Hace poco tiempo la Confederación Hidrográfica del Guadiana ordenó que se redujeran los regadíos del acuífero 23 o Mancha Occidental en un diez por ciento. En pocos días surgieron las quejas, las declaraciones, las críticas y, como medida de fuerza, la tractorada ante la sede del Organismo de cuenca.
La institución que debe velar por el río Guadiana y sus afluentes, rebajó sus exigencias a un cinco por ciento.
El río Guadiana, desde su nacimiento en los Ojos, hasta la entrada en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, sigue seco. El cauce del río está completamente seco como lo esta´n algunos afluentes y subafluentes y los Ojuelos del río Gigüela. Es decir, usando el vocabulario matemático de la Confederación Hidrológica del Guadiana, el río Guadiana, y otros afluentes, están al cero por ciento de agua. Y, además, así están muchos pozos de regantes que, por las causas que fueran, no los han profundizado.
Y esta situación, vista así, se revela con claridad como tremendamente injusta. Es decir, los ríos pueden estar completamente secos, aun siendo ríos con regímenes anuales como el Guadiana, y muchos propietarios con pozos legales, realizados mucho antes de la actual ley de Aguas, se encuentran en las mismas condiciones, mientras que otros tantos -miles- pueden seguir regando a un supuesto noventa y cinco por ciento. Digo "supuesto" porque las medidas de control distan mucho de ser eficientes o, sencillamente, reales. Así, además del grado considerable de ilegalidades y alegalidades, nos encontramos con la desidia, incapacidad o desinterés, o interés en realidad...de las instituciones y, léase, por favor, de los políticos, en su inmensa mayoría...
Hoy, 4 de febrero de 2020, hay convocado otra manifestación de agricultores en Toledo. En esta ocasión, parece ser, es por los bajos precios de los frutos (aunque pareció que era por la subida del salario mínimo interprofesional). Nos tememos que las verdaderas razones tienen que ver con toda una forma de concebir la política agraria, laboral y ambiental, en la que, cada vez que llega al poder un partido más progresista se pone en marcha la "maquinaria...agro-política", por llamarlo de alguna manera.
Pero lo cierto es que el pasado y reciente dos de enero de 2020 en el cauce del río Guadiana, en Zuacorta, entre Villarrubia de los Ojos y Daimiel, fueron localizados varios agujeros por los que salía humo de la combustión inducida de la turbera por los descensos piezométricos.
Aún no siendo buenas las condiciones meteorológicas la causa de estos descensos hídricos se encuentra en la extracción masiva de aguas subterráneas. El agua que falta hasta llegar a aflorar y circular por este desastroso y esquilmado río la han sacado, mayoritariamente, regantes que siguen presionando para mantener el noventa y cinco por ciento de sus riegos (osea, bastante más del cien por cien, si consideramos los fraudes), a costa del cero por ciento de agua de ríos, humedales y en los pozos tradicionales de más de cien años de antigüedad, cuyos derechos, sencillamente, se vulneran sin compensación alguna.¡Que gran mentira! ¡Qué gran vergüenza!
¡Repitamos fuerte y claro: ríos, al cero por ciento y regadíos, al noventa y cinco por ciento!
Los Ojuelos del río Gigüela, en Villarrubia de los Ojos, completamente secos, al cero por cien de agua. Diciembre de 2019.
Socavón en el cauce del río Guadiana, junto al antiguo Ojo del Rincón. En la fotografía, Concepción Sepúlveda Rodríguez, guía de campo y muy buen conocedor de estos parajes, hoy, inhóspitos.
Fragmento del Mapa Topográfico Nacional, años 40 del siglo XX.
Pero lo cierto es que el pasado y reciente dos de enero de 2020 en el cauce del río Guadiana, en Zuacorta, entre Villarrubia de los Ojos y Daimiel, fueron localizados varios agujeros por los que salía humo de la combustión inducida de la turbera por los descensos piezométricos.
Aún no siendo buenas las condiciones meteorológicas la causa de estos descensos hídricos se encuentra en la extracción masiva de aguas subterráneas. El agua que falta hasta llegar a aflorar y circular por este desastroso y esquilmado río la han sacado, mayoritariamente, regantes que siguen presionando para mantener el noventa y cinco por ciento de sus riegos (osea, bastante más del cien por cien, si consideramos los fraudes), a costa del cero por ciento de agua de ríos, humedales y en los pozos tradicionales de más de cien años de antigüedad, cuyos derechos, sencillamente, se vulneran sin compensación alguna.¡Que gran mentira! ¡Qué gran vergüenza!
¡Repitamos fuerte y claro: ríos, al cero por ciento y regadíos, al noventa y cinco por ciento!
Los Ojuelos del río Gigüela, en Villarrubia de los Ojos, completamente secos, al cero por cien de agua. Diciembre de 2019.
Socavón en el cauce del río Guadiana, junto al antiguo Ojo del Rincón. En la fotografía, Concepción Sepúlveda Rodríguez, guía de campo y muy buen conocedor de estos parajes, hoy, inhóspitos.
Fragmento del Mapa Topográfico Nacional, años 40 del siglo XX.
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