domingo, 13 de diciembre de 2020

Concluye muy satisfactoriamente la 10ª Asamblea de Biodiversidad Virtual.

Ayer, 12 de diciembre de 2020, sábado, y hoy, 13, han tenido lugar las actividades de la 10ª Asamblea de la Asociación "Fotografía y Biodiversidad". Dadas las circunstancias -pandemia del coronavirus- se han celebrado telemáticamente.

Un total de 111 personas -socios- han participado en esta convocatoria. Dicha asociación tiene muchos proyectos en marcha, siendo "Biodiversidad Virtual" el más importante, contando con más de 5.000 usuarios en esta interesante plataforma de Ciencia Ciudadana. Estos dos días de ponencias, comunicaciones, preguntas y votaciones, han servido para hablar de cuestiones organizativas, del presupuesto para el próximo ejercicio y de los nuevos proyectos. Además, se han presentado ponencias muy interesantes, tanto sobre la asociación y sus muchas actividades como sobre determinados grupos animales.

La opinión generalizada entre los participantes es que se ha tratado de una ocasión extraordinaria de intercambio, de conocimiento y de aprendizaje. Se han desvelado algunos proyectos, como el de las nuevas publicaciones de la recientemente creada editorial, que fue estrenada hace unos meses con la impecable y muy práctica guía de gitanillas ibéricas (Zygaena), a cargo de varios miembros de la asociación, fundamentalmente José Manuel Sesma. Así, se publicará otra guía de los mántidos ibéricos, otras sobre las plumas de las rapaces, mariposas y hormigas, todo un lujo.

Las dos primeras páginas del libro sobre las gitanillas ibéricas (Zygaena) son, sencillamente, espectaculares. Detrás de ellas hay cientos (o miles) de horas de trabajo de varias personas y miles y miles de fotografías revisadas para seleccionar y recortar las más idóneas, para una guía de identificación. El esfuerzo realizado es digno de elogio.

Entre las ponencias presentadas está la de las especies invasoras de invertebrados, la del refugio de fauna Yvonne, la que nos ha hablado sobre la editorial y la guía de gitanillas, la de las hormigas o la que ha puesto sobre la mesa la importancia de BV y la Ciencia Ciudadana en España. Por último, para concluir, Diego Gil Tapetado, científico y miembro de BV, ha presentado brevemente su ponencia "Ciencia, mapas y biodiversidad".

Todas las ponencias han sido muy bien recibidas y se han producido abundantes preguntas, intervenciones y opiniones en el chat simultáneo.

En la ponencia de Antonio Ordóñez se ha hecho especial hincapié en el gran esfuerzo llevado a cabo en la provincia de Ciudad Real en cuanto a muestreos o "testing" tanto en espacios naturales protegidos como en espacios privados. Así, se ha hablado de los 11 eventos ya celebrados en el Refugio de Fauna "Chico Mendes", los 9 del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y los 4 del de Cabañeros, entre otros. Se ha citado la gran importancia que tienen, en estos casos, el trabajo continuado de determinadas personas, como es el caso de Nacho Cabellos. 

Ya de vuelta, para comer, en el IV Testing en el Parque Nacional de Cabañeros, Ciudad Real, en mayo de 2019.

En la misma medida se ha hablado del llamado "efecto Faluke", es decir, cómo las aportaciones impresionantes, en cantidad, calidad y duración a lo largo de los años, de una persona, pueden suponer que determinados espacios o territorios -concretamente, Almería- cuenten con un conocimiento muy exhaustivo de sus valores en cuanto a biodiversidad. No en vano Francisco Rodríguez, "Faluke" ya tiene subidas a la plataforma más de 100.000 fotografías, muchas de las cuáles han servido para identificar nuevos géneros e incluso nuevas especies para la Ciencia.

