Hace casi treinta años pasamos de vivir una intensa sequía a un período muy abundante de lluvias. Como ahora, las noticias se centraban fundamentalmente en desbordamientos de ríos y arroyos, carreteras cortadas, casas o barriadas inundadas y poco más. No suele ser habitual que en esas informaciones se aporte una visión de conjunto, y menos aún, crítica, que nos permita conocer lo que de verdad está ocurriendo y las razones, los porqués. Es decir, la mayoría de las veces que se desborda un río o un arroyo o que se cae un puente o similar lo que ocurre es que la Naturaleza, sencillamente, reclama su sitio. Las construcciones humanas suelen estar, en estos casos, o mal ubicadas, mal hechas o mal conservadas. Sorprende que haya puentes romanos y calzadas que se mantengan desde hace dos mil años y que, sin embargo, otras infraestructuras se las lleve el agua con muy poco tiempo de existencia.
Además, se suele decir eso de que el agua se pierde en el mar y otras ideas sin fundamento alguno.
Y, a lo que iba, en esos días de 1996 escribí un artículo que me publicó el diario Lanza de Ciudad Real. Lo titulé "Ahora que llueve...o el agua debe llegar al mar". Hoy lo he recordado tras ver cómo, por fin, llueve con ganas y, ¡cómo no!, se publican noticias muy parecidas.
Mientras tanto, en estos años, se ha seguido con políticas de derroche, de construcción de infraestructuras multimillonarias que no funcionan, se ha seguido incentivando el cultivo de regadío en zonas como La Mancha, produciendo excedentes y con mano de obra, en muchas ocasiones de inmigrantes, en condiciones muy cuestionables. Se ha hablado, discutido, politizado, legislado, estudiado, investigado, publicado y...mirado para otra parte, haciendo prácticamente lo mismo que siempre. Es cierto que se han mejorado algunas cuestiones pero, hoy, 14 de diciembre de 2022, el nacimiento del río Guadiana-en los llamados Ojos del Guadiana- sigue seco. El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y Villarrubia de los Ojos tiene unas cuantas hectáreas con agua ¡del río Tajo! pero, afortunadamente, sigue lloviendo. Y hoy, como entonces, el agua debe llegar al mar en cantidad y calidad.
Buscando información sobre el avetoro en la provincia de Ciudad Real he encontrado su blog.
ResponderEliminarMe parece muy interesante.
Felicidades!