¡A cubierto, que llegan los fastos de finales de noviembre de 2023 con nombrecitos en inglés!

 Quién nos iba a decir hace sólo unas décadas que tendríamos que ponernos a cubierto en estas fechas finales de noviembre no por el frío sino por las insidiosas campañas publicitarias con nombrecitos en inglés. Todavía recuerdo una pintada de tema político de los años setenta del siglo XX en mi pueblo natal, Villarrubia de los Ojos, provincia de Ciudad Real, España. Decía algo así como: "España, hay quién te quiere y hay quién te U.S.A." Eran letras grandes, negras, hechas con pulverizador y con letra un tanto temblorosa o, quizás, disimuladora de una caligrafía reconocible. Había más pero no las recuerdo. Yo tenía unos quince o dieciséis años. La frase me dio mucho que pensar y alguna que otra vez la recuerdo. He estado tentado de preguntarle al que yo creo que fue el autor o, quizás, hasta lo haya hablado ya, no lo sé.

Ahora, en 2023, vemos cómo se celebran fiestas de esa cultura más norteamericana que simplemente anglosajona y se olvidan las nuestras. Nuestras costumbres van transformándose bastante deprisa pero, me temo, nos vamos quedando con lo superfluo y lo menos relevante, con lo externo y anecdótico. El consumo en masa, un rasgo más del llamado capitalismo galopante que decía el geógrafo brasileño Milton Santos nos va ganando el terreno. Es, como decía él, "el todo explica las partes". Es este sistema el que tiene la clave para entender estos "capítulos" tan descriptivos. En estos días, que se convierten en semanas largas y a veces en más que quincenas, se nos olvida eso del Cambio Climático, el Calentamiento Global, el Desarrollo Sostenible, de los queridos y odiados "ODS" o incluso algunos principios básicos de economía doméstica, sentido común y hasta de la religión católica. Se nos olvida el refranero con ese dicho del agua que no has de beber déjala correr y se nos quiere convertir en marionetas, en autómatas, en juguetes teledirigidos, gente muy obediente que sabe que llevar la contraria está mal visto. 

En estos fastos de finales de noviembre con nombrecitos en inglés yo vindico la epatante acción de quedarse en casa, salir a pasear, hacer limpieza -incluso exterior-, reutilizar, reparar, reflexionar, recrearnos en los placeres de la vida lenta, en la familia, en la solidaridad, en el compartir, en el intercambiar, en el trueque, en la imaginación, en la observación, en la creación, en la oración también, para muchos, en la introspección, en la lectura, en la escritura, en la pintura...En estos días en los que más que lluvia hay tormenta de mensajes nocivos, lo ideal puede ser desconectar un poco y resintonizar con lo que de verdad nos importa y no nos impone nadie.