A mediados de octubre de 2023 la prensa provincial de Ciudad Real, concretamente el diario La Tribuna, el día 16 de octubre de 2023, decía en su primera página: "Los micólogos dan por perdida la campaña por la grave sequía en la provincia". En el interior, página 22, aparecía la noticia ampliamente desarrollada.
En esos momentos me suscitó tantas dudas que consulté a un amigo, botánico y también experto en el asombroso mundo de los hongos, porque aparecían otras afirmaciones que no terminaba de entender.
Por esas fechas, en una breve salida de campo con un interés muy diferente al de la recolección o búsqueda de setas, por la ribera del Bullaque, en Piedrabuena, observamos unos amigos y yo varias setas que nos llamaron la atención por su vistosidad y lustre.
Un mes después, sin grandes cambios meteorológicos, es decir, tiempo muy estable y sin lluvias, me encuentro con una persona que, desde hace años, y en temporada, se dedica a la compra-venta de níscalos. Me dice que el día anterior se habían hecho con tres mil kilos en Piedrabuena, dónde hay otro comprador. En Arroba de los Montes hay uno más.
Ayer, 25 de noviembre de 2023, domingo, con motivo de la celebración de las "I Jornadas Micológicas de Arroba de los Montes" pude observar más de cincuenta coches en la carretera entre Piedrabuena y Arroba de los Montes, que estaban precisamente buscando y recogiendo níscalos.
Unas horas más tarde, otro amigo y yo hablamos con uno de ellos. Venía el niscalero de Hellín, Albacete. Se trataba de un grupo que se había levantado a las cuatro de la madrugada y, tras recorrer casi 350 kms, estaban recogiendo níscalos en un monte público, Río Frío, en el término municipal de La Puebla de don Rodrigo.
Allí sólo pueden acceder a pie, por lo que llevan varias cajas de plástico, de las que se usan para la fruta, en una pequeña carretilla. Cuando acaban, compran alguna caja más en Piedrabuena y conducen otros tantos kilómetros de vuelta. Y todo por amor al arte, por el gusto de pasar un día en el campo, buscando níscalos para repartirlos con el círculo familiar y las amistades.
En nuestro grupo también hubo algunas personas que recogieron níscalos y parasoles para el consumo propio, además de setenta y cinco especies diferentes identificadas.
De manera que, sin datos más concretos, no puedo valorar si esta temporada la podemos clasificar o considerar como "perdida" o "catastrófica" pero todo parece indicar que no está siendo tan pobre como nos la pintaban.
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