miércoles, 25 de marzo de 2020

Cuestionable y arbitraria actuación de dos guardias civiles de Tráfico en Villarrubia de los Ojos por el coronavirus.

Hoy, 25 de marzo de 2020, miércoles, he tenido noticia de la muy cuestionable y arbitraria actuación de una pareja de guardias civiles de Tráfico en el término municipal de Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real, a cuenta del coronavirus.
Parece ser que los agentes se han dirigido a un trabajador del campo que estaba en una parcela a cinco kilómetros del casco urbano realizando las faenas encomendadas por la empresa, indicándole que se debía ir a su casa. Ante la sorpresa del agricultor, le han dicho que si no se iba procederían a identificarlo y denunciarlo, preguntándole, además, por la mascarilla, que no es ni obligatoria ni siquiera recomendable en estos lugares y casos. 
Como se sabe, a fecha de hoy, 25 de marzo de 2020, ninguna autoridad ha prohibido el trabajo agrícola, de manera que no hay ninguna ley ni pieza legislativa alguna que lo prohíba. Es más, ni siquiera se ha aconsejado preventivamente en casos como este, una persona, sola, a muchísima distancia del casco urbano y de cualquier otra persona.
Es posible que mañana el gobierno legisle y considere que se deben prohibir este tipo de trabajos pero, por el momento, dos guardias civiles de Tráfico no parecen autorizados a hacer lo que han hecho, que es, ni más ni menos, que impedir que un trabajador se gane su sueldo, provocando además, indefensión y un sentimiento de injusticia y humillación. No se puede ni comprender ni permitir que algunos representantes del orden y la ley campen a sus anchas atentanado contra los derechos y libertades de las personas.
Sería de agradecer que las personas en cuestión, dos guardias civiles de Tráfico, tuvieran la profesionalidad, el respeto y el valor de pedir disculpas a la persona a la que han conminado a irse a su casa sin fundamento legal alguno.
Como se podrá desprender de la lectura de este breve texto, en ningún momento se pone en tela de juicio a la Guardia Civil de Tráfico ni el gran papel que desarrolla a diario, y más en estos momentos tan difíciles, sino que, sencillamente, se cuestiona la actuación de dos guardias civiles concretos en una situación concreta. 
Esperemos que, con el coronavirus, por un lado y el estado de alarma, por otro, no sea un delito opinar o criticar libremente, sin faltar ni un ápice a la verdad.

Los ojos y ocelos de algunos invertebrados: el saltamontes "Anacridium aegyptium".

El año pasado escribí una breve entrada sobre los ojos y ocelos de las mantis, en concreto sobre la mantis africana (Sphodromantis viridis). Hoy he fotografiado, con ayuda de mi hijo Paco, los de un saltamontes "Anacridium aegyptium". Este es, quizás, el más conspícuo en nuestros pueblos y ciudades, y alcanza un tamaño considerable, unos ocho centímetros, en el caso de las hembras.
Yo lo recuerdo desde mi infancia y algunos me acompañaron durante mucho tiempo, en otoños, inviernos y primaveras. Se les suele ver en los árboles, pasando el período invernal, y en alféizares de ventanas o detrás de persianas.
Cuando están creciendo tienen una coloración verde preciosa, con puntitos amarillos. Y es posible disfrutar, también, del espectáculo de la muda, incluso en el interior de las ciudades.
Lo cierto es que, como siempre, si miramos con calma, con detenimiento, veremos esos ojos grandes, a rayas, tan peculiares. Más difícil es percibir los ocelos, pequeños órganos de visión, en este caso, dos, situados junto a los ojos y, otro más, ya en la parte delantera de la cabeza, sobre la boca, cerca de las antenas, en la frente. De manera que el saltamontes cuenta con cinco órganos de visión, dos ojos y tres ocelos.



