sábado, 27 de febrero de 2021

Citas para el final de febrerillo el loco 2021.

 Grullas en encinares de Villarrubia de los Ojos

y alguna que otra ganga.

Las flores de Muscari comosum ya anuncian la Semana Santa.

Cernícalos primilla,

batiendo sus alas,

para hacer el ángel,

aguiluchos

raseando siembras,

pétalos de almendros 

por el suelo

sangre de Cristo

Diplotaxis,

dientes de león,

rebeldes,

audaces,

duros,

imprevisibles,

colonizadores casi imposibles,

dípteros,

himenópteros,

patos cuchara,

mi primera golondrina...

¡bienvenida,

dibujante del cielo!

en Ciudad Real.

Un cielo azul,

viento frío

que mece la hierba

de este febrerillo

más solo que loco.


domingo, 21 de febrero de 2021

Las botellas de gaseosa, objetos de coleccionismo, de decoración, de recuerdo...

 Mi profesora de Historia del Arte de la UCLM, María José Cuesta, me sorprendió con una definición de lo que se considera Arte: "Arte es todo lo que los seres humanos consideramos Arte". No recuerdo el autor de la cita, traída libremente, después de más de veinte años. Me pareció tan tan amplia que, inicialmente, no me cuadraba. Fue pasando el tiempo y la fui haciendo un poco mía. El ejemplo dado por mi profesora estaba cargado de sentido. Nos decía que la decoración de una carnicería del imperio Romano, dos mil años después, se consideraba como una obra de Arte.

Hace ya tiempo desde que vengo observando como muchos objetos antiguos, y no tan antiguos, se vienen usando con fines decorativos en diferentes lugares de uso público. También en los privados.

Uno de ellos es la botella de gaseosa. Curioso que algo tan cotidiano durante décadas haya ascendido desde la planta baja de los frigoríficos a las alturas de paredes, aparadores, expositores, repisas y estanterías de tantos espacios, públicos y privados.

Contemplamos así una parte de nuestra pequeña gran historia, de nuestros quehaceres y costumbres familiares, de nuestros pueblos y ciudades, con sus fábricas, marcas, diseños, colores y sabores.

Las botellas de gaseosa se han transformado en objeto de coleccionismo, de decoración, de recuerdo. Son, además, una fuente de información, para quiénes tienen ojos para estos detalles. Y, desde mi punto de vista, son también Patrimonio.

Un apellido, un nombre, una marca, una empresa... con su huella también geográfica, aparecen en bares y restaurantes, atesorando el pasado reciente, contándonos historias.


Botellas de gaseosa mostrados en el Bar Melos, de Piedrabuena, Ciudad Real. Gracias a Jose por mostrarlos y por permitirme fotografiarlos. Como vemos, una de las botellas es de la marca "Pérez" y la de la derecha "Espumosos Miraflores", ambas, de Piedrabuena. Como he dicho, prácticamente todos los pueblos contaban con fábricas de gaseosas que han ido despareciendo en los últimos decenios. Ese fenómeno es extensible a otros mucos productos, objetos y servicios, aunque no parece interesar a nadie. Me viene, hablando de estos temas, la expresión de "la España vaciada" y todo lo que conlleva.

Ya están aquí los chiris...

 Ya están aquí los chiris...

Hoy, 21 de febrero de 2021, domingo, me he dado cuenta de que ya están los chiris, es decir, los cernícalos primilla (Falco naumanni) en Piedrabuena, Ciudad Real. He ido a la plaza y, sobre la iglesia, los he visto, con sus vuelos y sus pequeños gritos. A continuación, Yolanda, que los observa con interés y admiración desde hace muchos años, me ha dicho que, al menos, ya llevan una semana por aquí.

Es decir, probablemente, llegaron a Piedrabuena la semana anterior o, quizás, incluso, un poco antes. 

Después, he hecho una búsqueda rápida en internet. Me ha aparecido, enseguida, la noticia que difundió Aníbal de la Beldad el año pasado, sobre la suelta de cuatro ejemplares recuperados por la Consejería de Medio Natural allí mismo. Recordé que un pollo, precisamente, lo recogió el agente medioambiental, Paco Contreras, cuando lo avisamos. Y que un periódico nacional, ABC, publicó una de mis fotografías, sin mi consentimiento y sin citarme. Tras avisar, incluyeron mi nombre en la noticia digital.

