La era de la Postfotografía; la imagen como lenguaje universal, la “democratización definitiva de la fotografía”, la creación de imágenes como forma natural de comunicarse con los demás, la plasmación de la libertad absoluta del “aquí y ahora”.
Y sus consecuencias; la cosificación definitiva de la imagen (ya iniciada con la fotografía digital) como objeto de consumo instantáneo y disociada del soporte físico que la convierte en fotografía. La imagen como ejemplo de inmediatez; el elemento que se comparte por redes sociales o mensajería instantánea móvil a decenas, centenas o miles, en apenas segundos, en cualquier parte, a cualquier hora. La banalización de la imagen, la apropiación indebida de ideas o de tomas repetidas hasta la saciedad.
La innecesariedad de formación para la ejecución de la imagen gracias a los automatismos de la cámara de un móvil, la ausencia de una curva de aprendizaje y una cultura fotográfica y por tanto la incapacidad para valorar lo que hace uno mismo y los demás. Fotografiar como un acto casi inconsciente, compulsivo, el arte de disparar por disparar sin planteamientos previos ni propósitos, sin cuestionamientos racionales. FB
Gran elección!!! FB
ResponderEliminarMuchas gracias
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ResponderEliminarLa era de la Postfotografía; la imagen como lenguaje universal, la “democratización definitiva de la fotografía”, la creación de imágenes como forma natural de comunicarse con los demás, la plasmación de la libertad absoluta del “aquí y ahora”.
ResponderEliminarY sus consecuencias; la cosificación definitiva de la imagen (ya iniciada con la fotografía digital) como objeto de consumo instantáneo y disociada del soporte físico que la convierte en fotografía. La imagen como ejemplo de inmediatez; el elemento que se comparte por redes sociales o mensajería instantánea móvil a decenas, centenas o miles, en apenas segundos, en cualquier parte, a cualquier hora. La banalización de la imagen, la apropiación indebida de ideas o de tomas repetidas hasta la saciedad.
La innecesariedad de formación para la ejecución de la imagen gracias a los automatismos de la cámara de un móvil, la ausencia de una curva de aprendizaje y una cultura fotográfica y por tanto la incapacidad para valorar lo que hace uno mismo y los demás. Fotografiar como un acto casi inconsciente, compulsivo, el arte de disparar por disparar sin planteamientos previos ni propósitos, sin cuestionamientos racionales. FB
¡Enhorabuena! Muy muy interesante. Muchas gracias por tu sabia aportación.
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