El ejemplar se encontraba y encuentra en el patio de nuestra casa, en Piedrabuena, Ciudad Real. Lo llevamos viendo y fotografiando varios días. Lo he capturado para hacerle la sesión de fotos y puesto en libertad a los pocos minutos.


 El mismo ejemplar hace unos días.


Ejemplar en Piedrabuena, en el interior de la vivienda.

jueves, 19 de marzo de 2020

¡Amazon tampoco se queda corta! ¡Qué generosa la empresita!

Ayer recibí un mensaje de esos que podríamos clasificar como "épicos", de los que hacen historia, de los que merecen ser enmarcados y puestos en diferentes sitios públicos como verdadera publicidad no engañosa.
Me escriben de Amazon disculpándose por el retraso de un paquete y "regalándome" el importe de mi envío. Así, me ingresan la impresionante cantidad de 99 céntimos de euro (cheque regalo) para mi próxima compra. Todo un detalle. ¡No se han quedado cortos! ¡Qué generosidad!
Supongo que no recibirán subvenciones o ayudas por estas duras condiciones que nos aquejan. Por cierto, no se puede contestar a su correo, ha sido generado automáticamente. Así se evitan respuestas ...contundentes y devoluciones de tan espléndido regalo.
Entre SEUR y Amazon ¡estamos arreglados!

Muy pobre actuación de SEUR.

El pasado viernes debía haber recibido un paquete en mi domicilio. No me llegó. El lunes recibí un mensaje por correo electrónico diciéndome que ya estaba mi paquete en l SEUR Ciudad Real. Llamé por teléfono y, tras varios minutos de mensajes automáticos y de la advertencia de que mi grabación va a ser grabada, me dicen que ese paquete no se me lleva a mi domicilio por indicación de Amazon, que ha puesto una anotación en ese sentido. Le digo que yo he pagado el porte hasta mi casa y me dice que no puede hacer nada. Me nombra una empresa que no conozco y decido acercarme, a pesar del estado de alarma, haciéndome 28 kms, a recogerlo. Me dicen que se ha debido tratar de un error, que efectivamente el paquete estaba dispuesto para el reparto el viernes, 13 de marzo de 2020 pero que ...no se llevo. Me dicen que antes los llevaban dos veces y que si no daban con el destinatario comunicaban con él para recogerlo. Le digo que, dadas las circunstancias, el viernes no salí de mi domicilio. Me reconoce la persona que me atendió amablemente, que efectivamente no lo llevaron, que debió tratarse de un error, y que sin embargo, ese día hubo reparto en mi municipio, Piedrabuena. Pero es más, incomprensiblemente, según me dice el operario, también ese lunes estaban repartiendo paquetes en Piedrabuena. Me pide disculpas y, ante mi pregunta, me informa de que no puedo poner allí una reclamación o incidencia. Me dice que preguntará qué ha pasado. Me dice también que si he llamado por teléfono y le digo que sí, le muestro el número, con prefijo de Ciudad Real, pero me contesta que ese número es de atención y ya no se encuentra ni allí, ni en la provincia, sino en Andalucía. Efectivamente el trabajador que me atendió tenía acento andaluz.

Intento reclamar a través de la página de SEUR y me cuesta trabajo ya que, al introducir los datos, el programa no me lo permite. Encuentro un correo electrónico y escribo, en varias ocasiones. Me contestan brevemente diciendo que lo sienten, que dadas las circunstancias...Pero, nada más. Es curioso porque las respuestas son, prácticamente, anónimas. Así, cada vez que escribo me contesta una mujer, con su nombre de pila. Ya en la última, la firmante añade la inicial de su apellido.
Les he pedido que me devuelvan el importe del porte y que se disculpen claramente y, por situarnos en igualdad de condiciones, les comento que lo lógico, lo profesional, lo correcto y, hasta lo "elegante", sería que la persona que conteste se identifique por completo, con nombre completo y dos apellidos, y el número de carnet de identidad. Así lo hacemos los clientes y usuarios. Por cierto, nuestros datos quedan grabados, nuestras comunicaciones y nuestras conversaciones.
Además, les indicó, que ayer mismo, miércoles, recibí en mi domicilio un paquete de similares características, que me fue entregado en mano, por un conductor con mascarilla y guantes.
Desde luego, SEUR, ¡nunca más!
Me ha parecido muy, muy pobre su servicio pero, sobre todo, la gestión de mi queja.

miércoles, 18 de marzo de 2020

Mi cuaderno del coronavirus, 3.