Y también me he llevado la sorpresa, la muy grata sorpresa, de leer el poema que Paco Caro escribió sobre estos pequeños halcones que habitan en los tejados de nuestras casas e iglesias, en nuestros pueblos.

Los cernícalos de Piedrabuena siguen siendo una maravilla de la Naturaleza en todos los sentidos pero, además, son un ejemplo de cómo podemos convivir, de cómo podemos compartir incluso nuestras casas, nuestros sueños, nuestros deseos...

Los cernícalos primilla vienen de pasar el otoño y el invierno en África. Han cruzado el Estrecho de Gibraltar, sin papeles, pero, curiosamente, no son ilegales ni delicuentes ni peligrosos. Vienen a criar, a alimentarse, a hacer el ángel (como Joaquín Blume) sobre nuestras siembras, cunetas y liegos. Vienen a llenar nuestros ojos de esa belleza que espera, con toda la paciencia del mundo, a ser percibida pero no manoseada, ni capturada ni manipulada. 

Los cernícalos primilla seguirán siendo objeto de estudio de ornitólogos, desde la labor casi siempre callada, anónima y minusvalorada. Así viene siendo la que lleva a cabo José Manel Hernández, por ejemplo. Los cernícalos primilla seguirán siendo chiris, en Piedrabuena y alcotanes en Villarrubia de los Ojos, ambos municipios, en la provincia de Ciudad Real.

Seguirán, los cernícalos primilla, fascinando a algunas personas ¿raras?, incluyendo a un buen número de chicos, como los de mi infancia, que nos pasábamos muy frecuentemente por los aledaños de la iglesia de mi pueblo -Villarrubia de los Ojos del Guadiana- para ver si, la desgracia de unos se convertía en nuestra dicha. Íbamos buscando pollos recién caídos, de sus escuetos nidos, para criarlos.

Muchos años después, la que hoy es mi mujer, me contó que su padre, que en paz descanse, Mario Sánchez García, había criado un ejemplar. Le pusieron por nombre "Pumuki". Llegó a tener un "trato" extraordinario con su amo e hija. Se iba volando por los tejados cercanos. Lo llamaban y volvía. ¡Sorprendente! Un buen día, Pumuki, salvado de una muerte segura por sus cuidadores, siguió la irrefrenable llamada de su instinto, y no volvió.

Hoy, 21 de febrero de 2021, domingo, cuando todavía falta un mes para la entrada de la primavera, los cernícalos primilla (Falco naumanni) ya están en Piedrabuena, Ciudad Real, alegrando cielo, tejados y campos, con sus gritos y sus vuelos cernidos.

¡Bienvenidos y bienvenidas, un año más!


Pollo de cernícalo primilla (Falco naumanni) encontrado en Piedrabuena, Ciudad Real, en la puerta de la sacristía de la Iglesia parroquial "Nuestra Señora de la Asunción", en junio de 2020. El ejemplar fue recogido por el agente forestal Francisco Contreras y llevado al Centro de Recuperación "El Chaparrillo", de Ciudad Real, de la JCCM. Foto FZS.


Primer cernícalo primilla visto por mí, del año 2021. Iglesia de la Asunción, Piedrabuena, Ciudad Real. 21 de febreo de 2021, domingo.



Hembra de cernícalo primilla en Piedrabuena, Ciudad Real, en marzo de 2009.



viernes, 19 de febrero de 2021

A propósito de Gora.

 Gora.

No estoy seguro, 

quizás fuera tu nombre 

como tu vida, 

resumen sencillo, 

agradable, 

como un pequeño gesto, 

un hoyuelo, 

un rasgo, 

una arruguilla, 

una mirada

amiga

y complaciente.

Casi no quiero recordar tu nombre, 

Gora.


Me quedo con tu voz,

con tu sonrisa

con esa forma de contar

de acortar distancias,

de tender puentes,

como el de tu río,

cercano, del Bullaque.

como tus manos, 

puentes, 

también, 

entre tantos corazones,

entre tantos mundos, 

entre tantos sentimientos.


