En la premiada y exitosa película de 1956 "Los diez mandamientos" de Cecile B. DeMille aparece durante unos segundos una escena muy curiosa. En el inicio de la salida de los hebreos de Egipto se ve el trasiego de gentes y animales, entre los que aparece una grulla coronada (Balearica regulorum) que guarda con dificultad el equilibrio al ir sobre un carruaje en movimiento.
En esos instantes la grulla aletea en el ajetreado y abigarrado tránsito.
Desconozco la obra literaria y el guion de este relato cinematográfico aunque, a pesar de tratarse de un ave tan curiosa, no me sorprende su aparición en escena tanto por su vistosidad como por la relación que tuvo con los seres humanos en el pasado.
Y es que estas hermosas grullas fueron consideradas durante siglos como animal doméstico e incluso como de compañía o mascota, aunque no dispongo de datos concretos para esta época histórica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario