jueves, 26 de abril de 2018

La increíble historia de los tulipanes de Holanda y los de Piedrabuena.

Hace unos días salimos al campo unos compañeros y yo. Uno de ellos, Epi Garrido, vio unas flores entre unas rocas de cuarcita. A mí no me sonaban, y a las compañeras que estaban allí tampoco. Envié un par de fotografías a un amigo, doctor en Ciencias Biológicas, experimentado y experto en Etnobotánica, el profesor Alonso Verde. Al cabo de un rato ya tenía su respuesta.



Se trataba de tulipanes silvestres ("Tulipa australis") (identificación realizada a través de las fotografías, a falta de confirmar), una especie mediterránea. Lo curioso, además de mi desconocimiento -aunque ahora creo que sí las había visto otras veces- es que hace ya unos siglos se recolectaron miles de bulbos y se llevaron a Holanda e Inglaterra, dónde se fueron creando nuevas variedades.
Lo cierto es que, tras hacer una búsqueda rápida, me he dado cuenta de que la historia de estas preciosas y muy poco conocidas plantas, es mucho más compleja de lo que pensaba. Así, descubro que, para algunos, los bulbos se llevaron a Austria y a Praga, que por esa época se encontraba en la misma unidad política, a mediados del siglo XVI. Concretamente en 1551 las plantas habían sido vistas en Turquía por el embajador Augier Ghislain de Busbecq, que las enviaría después a su país. Y ya en 1562 habría llegado un cargamento iniciándose así la industria del tulipán en Europa. El doctor Verde nos recuerda que hoy, en 2018, los tulipanes suponen el 10% de PIB de Holanda, uno de los países más ricos y desarrollados del mundo, en el puesto 17.
Sin embargo hay estudiosos que afirman que los primeros tulipanes en llegar a Europa lo hicieron desde Al Andalus en el siglo XI. Así lo han comunicado Esteban Hernández Bermejo y Expiración García, de la Universidad de Córdoba y la Escuela de Estudios Árabes del CSIC.

En el imperio otomano ya se venían cultivando y experimentando con ellos, dada la admiración que provocaban.

En pocos años se produjo la que se considera la primera "burbuja financiera" de Europa. Unos años antes de llegar al estallido de esa burbuja se generó la llamada Tulipomanía, también llamada en inglés "Tulip craze" y en holandés "Penwindhandel". Tanto fue subiendo el precio de los bulbos que hubo muchas personas que pagaban cantidades cada vez mayores por ellas. Se llegó a equiparar con la dote de una novia e incluso se cambió un bulbo de una variedad concreta por una  exitosa destilería de cerveza en Francia. Tanto se elevaron los precios que llegó el momento crítico de la duda, produciéndose el desplome de tan disparatadas cantidades de dinero. Muchas familias quedaron arruinadas e incluso en la calle, dadas las hipotecas que se habían contratado. Era el año 1637.

Por el momento no he encontrado citado el tulipán silvestre ("Tulipa australis") en los trabajos que me ha dado tiempo de consultar sobre Piedrabuena. Es una planta muy curiosa y bonita que esconde esta interesante historia, muy resumida.
He consultado la enciclopedia "Britannica Global Edition 2009", volumen 28, páginas 16856 y 16857, el artículo enlazado más arriba y el de la Wikipedia. Además he consultado la guía INCAFO y el Dioscórides de Font Quer, sin éxito y algunos más de ámbito provincial o comarcal. El libro, extraordinario, por cierto, de Juan Antonio DEVESA ALCARAZ (1995) "Vegetación y Flora de Extremadura" de Universitas Editorial, de Badajoz, aporta unas descripciones muy interesantes y técnicas y la constatación de su presencia en la vecina y cercana región. Como dije al inicio, esta entrada no habría sido posible sin la información del Dr Alonso Verde, a quién agradezco su rapidez en facilitarme la información.

Agonizando el charco...

Tras caer un par de chubascos me he acercado a ver qué había pasado en uno de los charcos que vengo siguiendo. El nivel del agua no ha subido y en los charquillos adyacentes se ven los restos de los renacuajos de sapo corredor (Epidalea calamita), apenas unas manchas negras ya cuarteadas y rotas por el paso de un coche por encima. En otro lado se ve una coloración castaña, son las conchas de los concostráceos, esa especie de minúsculos mejillones, que se cuentan por muchos cientos en apenas unos centímetros cuadrados. El año pasado pude ver, en Villarrubia de los Ojos, unas concentraciones impresionantes, que cubrían literalmente las pequeñas depresiones del fondo de una laguna estacional. Todo un espectáculo.
Sigo mirando detenidamente el charco. En un lado quedan apenas un par milímetros de agua. Me fijo bien y está como en ebullición, como en movimiento. No son los concostráceos sino las pequeñísimas "dafnias", las llamadas "pulgas de agua", también branquiópodos, que siguen su alocado movimiento.
Hago algunas fotos con el móvil. Pongo una cinta métrica y en apenas veinte centímetros se ve el borde de ese charquillo con las conchas plagado.
A escasos metros, en una baña, todavía con algo de agua, se ve el movimiento de los concostráceos. Más allá, me llama la atención una orquídea preciosa, la "Orchis papilionacea", a escasos centímetros del "tomillo del Señor", como se conoce en Piedrabuena, Ciudad Real, desde dónde escribo estas líneas, la "Lavandula stoechas", con ese color que me atrevo de calificar de poderoso y vital.

miércoles, 25 de abril de 2018

Una cruz escolar, iniciativa del Ayuntamiento de Piedrabuena, Ciudad Real, abril 2018.

