluvias. Los machos ya están preparados, con sus alas creciendo y estirándose, para estar en perfecto estado en el momento adecuado. Las hembras también se empiezan a ver, tan grandes, tan deslumbrantes y atractivas.

Hay algunos competidores ahí fuera. Los hay de todas clases, pero en esta ocasión todo va bien y en muy pocos días de esa despensa longitudinal apenas si va a quedar el esqueleto, demasiado duro para nosotras. El calor también nos está arrebatando horas de extracción y, además, está resecando demasiado la mercancía. Es curiosa cómo estaba situada la comida, a lo largo de una estructura más rígida, en forma cilíndrica...Caen unas gotas de agua, enormes, productoras de verdaderos cráteres en el polvo...los machos están excitados y salen masivamente. Empiezan a trepar por los diferentes troncos de nuestra encina. Las hembras también se animan y asoman a esa atmósfera límpida, después de una ligera lluvia. Se inicia una nueva temporada.

Relato de una anónima hormiga "Camponotus cruentatus" obteniendo alimento de una culebra "Rhinechis scalaris" atropellada en una carretera secundaria...

















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