En estos momentos, cuando son las 22:43 horas escucho muy cerca de mi casa la música de la procesión de la Flagelación, que ya se acerca, de vuelta, a la iglesia de la Asunción.
Hoy han procesionado los blancos, es decir, la Real Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad, de la Vera Cruz y San Cristóbal y los moraos, la Hermandad de Jesús Nazareno y Santísimo Cristo en la Agonía.
Sólo he presenciado la llegada de los blancos al guardapasos de la Hermandad, junto a la Iglesia de la Soledad y su salida desde allí a la parroquia. Allí, los moraos ya habían iniciado la procesión y estaban sacando sus pasos. A continuación, los blancos han hecho lo propio. La música de la banda de tambores y cornetas y dos bandas de música, la de Villarrubia de los Ojos y la de Piedrabuena han dado solemnidad y acompañado todo el recorrido.
En la procesión hay dos cofrades blancos, mujeres, con la túnica tradicional plisada.
La salida de la iglesia me ha parecido espectacular pero, sobre todo, sentida y emocionante. En la última "levantá" el capataz nos ha provocado un sentir profundo, enjuagado, en muchos casos, con unas lágrimas.
En cuestión de segundos la gente se empieza a ir pero la iglesia no se queda ni sola ni vacía. En la capilla del Santísimo hay unas cuantas mujeres rezando y velando. Un cielo azul turquesa alumbra los últimos momentos de este hermoso día y se cuela por la puerta principal.
En breves momentos empezará la de "La Oración en el Huerto". Una hora antes de su salida, ya hay algún cofrade en la capilla.
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