Hoy, 18 de marzo de 2020, miércoles, he recordado que el sábado pasado, en el programa taurino Tendido Cero de RTVE comentaban que, una vez más, los llamados medios de comunicación social, al hablar de las numerosas suspensiones de actos, actividades y espectáculos, por el COVID-19 se habían olvidado de citar los toros, el segundo espectáculo en número de espectadores de España, por detrás solo del fútbol. Curioso dato.
Lo cierto es que mi viaje a Ciudad Real para recoger unas pruebas médicas me ha dado imágenes y vivencias insólitas. Así, en la clínica Quirón el aparcamoento, a las diez y media de la mañana, presentaba una mayoría de plazas vacías, frente a la ocupación total de cualquier día. Ya dentro, en lugar de dos o tres personas en el mostrador, personas esperando y otras dos dos o tres de alguna ONG a la entrada, había solo una. Al fondo, no se veía un alma, en el reparto de números y citas. De hecho, una de las operarias salía a fumar a la calle. Sin embargo, justo en frente, hay una obra y los albañiles no han parado su actividad.
En el mostrador, a más de un metro de distancia, he preguntado que si la distancia era la adecuada y,la administrativa me ha dicho que sí. Me ha dejado las pruebas a distancia y se ha retirado.
Por la ciudad se ven todos los bares y otros establecimientos cerrados. Llamo a otra clínica, a la que debo llevar losresultados, y no me contestan. Me acerco y está cerrada y no contestan al portero automático. Veo que hay personas esperando para entrar en una farmacia. Hay un cartel que dice que el máximo aforo es de dos personas. Proliferan las mascarillas e incluso los guantes.
Me dirijo a un hipermercado, Leclerq. El aparcamiento ya no está lleno, como los dos últimos días. Seven muchos guantes por el suelo. Dentro pregunto por los guantes, pensando que sería cono en el Dia, de Ciudad Real o La Despensa, de Piedrabuena, y el guardia jurado me dice que no hay.
En el interior presencio una escena que llama la atención de varias dependientas de la pescadería y de los clientes. Un hombre ya mayor, se para y se acerca mucho a un joven, con mascarilla. Habla un buen rato.Una de las pescaderas, ya cuando el hombre mayor se aleja, se queja del comportamiento. El joven dice que si le pega dos h...ya mismo te acusan de parricidio, que es su padre, que tiene ochenta años y que no entra en razones, por más que le digan las cosas. El hombre, por cierto,va estornudando abiertamente.
En la pescadería se guardan las distancias tanto entre la clientela como con respecto al pescado. En las cajas, distancias de un metro o más, en general.
Vuelvo a Piedrabuena. Me escapo un rato al campo. Me cruzo con un coche, mientras camino. Me salgo del camino. El conductor me dice adiós.
Hace aire, está parcialmente nublado y hace casi frío.En las flores de diente de león hay escarabajillos verdes, metalicos, brillantes, copulando. Me fijo en que no se mueven con el viento. En algunas flores hay varios ejemplares, alimentándose. En unos charcos hay varias moscas que se posan y despegan demasiado rápido para que las capte con el móvil. Vuelvo a casa. Circula un bulo sobre una hipotética fumigación del pueblo con un helicóptero. Ayer había quién decía que vendrían los militares.
Por la noche me entero de que un matrimonio de Villarrubia de los Ojos que conozco se encuentra hospitalizado. Mensaje del rey, Felipe VI, siguen subiendo el número de víctimas mortales, de contagios y de curaciones. 
Ayer, por Piedrabuena, dos personas iban con un mono blanco tipo buzo, con mascarilla y mochila, trabajadores del ayuntamiento, que van desinfectando, parece ser, lugares públicos. También vi a varias mujeres del servicio de limpieza municipal, de los planes de empleo. No me parece ni lógico ni correcto.
Vuelvo a Piedrabuena.