Es interesante recordar que Biodiversidad Virtual no cuenta con apoyo económico de ninguna empresa o institución y que, hasta la fecha, ya son más de 2.300.000 (dos millones trescientas mil) fotografías las que alberga, de forma abierta y gratuita, georreferenciadas. En cuanto al número de especies la cifra se encuentra en torno a las 22.000, una cantidad nada desdeñable que pone de manifiesto tanto la riqueza de España como el gran trabajo realizado por un gran número de personas, de forma totalmente altruísta.

 Algunos otros datos son especialmente significativos, como que haya 70 expertos que identifican o "azulean" (es decir, ponen de color azul el nombre científico del género y la especie del ser vivo identificado) esa ingente cantidad de imágenes que se suben a diario. De ellos, unos 20 son responsables de la identificación del 75 por ciento de las fotografías. 

Detalle de la pantalla en la que aparecen algunas de las últimas fotografías subidas (a 14 de diciembre de 2020) en la que podemos ver una especie ya "azuleada", es decir, identificada por un experto. Si "entramos", podríamos ver los detalles de la toma, la persona que la ha identificado, la distribución de la especie en cuestión en cuadrículas UTM de 10 x 10 km, el resto de ejemplares ya subidos...

Hasta la fecha este portal de Biodiversidad Virtual contabiliza 12.000.000 (doce millones) de consultas de todo el planeta desde la última asamblea, en poco más de un año.

También ha sido tratado el tema de como el esfuerzo realizado ve muchos frutos, por ejemplo, apareciendo en diferentes redes y, sobre todo, en publicaciones científicas, en las que se agradece o se referencian la proveniencia de las fuentes. Así mismo se ha agradecido especialmente a los científicos que participan en este proyecto, destacando el papel de Miguel Carles Tolras, uno de los primeros y una autoridad en dípteros a nivel mundial, ya desde 2007. En la actualidad Biodiversidad Virtual es un buen ejemplo no sólo en España sino también en Europa de la llamada "Ciencia Ciudadana", en la que cada vez hay más interacciones con las diferentes asociaciones e instituciones científicas.

Otro asunto sobre el que se ha reflexionado es el de la gran importancia que tienen "todas" las especies y "todas" las cuadrículas del territorio español. Es decir, que incluso las especies que, a priori, se pudiera pensar que son o están suficientemente conocidas, son susceptibles de seguir siendo fotografiadas, georreferenciadas y estudiadas. Además, se ha hablado sobre la cobertura nacional, destacando las dificultades encontradas hasta la fecha para conseguir información de algunas cuadrículas de UTM de 10 x10 km del territorio nacional (la completitud). 

Otro punto interesante es el del caudal impresionante de información que se está perdiendo en las llamadas redes sociales que, de alguna manera, se podría canalizar en esta u otras plataformas similares para que cumplieran una función científica, docente y conservacionista positivas.  En la misma medida, también han surgido reflexiones en torno a los "listeros", similares al coleccionismo de cromos, como metáfora, de alguna manera, y como una especie de reminiscencia del pasado coleccionismo de especímenes. Se aboga, por el contrario, en Biodiversidad Virtual, por centrarse en todos los seres vivos, huyendo de ese interés en las especies más llamativas, en las conocidas como "checklists", o listados de especies. Tiene más interés la cobertura global y geográfica que la búsqueda de nuevas especies para completar un listado personal.

En cuanto al futuro son muchos los proyectos, muchas las ideas y propuestas y hay un ingente trabajo colaborativo cargado de ilusiones por delante.

En mi modesta opinión, como uno de los miembros más recientes, se ha tratado de una asamblea extraordinariamente positiva y motivadora, cargada de significado, en estos tiempos tan complicados que vivimos.

Desde este pequeño rincón, quiero felicitar a todas las personas que durante estos años habéis hecho posible esta impresionante iniciativa. Y muy especialmente a los que en esta 10ª Asamblea habéis conseguido un encuentro tan enriquecedor.

Curiosa agalla de una avispilla, "Diplolepis rosae" sobre rosal silvestre en El Torno (Ciudad Real). Es la primera cita para la provincia de Ciudad Real en Biodiversidad Virtual (no azuleada todavía). Es una de las especies de las que nos ha hablado Diego Gil Tapetado.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Una ooteca de mantis africana, doble, en Porzuna, Ciudad Real.

