La película "La chica salvaje" (2022), en inglés: "Where the Crawdads Sing" (1), de Olivia Newman se encuentra a medio camino entre el Naturalismo y amor a la Naturaleza y el drama cinematográfico convencional del cine americano, de asesinatos, infancias traumáticas, amores rotos, policías y juicios con jurado.
Como amante de la Naturaleza valoro muy positivamente que, al menos, el escenario principal y una parte muy importante de esta historia tenga lugar en una marisma, siendo uno de los protagonistas, de alguna manera. La verdadera protagonista es una niña, que pronto se hace mujer, que se siente fascinada de vivir en ese paraíso y de pintarlo como una verdadera experta. El resto de la historia se va desarrollando con recuerdos desde la infancia hasta el presente. Lo cierto es que la directora nos regala imágenes muy hermosas, detalles y hasta una visión poética que ensalza el gran humedal, con un toque de defensa ambiental muy necesario.
Una de las claves del desenlace va apareciendo en diferentes secuencias rápidas y descriptivas, pero cargadas de significado. No añadiré más al respecto. Me parece extraordinaria la idea de que sea una joven mujer la que, gracias a sus dotes de ilustradora de la Naturaleza, se convierta en una respetada y valorada autora de libros de divulgación científica. La imagen inicial de una garza que se acerca volando hasta posarse junto al río o canal parece demasiado forzada. Y dado que el primer libro de la dibujante científica se centra en los moluscos -constituyendo otro punto clave-no habría estado mal que nos hubiéramos podido deleitar con buenas tomas de estos seres tan curiosos y llamativos y algún que otro detallito de su biología.
Las actrices y los actores, la fotografía, la escenografía, el ritmo...me parecen muy correctos y Catherine "Kya" Clark, es decir, Daisy Edgar-Jones lo hace muy bien, aunque no me termina de resultar creíble esa evolución tan...tan...positiva, por decirlo de alguna manera, dadas las durísimas circunstancias de su infancia, adolescencia y juventud.
En Estados Unidos la novela de Delia Owens, zoóloga y conservacionista, resultó todo un descubrimiento y un éxito editorial impresionante, con más de 15 millones de libros vendidos y la traducción a varios idiomas, incluyendo el español. Lo más chocante es que la historia que subyace tiene cierto paralelismo con la vida de la novelista. Y es que Delia Owens se fue a vivir a un país africano para estudiar y defender a los elefantes. Su marido y ella regresaron, habiendo sido acusados de un asesinato. Algo muy parecido a lo que ocurre en este relato cinematográfico.
La valoración de Filmaffinity, con 2.237 votos a fecha de hoy, 7 de enero de 2024, me parece escasa. A este respecto vengo manteniendo que las películas de o sobre Naturaleza suelen recibir menor puntuación que el resto, en general.
La película ha sido considerada como "éxito durmiente" (2) ya que ha multiplicado con creces el presupuesto. Yo la recomiendo.
(1) "Crawdad" es uno de los nombres del cangrejo de río en algunos estados de Estados Unidos.
(2) "Sleeping hit", en inglés.
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