martes, 17 de marzo de 2020

Tiempo de orquídeas, también...


Tiempo de orquídeas.

FZS, 16 marzo 2020.


Tiempo de orquídeas
también
con estos cielos
negros
con estas declaraciones
de guerras
imposibles
con estos sueños rotos
pisoteados,
arrugados,
manchados,
palabras
palabras
palabras
mentiras
faroles
farsas
insultos
sobre todo
a la verdad.
Aunque haya tantas verdades
como queramos
o creamos
o pensemos.

La campana
la sirena,
la detonación,
el golpe,
el disparo,
la explosión
quieren tapar
el sonido de la mosca,
de la golondrina
de la perdiz
en celo.
Pero no pueden silenciar
el color de la efímera orquídea
sus formas
sugerentes
intrigantes,
ni el reflejo
del sol en un charco
por inmundo que sea.

Es tiempo de orquídeas,
de flores que no se aguantan
más,
de pétalos que no se callan,
no callan ya
sus voces
sus llamadas
sus mensajes
sus cantos
sus poemas.

Es tiempo
de escuchar
hasta los colores
de las orquídeas
que se abren paso
para tan pocos días
en mitad de este estruendo
sin importarles nada.

Es tiempo de orquídeas
de sueños,
de palabras
de caricias
de pétalos efímeros.

Es tiempo de orquídeas
que no callan
sus colores...

The Turning Point, nuevo corto de Steve Cutts - Teachers For Future Spain

The Turning Point, nuevo corto de Steve Cutts - Teachers For Future Spain: Steve Cutts vuelve a impactar con su nuevo corto. Un auténtico bofetón audiovisual ��

lunes, 16 de marzo de 2020

Mi cuaderno del coronavirus, 2.

Ya es lunes, 16 de marzo de 2020. El sábado fue el primer día del estado de alarma. En la carretera de Piedrabuena no noté diferencia. Si cabe, me pareció que había más tráfico que cualquier otro sábado. Sin embargo, la entrada en Ciudad Real mostraba un cambio importante, la ausencia del trajín inherente al mercadillo de los sábados. Sin furgonetas, sin puestos, sin gente...En la Churrería, muchos menos clientes. El dueño habla de la diferencia de cerrar por iniciativa propia a cerrar por obligación. Hasta Villarrubia de los Ojos tampoco percibo cambios, más allá de la presencia de las mascarillas. En realidad no entro al casco urbano, voy a una finca a cinco kilómetros. Allí, con una temperatura muy agradable, disfruto de las plantas, de la primera amapola del año, en una cuneta, por ejemplo. Veo bastantes insectos, escucho las gangas (Pterocles alchata), que van y vienen, como las golondrinas dáuricas (Cecxropis daurica), planea un aguilucho sobre el cauce muerto del Guadiana, en Zuacorta, los moritos (Plegadis falcinellus) y las garcillas comen junto a los toros, también en el Guadiana, en Alarcos, las jaras pringosas (Cistus ladanifer) ya se han lanzado a su peculiar nevada cromática entre Piedrabuena y Alcolea de Calatrava.
Llego a uno de los pocos bares abiertos y el propietario está haciendo limpieza profunda, pero tiene abierto. No ha hecho tapas calientes. Me dice que, si le obligan, cerrará.
A lo largo del día sabemos que los bares, entre otros muchos establecimientos, deben cerrar.
Me reconfortan algunos mensajes recibidos, alguno desde muy lejos (o muy cerca, no sé, quizás las distancias debamos dejar de medirlas en kilómetros y horas de viaje), México, dónde una madre de un alumno, se acuerda y preocupa por nosotros.
El domingo, una vecina me dice que viene, como cada día, de andar, y yo voy a echar gasoil, ya fuera del casco me acerco un kilómetro, a un paraje en el que suelo fotografiar animales y plantas. Las jaras, el romero, algunas orquídeas, una araña, hormigas ...Ya están todos los bares cerrados.
Truena y llueve. Lunes, teletrabajo. Llamo a la clínica fisioterapeuta y me dicen que me puedo pasar, que esta tarde van a cerrar. Llego, tras los 28 kms y tráfico normal, y veo Ciudad Real con menos vehículos, menos gente, los bares y otros muchos establecimientos, cerrados...en una fachada he visto tres banderas de España que no estaban estos días; la calle de la clínica, siempre llena de coches, aparece casi desierta. El ayuntamiento ha suspendido la ORA (Operación de regulación del aparcamiento). Hago una foto con el móvil. Dos de los fisios están en la puerta. Dentro no hay ningún paciente. Son cuatro y el administrativo. Después llega otro usuario. Cerrarán quince días. El profesoinal que me atiende lo hace con mascarilla.