 Una ooteca es una especie de depósito de huevos de determinados animales. Las de las mantis se reconocen fácilmente. Tienen una coloración clara, amarillenta o pálida y, al tacto, parece un tipo de corcho. Se pueden encontrar, según las especies, en rocas o piedras, ramas, árboles u otros objetos. Yo las he visto en neumáticos abandonados, en Ciudad Real.

Dos ootecas de mantis sobre un neumático abandonado en Ciudad Real.

Hoy he localizado una que me parecía demasiado grande. En realidad parecía como si estuviera estrangulada o como si hubiera dos, contiguas. Al subirlas al portal de Ciencia Ciudadana "Biodiversidad Virtual" Pol Sar las ha identificado como "Sphodromantis viridis", es decir, mantis africana. Además, afirma que se trata de dos ootecas.

La mantis africana es cada día más frecuente y se encuentra en una fase expansiva en buena parte de la Península Ibérica. En 2016 escribí mi primera entrada sobre este mántido en este blog. Se puede leer en este enlace.



Ootecasde mantis africana (Sphodromantis viridis).
Mancha blanca en un élitro de la mantis africana.
Mantis africana en el casco urbano en Piedrabuena, Ciudad Real.


Geomorfología, taludes, obras públicas y serio peligro para las personas: el peligroso y amenazante talud de la fuente de la Víbora, en Retuerta del Bullaque, Ciudad Real.

 Los taludes son cortes en el terreno. De entrada, son una excelente forma de "leer" el pasado geológico y geomorfológico de un lugar concreto. Son un libro abierto, un esquema o croquis, un testigo de cientos, miles o millones de años. Una especie de diario que ha ido registrando la evolución experimentada y los fenómenos que allí han tenido su tiempo. 

Vemos, así, rocas sedimentarias, con millones de años, con las huellas de los trilobites, por ejemplo, en lo que fueron fondos marinos o playas. Vemos materiales volcánicos o plutónicos, vemos el fruto del viento, de la lluvia, del hielo, de la vegetación o de la fauna. 

Sin embargo, además del impacto y el posible daño geológico y paisajístico, los taludes pueden ser un verdadero peligro para las personas. Los ingenieros lo saben muy bien y, una parte del presupuesto de muchas obras públicas, a veces, se tienen que dedicar a eliminar o minimizar los riesgos. Hay una gran diferencia entre los materiales y, mientras que unos son extraordinariamente inestables, otros son verdaderas estructuras inamovibles. Si se viaja y se presta atención a estos detalles podemos ver las diferentes soluciones constructivas que se suelen dar: murallas, gaviones, mallas...A veces, tras un derrumbe, se opta por "comer" más materiales a la sierra, peñasco o loma. Cada caso es diferente. Lo cierto es que un talud puede ser una verdadera amenaza para la vida de las personas. 

Hace ya bastantes años presenté unas alegaciones a la administración a un proyecto (en realidad se trataba de una obra que ya había sido realizada, sin autorización, por cierto) en el que, entre otros, era evidente el fuerte impacto de los taludes que se habían generado, y del riesgo que suponían. Adjunté algunas fotografías de deslizamientos no sólo de taludes, incluso en laderas con escasa pendiente.

Desde entonces, cada vez que paso por la carretera entre Porzuna y El Molinillo, recuerdo lo que viví con ese impresionante talud junto a la fuente de la Víbora, frente al pantano de la Torre de Abraham. Cuando se hizo la nueva carretera, el año 1995-1996, me sorprendió que se dejara ese paredón de arcillas y cantos heterométricos abierta y evidentemente amenazantes. Se produjeron varios desplomes, sin consecuencias, más allá de posibles sustos y gastos. Se intervino, me atrevo a decir, ligeramente. Se amplió considerablemente la cuneta, generando, como veremos, un riesgo añadido. El hecho de extraer una buena cantidad de materiales, verticalizando la pared, (supongo que técnicamente se expresará de otra manera) parece que estabilizó la situación. Yo esperaba que se levantara un muro de hormigón armado y, además, que se instalaran mallas metálicas, como mínimo. Pero no fue así.

