miércoles, 5 de junio de 2024

Libertad de expresión, cuando nos interesa, cuando no, ideología...

 Hace unos días un hombre con muy mal humor pegó un par de bofetones a un humorista que, con muy poco humor, había publicado un mensaje ofensivo, racista, clasista, machista y obsceno sobre un niño de unos meses, hijo del ofendido abofeteador.

Las imágenes las he visto varias veces porque, mientras daban la noticia te las repiten. Y en el siguiente programa te las vuelven a ofrecer. 

Primero, creo que ya queda dicho que lo que le dio fueron dos bofetones que, por cierto, no se aprecia con la suficiente claridad si llegaron a impactar en su destino.

Segundo, el valiente humorista se defendió arrinconándose, sentándose, extendiendo los pies y brazos diciendo algo así como que si podían hablar.

Tercero, del público se escucha un sonoro ¡eeeeh! y se ve como dos personas, también de buen tamaño, se ponen de pie y levantan las manos como queja. Y nada más.

Cuarto, el padre ofendido pide perdón a la audiencia, que no debía ser mucha. 

Quinto, un hombre del público le recrimina que eso no lo puede hacer "en ese lugar". 

Sexto, al día siguiente leemos sendos mensajes de los protagonistas. Uno pide disculpas y el otro también, poco más o menos. 

Séptimo, en las tertulias televisivas se habla de lo ocurrido, mientras se emite una y otra vez la secuencia, y fotos de archivo de ambos personajes.

Octavo, se zanja el asunto con la condena de la violencia.

Noveno, se dice que el mensaje no fue afortunado y que debe prevalecer la libertad de expresión y que la violencia sólo genera violencia...bla, bla, bla...

Décimo, se relaciona con la política actual y con el ascenso de la extrema derecha... Al revés sería, sencillamente, libertad de expresión. Ya, agotado, lo dejo.


Moraleja: cada uno entiende por libertad de expresión lo que le interesa y por machismo, clasismo, racismo, lo mismo. Como se trataba de un padre de extrema derecha o neonazi -según dijeron- esas palabras ofensivas contra su hijo, contra los futbolistas, contra los negros, contra los obreros, contra los homosexuales...forman parte del derecho a la libertad de expresión de un humorista que solo quería hacer reír. Si hubiera sido al revés, es decir, si una persona de extrema derecha hubiera dicho esas cosas de un niño de escasos meses hijo de un "neo o paleo rojo" habría sido ampliamente comentado, calificado y condenado. Aunque luego dijera Pablo Echenique eso de que en realidad es un problema de ideología y que hay ideologías que deben ser prohibidas...

Ayer, casi seguro, debieron morir en España nueve personas por suicido, debieron producirse cuatro violaciones con penetración, al menos hubo un asesinato, y dos trabajadores debieron perder la vida por accidente laboral. No hablamos de tentativas. Son frías estadísticas, aproximadas.




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