Voy al polígono a recoger un paquete que, inexplicablemente, no me han llevado a casa. Me dicen que se ha tratado de un error.
Los talleres están abiertos pero, al menos uno, tiene una cinta de plástico de señalización roja y blanca, cerrando la entrada. Los bares están cerrados. 
Me acerco al supermercado y, al entrar, me llama la atención la cajera para que me ponga unos guantes de plástico, de los de la fruta. Ellas llevan también mascarillas y guantes de látex. Muchos clientes llevan mascarillas. Algunas estanterías tienen pocas existencias pero hay prácticamente de todo. Ya en la caja, la cajera pide a una señora que guarde la distancia de seguridad, que dice estar haciéndolo, cuando en realidad estaba demasiado cerca y con su bolsa de rafia o plástico pegada a mi compra.
Hay varios cubos de basura para los guantes y algunos se ven por el suelo. Ya en el coche, en la radio cuentan chistes de autoría desconocida. Llego a casa y veo personas y vehículos de otras ciudades como Madrid o Bilbao.
La tele no para de hablar del tema. Sigo pensando que se habla de más y que, quizás, se esté espectacularizando una realidad compleja. Me parece, por ejemplo, que sobran las opiniones de los políticos o gobernantes. No entiendo muchas actitudes y no me cuadra lo que se dice en muchas ocasiones ni las reprimendas captadas por las cámaras o móviles a otras personas. En mi opinión hay una especie de paz tensa, un descanso para muchos, pero con limitaciones y preocupaciones varias. Hoy se ha dicho, por ejemplo, que Burger King, despedirá a catorce mil trabajadores. Pienso en algunos trabajadores y algunas trabajadoras a los que creo que estos días les vendrán muy bien, pero no es más que mi opinión. 
Yo albergo un sentimiento extraño, contradictorio, de inquietud personal y profesional. He estado muy atareado todo el día. Quiero pensar que, tras un fin de semana muy intenso, y del viernes pasado también cargado de trabajo, es el primer día de esta nueva etapa, y, por lo tanto, también más duro. Yo dije ayer que en siete días como máximo se acabaría el confinamiento. Hoy parece que todo el mundo dice justo lo contrario, que se prolongará más de quince días. Sea como fuere, a mal tiempo buena cara.


viernes, 13 de marzo de 2020

Mi cuaderno del coronavirus. 1.