El riesgo añadido al que me refiero es que esos muchos metros cuadrados de terreno ganados a la sierra se asfaltaron y son un punto de parada, de estacionamiento y de descanso y de recreo, generando, por lo tanto, un riesgo añadido. Es decir, una persona, un grupo, una familia...pueden ahora, parar a comer, por ejemplo, sin darse cuenta de que está ante un peligro considerable.

Se instaló una señal de tráfico, advirtiendo del riesgo, pero no parece, ni remotamente, suficiente.

El talud, impresionante, sigue ahí, y el tiempo y la meteorología, entre otros factores o agentes, dirán si llevo razón. Evidentemente, el que estas líneas escribe no es experto en la materia. Quizás, como dijo un ingeniero en el Boletín Oficial del Estado, se trate solamente de "una mente calenturienta que se opone a todo" (sic), pero, desde mi modesta y humilde opinión, ese talud y esa "pseudo-zona de recreo" son un peligro público. Yo, cuando paso por allí y cuando paro a beber agua en la curiosa y peculiar fuente de la Víbora, siento miedo y, como decía el poeta latino, me estremezco. Dios quiera y nunca pase nada.







Vista del talud a lo lejos.

La curiosa agalla del rosal silvestre, nido de la avispilla "Diplolepis rosae".

 Las agallas son excrecencias producidas por invertebrados en algunas plantas. Las hay que han tenido y siguen teniendo usos determinados, fundamentalmente decorativos o lúdicos, como las de las coscojas y otras quercíneas. Por ejemplo, se hacían rosarios, engarzándolas con una cuerda o cinta. También eran usadas como bolas en los juegos infantiles. 

En algunos pueblos de Ciudad Real se las conoce como agallas, gállaras o garañones. Las hay muy extrañas y difícilmente reconocibles. A veces esas deformaciones son tan evidentes y frecuentes que han producido que se denomine a una planta con el nombre común, por la similitud entre el cuerpo de la planta y el referente en cuestión. Nos estamos refiriendo a la cornicabra, un terebinto al fin y al cabo, (Pistacia terebinthus).

Hoy he podido ver la curiosa agalla del rosal silvestre, ya bastante degradado por lo avanzado del año. Así, en un par de ejemplares ya sin hojas, destacaban esos bultos del tamaño de una nuez o un poco más, con un color castaño muy oscuro. Al aproximarme, se veía ese aspecto filamentoso ya bastante compactado.

El proceso es muy parecido al de otras plantas. Una avispilla del género Diplolepis, concretamente "Diplolepis rosae",  deposita sus huevos en el interior de la planta, que desarrollará esa excrecencia, un nido, en realidad, para las futuras avispas.




martes, 1 de diciembre de 2020

El larguísimo documental "El año del Descubrimiento"...no creo que merezca un 8 en Filmaffinity.

 El domingo pasado, 29 de noviembre de 2020 pude ver el larguísimo documental "El año del Descubrimiento" del director español Luis López Carrasco. Sinceramente, no creo que merezca un 8 en Filmaffinity. Calculo que tres cuartas partes de la película no aportan nada ni cinematográficamente ni documentalmente. Quizás para un sociólogo, un antropólogo o un lingüista pueda tener cierto interés pero son, a mi juicio, testimonios que nada tienen que ver con el tema propuesto.

Por cierto, no estaría de más aclarar en la cartelera o cartel de la película que se trata de un documental de tres horas y veinte. En fin, sólo la recomendaría para gente motivada de Murcia o Cartagena o historiadores u otros profesionales. Sin embargo, creo que ese tiempo empleado en ver esta sucesión de entrevistas lo pueden mejorar muy considerablemente leyendo los periódicos o buscando información al respecto.