Hoy se ha iniciado el trabajo de elaboración de una cruz de brezo en el Colegio Público "Luis Vives" de Piedrabuena, Ciudad Real. La iniciativa ha partido del Ayuntamiento y del teniente-alcalde y alcalde en funciones, Rafael Sánchez. Tras aportar todos los materiales necesarios y personal de apoyo, se ha empezado a trabajar con el alumnado de Educación Infantil, de tres, cuatro y cinco años. Los chicos y chicas han ido preparando los ramilletes de brezo rojo (Erica australis) que se va "pinchando" en una tela metálica para cubrirla por completo. Será el fondo delante del que se pondrá la cruz.
Con muy buen criterio, el ayuntamiento ha preparado un marco metálico, a modo de bastidor, de unos metros cuadrados, para ir forrándolo con las flores del brezo. Se empieza desde abajo para, una vez llegados a la mitad, darle la vuelta y continuar pinchando las plantas hasta completar todo el paño. Ese bastidor se colocará en otro soporte metálico, en el que también se creará lo que se llama el altar. Este estará formado por piedras, materiales vegetales como musgo y plantas y, por último se pondrá la cruz. Colabora personal del ayuntamiento pero también alumnnas de Electricidad en prácticas en el ayuntamiento, que harán el trabajo de iluminación.
Las cruces las podemos clasificar como construcciones de arte efímero que se preparan durante el mes de abril y que se hacen por promesas o, ya en los últimos años, como actividad grupal, de jubilados, amas de casa, peñas, grupos de jóvenes y, también desde hace sólo unos años, por el propio ayuntamiento.
Se "enseñan", es decir se abren al público el día dos de mayo, a las doce de la noche, para celebrar el día de la Invención de la Santa Cruz.
Se pueden visitar durante todo el mes de mayo y son una fiesta verdaderamente interesante, de gran belleza plástica y en la que intervienen otros elementos y otros sentidos, en la que, quizás, lo más importante, sea la intensa convivencia que se genera, tanto en su elaboración como en las visitas. La fiesta tiene  un sentido religioso si bien hay quiénes opinan que se trataría de una de tantas fiestas de origen pagano que fue adaptada por el pueblo y el cristianismo.








 En esta fotografía ya se aprecia como está todo el brezo pinchado y están colocando unas piedras en la parte inferior, a mode de altar.


martes, 24 de abril de 2018

Sobre la denunciada plaga de los conejos en Castilla-La Mancha.


Sobre la denunciada plaga de los conejos en Castilla-La Mancha.
FZS, abril 2018.

Desde hace ya tiempo se viene hablando de una plaga de conejos en numerosos municipios de Castilla-La Mancha. Fundamentalmente desde la patronal agraria ASAJA se denuncian los daños muy cuantiosos y la falta de respuestas institucionales. Se dice que se trata de un conejo más grande que el autóctono,  procedente de las sueltas para la repoblación y la recuperación de otras especies como el lince ibérico y el águila imperial ibérica.
Los daños, según se decía en el informativo de TVE de CLM del 23 de abril de 2018, alcanzan los seiscientos millones de euros de pérdidas y las setenta y cinco mil hectáreas de cultivos arrasados, según las aseguradoras.
A simple vista parece que se trata de cifras muy, muy elevadas que, de ser ciertas, pondrían de manifiesto la gravedad del fenómeno. Y de no serlo, revelarían tales magnitudes la falta total de seriedad y vergüenza de las personas que las están lanzando y divulgando sin contrastar.
Desde que la polémica surgió con cierta fuerza hemos podido oír que unos y otros actores se culpan de politizar la cuestión, de no hacer nada o de amenazar con medidas de presión, como la temida tractorada, por el momento, pospuesta.
He echado en falta datos suficientemente contrastados,  la opinión y la información de profesionales, de técnicos y de otros actores que no sean los (con todo respeto, por el momento, presuntos) perjudicados.
No es la primera vez, y es casi seguro que no será la última, que se habla de plagas de diferentes animales en estas tierras. Recordemos una de ratones en 1995 cuando desde ASAJA se amenazaba con soltar roedores en las dependencias de la administración regional. Por aquellos tiempos se culpaba a los ecologistas por soltarlos para que se alimentaran las culebras. También se culpaba al ya desaparecido ICONA, pronunciado como “el incona” en muchas ocasiones, por lanzar pacas de paja con los animalejos en cuestión.
Pero, anécdotas verídicas aparte, lo curioso es que se habla de temas muy importantes con gran ligereza, sin aportar pruebas medianamente creíbles. No puede ser que se lancen acusaciones tan serias y graves y los verdaderos responsables se escondan detrás de unas dudosas imágenes de televisión y unos testimonios con un valor muy, muy determinado (escaso o nulo).
Y la abundancia de conejos, que por el momento no sabemos si es plaga o qué, no se puede convertir en punto de apoyo, en tornillo que aprieta, en cuerda que asfixia ni en moneda de cambio. Tampoco es un comodín que se pueda usar a gusto de la patronal agraria. No es de recibo afirmar que se tienen que hacer limpiezas de cauces de arroyos y ríos, como dice José María Fresneda, porque supuestamente son una de las causas de la pretendida por el momento plaga. ¿Qué tiene que ver la destrucción de la vegetación y la fauna solicitada de un arroyo o río con la proliferación de conejos en algunas zonas muy concretas?
Por otra parte, ¿Cuál es la causa de la denunciada plaga de conejos? Si no la conocemos -en el hipotético caso de que se esté produciendo- ¿cómo se podrá afrontar con un mínimo de garantía de éxito? ¿No será que tanta "limpieza" (entiéndase destrucción, exterminio, persecución...) se ha hecho que no quedan o escasean las especies que podrían estar controlando las poblaciones de conejos? Así, ¿no son también eliminados los depredadores?
Es imprescindible que en esta polémica se aporte información científica para que podamos saber lo que hay de cierto y lo que es un pulso más con un toque político muy determinado...tirando a PP, por cierto.