Ya no recuerdo cuando fue la primera vez que escuché hablar de un virus que estaba haciendo estragos en China. No he seguido de cerca el tema y sólo he visto u oído algunas noticias. He conversado, como suele ser habitual, más por cortesía que por verdadero interés. Desde el inicio me ha parecido, como también me suele ocurrir habitualmente, que la información recibida era de lo más sesgada, imprecisa, contradictoria y con ese tufillo de lo mediático a ultranza.
Poco a poco el coronavirus se ha ido metiendo en nuestras casas y en nuestras vidas y, en muchos casos, en nuestros cuerpos...¡toquemos madera!
Yo había decidido, como tantas otras veces, no sufrir por adelantado, no tener miedo, no dejarme llevar por nada ni por nadie. Así, me he impuesto ir a comprar cocacolas a tiendas de chinos, aunque no suelo hacerlo, por solidaridad y, supongo, por algo de rebeldía y curiosidad.
Ayer, jueves, doce de marzo de 2020, en Castilla-La Mancha, se produjo lo que muchas personas ya estábamos esperando, la suspensión de actividades lectivas en centros docentes. En apenas 24 horas se produjeron desmentidos de bulos y mentiras, negaciones y, finalmente, suspensión temporal de las clases. Parece ser que el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha lo hizo especialmente mal, con comentarios improcedentes, a todas luces.  Lo cierto es que ayer, tras la mencionada noticia, nos llegaron varios correos dándonos instrucciones. Hoy, por el viernes, trece de marzo de 2020, debíamos ir a nuestros respectivos colegios pero ya no impartiríamos clase. Así, de un viernes alegre, ruidoso, a veces ya agotador, hemos vivido una jornada extraña, compleja, tensa, con varias reuniones, preparación de materiales y cierto sentimiento de...no sé muy bien como expresarlo, lo dejo así. En mi caso, volveremos el lunes para repartir los materiales a padres o madres del alumnado, aunque el presidente de la comunidad autónoma dijo que sería hoy nuestro último día.

