Lo ideal es no usar bolsas de plástico. Ya se pagan y en muchos comercios ni se dan ni se venden. Pero la realidad es que algunas personas las seguimos usando, especialmente desde que empezó la pandemia por COVID-19.
Aprendí a doblarlas para que ocuparan menos espacio hace muchos años. Me enseñó Máxima Fernández Ortega, una gran persona.
Se alisan con la mano y colocan bien las asas y bordes exteriores.
Se dobla por la mitad, de arriba abajo.
Se vuelve a doblar y ya tenemos un rectángulo muy alargado. En cada paso tenemos que "planchar" la bolsa con la palma de la mano, extrayendo el aire que quede dentro y eliminando las arrugas.
Hacemos triángulos en sentido contrario, para poderlo introducir por la raja o abertura que nos queda, redoblando o remetiendo lo que nos pueda sobrar de las asas.
Y ya tenemos un triángulo, que ocupa mucho menos y se puede tener en un cajón, caja, bandeja o bolsa.
Pero, insisto, lo mejor es no usar bolsas de plástico.
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