lunes, 23 de abril de 2018

La vida y la muerte en un charco.

Ya parece que han pasado las lluvias. En apenas un par de días de sol el charco, pequeño, se va quedando seco. La vida que pareció surgir de la nada se encamina muy deprisa hacia ese estado de profundo y quizás muy largo letargo. Los huevos o quistes de estos animales, anostráceos y ostrácodos, por ejemplo, están preparados para eso, para resistir períodos muy largos sin agua. Pero es más, como una estrategia entre otras, solo eclosionaran algunos ejemplares si volviera a llover.
Los renacuajos de sapo corredor, "Epidalea calamita", se van quedando en el barro, dando un toque negro y, quizás macabro. Si te acercas y todavía queda humedad, es posible que alguno se mueva e incluso aletee.
En un charco contiguo ya el fondo es todo un lienzo dispuesto a dejarse escribir. Ya firmó un ave de mediano tamaño. Unas hormigas se aventuran a buscar su botín.
Y mientras observo, el cielo se nubla un poco y pienso que, quizás, todo lo dicho no tenga mucho sentido, quizás se posponga y esos pequeños seres vivos consigan incluso ser longevos.
Mañana Dios dirá. Esta noche el registro vital se seguirá imprimiendo aunque también puede quedar anegado en unos minutos. Y mañana esas huellecillas de la vida que surge milagrosamente casi en cada rincón nos volverán a insuflar aliento e ilusión para seguir aprendiendo a leer en un abecedario muy, muy rico, que forma, a su vez, escritos preciosos.


martes, 10 de abril de 2018

Vuelven a eclosionar las gambas duende en Piedrabuena, Ciudad Real.

Este final del invierno e inicio de la primavera 2018 nos está dejando lluvia abundante. Una de las muchas cosas buenas que suponen esas aguas es que hay charcos y pequeñas lagunas que recuperan la vida.
He visitado algunos lugares y he visto, en uno de ellos, que los branquiópodos estaban ya muy desarrollados. Las pulgas de agua, por ejemplo, abundaban y las gambas duende hembra ya tenía huevos en el ovisaco. No puedo confirmar que se trate exclusivamente de "Branchipus schaefferi" ya que me da la sensación de que había más de una especie.
Lo cierto es que la charca en cuestión es una explosión de vida. Allí se cuentan por decenas o centenas de miles los renacuajos de sapo corredor (Epidalea calamita) y se ven algunos de sapo de espuelas (Pelobates cultripes). Hay más invertebrados acuáticos, como algún "notonecta" y se ven aves también por allí.
El sábado por la tarde, 7 de abril de 2018, pude ver un ejemplar muy grande -probablemente unos tres centímetros- de anostráceo, pero no me dio tiempo a fotografiarlo con el móvil. Después ya no localicé ningún ejemplar. Lo achaqué al viento y a la bajada de las temperaturas que, sin ser brusca, se dejaba notar.

En otra localización no he visto por el momento branquiópodos, pero creo que es cuestión de días.
En fin, un aliciente más para salir al campo y para seguir estudiando y descubriendo estas joyas con las que la Naturaleza nos regala.


Gamba duende, podría tratarse de un macho de "Branchipus schaefferi", en Piedrabuena, Ciudad Real, el 6 de abril de 2018.



Gamba duende hembra sin identificar en Piedrabuena, Ciudad Real. Como se ve, ya tiene huevos en el ovisaco.




Gambas duende, pulgas de agua y renacuajos de sapo de espuelas (Pelobates cultripes), sin confirmar, en Piedrabuena, Ciudad Real, abril 2018.