Ya esta mañana, en una churrería en Ciudad Real, se veía la barra muy vacía y, la dueña, se manifestaba molesta, dolida, temerosa, preocupada y con miedo. El camarero me dice que el marcadillo de mañana lo han suspendido. 
Después, ya en el colegio, guantes, sustancias desinfectantes, limpieza más a fondo de algunos espacios, bromas pero...¡no te acerques mucho!, ¡uy, qué tos tienes! ¿a ver si vas a tener el coronavirus?...
A medio día, un bar de mucho tiro, en la plaza mayor, con los dos camareros hablando en la calle. Yo, el único cliente. Uno de ellos se va. En el bar de al lado, unos minutos después, dos camareros comen y me dicen que la cocina está cerrada, que empezarán a limpiar y el lunes, cerrarán, dado que no hay clientes...Otros bares cercanos tienen muy, muy poca gente. En las tiendas y comercios de horario continuo están las dependientas en la calle, charlando, algunas sobre el próximo cierre y cuestiones similares. En bares y restaurantes están en la calle  camareros, cocineros, personal de limpieza, charlando, fumando, viendo el extraño espectáculo de la soledad. 
Por la mañana me han dicho que habían cerrado todas las tiendas de chinos. Yo he comentado que ayer me compré una lata y, efectivamente, he visto tiendas abiertas y otras cerradas. En la clínica de fisioterapia me dicen que pase, aunque es un poco antes de mi hora, ya que no hay casi nadie. Además me advierten de que cerrarán el próximo miércoles, salvo que tengan que hacerlo antes. Ayer ya nos dijeron que no había periódicos y revistas para evitar contagios.
Voy a un hipermercado, Leclerq, y me llevo otras sorpresas más. Creo que nunca había visto el aparcamiento tan lleno. Efectivamente hay estanterías con muy pocos alimentos, como las de la carne, pero observo como siguen reponiendo bandejas y bandejas. No he mirado detenidamente. Voy a pagar y en cada caja hay dos o tres personas. Le digo a la joven cajera que están muy liadas y me contesta que eso no es nada, que a medio día las colas eran muy largas. Le digo lo del aparcamiento y que quizás solo en navidades lo he visto tan lleno y me dice que en navidades ella no vio tanta gente como hoy. Paso al bar y apenas si hay tres o cuatro personas. Me vengo a casa. La televisión no para de abordar el tema. con imágenes, ruedas de prensa y, alguna, creo yo, de molino. En un medio escrito francés un tanto alternativo, dedicado hoy en exclusiva al "bichito maligno", se exponen ideas muy críticas de las medidas de Macron, presidente de la república francesa.
Desde luego, algunas opiniones escuchadas hoy me han resultado ilustrativas del estado de agitación y, creo, desinformación que vivimos. A casi nadie he escuchado mensajes positivos ni, medianamente, objetivos. Hay un sentir generalizado, pienso, de que "esto" no ha hecho más que empezar y que, al tratarse de una pandemia, nos afectará al setenta por ciento de la población. Ante mis críticas se me dice que no solo lo dijo Merkel sino también el presidente de la OMS. Yo respondo que en China no ha sido así y que ya, el número de contagios es muy bajo, o eso nos dicen. He fotografiado carteles de farmacias en los que anuncian que no tienen mascarillas o desinfectantes, en instituciones que comunican el cierre, en peluquerías que dicen que se quedan en casa...Hay gente con mascarillas y, algunas, con guantes, sobre todo, en el híper.
Me han hablado de otra comparecencia del presidente de gobierno, Pedro Sánchez Castejón y de la declaración del estado de alarma. Las noticias han sido un verdadero río vespertino, anunciando suspensiones, cierres, medidas, confinamientos...pero también solidaridad, compromiso, humor y, en otros casos, actitudes negativas.
En fin, una jornada verdaderamente diferente de lo vivido hasta ahora. Yo, me sigo poniendo en lo mejor. Creo que esta situación pasará muy pronto. Mientras, en la televisión, se habla ya de medicamentos que se podrían estar probando con ciertas posibilidades de éxito. Dejemos también que corra la esperanza, no solo el miedo, la desconfianza y la inseguridad.

lunes, 9 de marzo de 2020

Un nuevo odonato (libélula) de distribución africana para la fauna de Ciudad Real, en Villarrubia de de los Ojos, localizado por Xurxo Piñeiro Álvarez: “Paragomphus genei”.

Francisco Zamora Soria, 9 marzo 2020.

El mes de junio de 2019 el estudioso Xurxo Piñeiro Álvarez localizó dos ejemplares macho de “Paragomphus genei”, una especie de odonato o libélula, de distribución africana, pero que se encuentra en fase expansiva. Así, dicha especie ya lleva años reproduciéndose, fundamentalmente en el sureste de la península Ibérica. Según varios autores  como Cano-Villegas y Carpintero-Ortega, sería un efecto del aumento de las temperaturas. Algunos estudiosos hace ya años que hablan de una “africanización” de nuestro territorio en cuanto a la fauna invertebrada se refiere.
La cita de Xurxo Piñeiro Álvarez supone la constatación de este proceso de ampliación del área de distribución, siendo una de las más septentrionales. Además, es este el emplazamiento de mayor altitud de España y Europa, con 610 msnm, superando los 606 msnm, de otra cita castellano-manchega.
El hallazgo, fruto del estudio de este grupo por este autor, se produjo en Villarrubia de los Ojos, en la provincia de Ciudad Real. El paraje es conocido  como las Pozas de los Alpargateros o, sencillamente, Las Pozas. Se trataba de una extracción de arena que se inició en los años setenta del siglo XX a escasos metros del cauce del río Gigüela. Ya en el siglo XXI el Grupo Ecologista Anea procedió a su compra, donando posteriormente los terrenos al ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos. Desde hace años se han llevado a cabo trabajos de estudio, de limpieza, de restauración y de instalación de paneles y puestos de observación, tanto por parte del grupo conservacionista como del ayuntamiento. Allí, en el mismo trabajo, se citan otras doce especies de odonatos.

La libélula “Paragomphus genei” (Selys, 1841) forma parte de los gómfidos, odonatos de pequeño tamaño cuyos machos presentan unas expansiones muy cerca de la cola y unos apéndices anales diagnósticos, según la “Guía de campo de las libélulas de España y de Europa” de Klaas-Douwe B. Dijkstra, de 2013. La especie de la que hablamos tiene un abdomen moteado y una coloración verde en tórax y cara. Sus medidas se encuentran entre los 3,5 y los 5 cms.
La cita del “Paragomphus genei” fue publicada por su autor en el último Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa (S.E.A.), número 65. El autor, Xurxo Piñeiro Álvarez, ha publicado otros trabajos también sobre Odonatología, concretamente uno en el que informaba de la gran proliferación de “Lestes macrostigma” en la Junta de los Ríos, en la confluencia de los ríos Gigüela y Záncara, o el caso de un “Aeshna mixta”, otro odonato atrapado en una planta no carnívora, que carece de medios de captura, un helecho. Además, Xurxo Piñeiro también trabaja y estudia las aves, fundamentalmente de Galicia y de Castilla-La Mancha.

Los odonatos son invertebrados que suelen despertar la curiosidad de muchas personas por su belleza, por su cromatismo, casi siempre muy llamativo y por su sorprendente destreza en el vuelo. En muchos pueblos de Ciudad Real y, concretamente en Villarrubia de los Ojos, reciben el nombre de “candiles”. Su fase acuática es bastante desconocida por el gran público.

Por último, España, sin Canarias, cuenta con un total de 79 especies de odonatos hasta la fecha, marzo de 2020, por detrás de otros países de nuestro entorno, mientras que en la provincia de Ciudad Real contamos con el trabajo de Brotóns Padilla, Ocharan, Outomuro y Torralba-Burrial, que arrojó un total de 37 especies en el Parque Nacional de Cabañeros en 2012.

domingo, 8 de marzo de 2020

Empeora gravemente la asistencia médica a funcionarios en pueblos de menos de 5.000 habitantes en Ciudad Real.

Desde el inicio del año 2020 parece ser que la compañía ADESLAS ha tomado medidas que vienen perjudicando seriamente a sus asegurados y aseguradas. Así, en pueblos menores de 5.000 habitantes ya no se puede seguir acudiendo al centro de Salud, como venía ocurriendo hasta ahora, al no haber médicos de la citada compañía. Ese servicio de la Seguridad Social, del SESCAM, en realidad, se ha sustituido por otro verdaderamente peculiar. Así, salvo ante una urgencia -difícil de distinguir en muchas ocasiones-ante una necesidad médica, ahora se debe llamar por teléfono a un doctor o doctora, que, desde Alcázar de san Juan, a unos 130 kms de distancia en el caso que conocemos, acudirá con un margen de 24 a 48 horas. La otra opción es acudir por medios propios a Ciudad Real,  a 28 kms, si alguno de los doctores tiene algún hueco.
Así, con este sistema, el funcionariado asegurado vuelve a perder considerablemente un derecho y un servicio básico de los más importantes, sin siquiera una mínima explicación. Mientras, los políticos hablan y hablan, prometen y prometen. Pero ahora, si un día necesitas ir al médico debes contar con que quizás pasen dos días enteros. O, por ejemplo, si faltas un día al trabajo, dónde también desde 2020 se exige el justificante desde el primer día, debes contactar con el médico, telefónicamente para ver cuándo serás atendido y si te da la baja, aunque sea dos días después.
En definitiva, una situación de asistencia médica penosa que supone un verdadero agravio, un peligro para la salud y una injusticia.