Recuerdo que me hablaste,

un día, 

del sol

de la tarde,

que se colaba entre tus manos

acariciando,

lavando 

los cacharros 

tras la comida, 

encuentro, 

entrega, 

palabra, 

verso

del deseo

de una madre

de una tarde cualquiera

del agua cálida, en tus manos...


Gora.

No olvido

que me hablabas del sol, 

de las sierras que veías desde tu ventana.

al atardecer.

Compartías,

creo,

la espuma del jabón,

las pompas del agua

en tus manos 

generosas.

Me dedicabas esos minutos,  

pequeñas glorias, 

de tu sentir

de tu vida cotidiana,

con una sonrisa

sembrando, 

sin saber,

 si esa semilla 

caería en la tierra

en el tiempo, 

adecuado

y fértil

del recuerdo.


Llegaron otros tiempos

como huellas del alma

sobre la arena 

de tu espalda

de tu pecho

de tus manos

 de tu palabra.

Gora,

descansa, en la luz de la tarde

de tu ventana

junto al río

entre sierras

y gotas de agua, que reflejen el sol

y la luz

clara

de tu mirada.

.




martes, 16 de febrero de 2021

La Wikipedia cumple veinte años...año 2021.

 Año 2021, la Wikipedia cumple veinte años. Por si alguna persona que lea esta entrada no lo sabe, la Wikipedia es una enciclopedia de libre acceso, virtual, y con el mayor número de entradas del mundo y en cientos de idiomas y dialectos. Por si fuera poco, además presenta la particularidad de que cualquier persona puede editar, es decir, escribir sus conocimientos, publicar sus fotografías, vídeos, audios, ilustraciones, datos o ayudar con sus destrezas informáticas.

De manera que asistimos a un fenómeno inédito, ya con dos decenios de edad, que se ha convertido en todo un avance social. Millones y millones de personas consultamos esta enciclopedia a diario, incluso desde nuestros teléfonos móviles, sin coste alguno, en cualquier idioma, prácticamente, del mundo.

Y todo eso es posible porque hay mucho altruismo, mucho trabajo cooperativo, mucha generosidad: los wikipedistas. Así, un wikipedista es la persona que escribe, que edita, que revisa, que mantiene, que comparte contenidos...

Es tan fácil como crear una cuenta con una dirección de correo electrónico...leerse las normas de edición y empezar a colaborar.

Imprimiendo casi sueños...en el Canguro Violeta de Piedrabuena, Ciudad Real.

 Ayer, mi amigo Mariano Rivero, dueño del Bar Galería "El Canguro Violeta" de Piedrabuena, Ciudad Real,  me regaló una fotografía que me hizo hace unos dos años. La había imprimido en un formato muy curioso, muy pequeño. Y es que tiene una impresora como de bolsillo que va imprimiendo casi sueños. 

Me dice Mariano que le envíe una foto con el móvil. Abre su correo y la manda a la mini-impresora. Empieza a trazarse una línea sobre la pantalla de su móvil mientras, a la vez, va apareciendo esa fotografía que le acabo de enviar, ya en el papel. Es como si ya pudiéramos imprimir hasta nuestros sueños, nuestros deseos, como si pudiéramos materializarlos en pocos segundos. 

Vienen a mi memoria aquellos tiempos de mi adolescencia en la que los días y las semanas se nos hacían eternos, esperando que llegara un carrete (era otro formato, analógico. Los carretes solían tener doce, veinticuatro o treinta y seis fotogramas) revelado y positivado.

Ahora, en unos minutos se produce la magia múltiple de la Fotografía, el sueño hecho realidad. Visto, fotografiado y hecho ya sobre el papel. Imprimiendo sueños que perduren, los famosos espejos con memoría del siglo XIX. Pero, al lado, un dispensador de gel nos avisa de que no todo va a la misma velocidad...

Muchas gracias, Mariano, por imprimir sueños, por seguir en el empeño de mostrar fotografías de tantas personas, en tantos lugares, desde sitios recónditos del planeta a rincones también de nuestra mente, de nuestros sentimientos, de nuestros quehaceres, de nuestras vidas. Gracias también  por permitirnos hablar y escuchar, por crear un espacio de libertad de expresión, de creación, de reflexión, de contacto y de compartir. Así podremos seguir imprimiendo sueños...



Ya hay puestas de sapo corredor, a mediados de febrero, en Piedrabuena.

 Mediados de febrero de 2021. Ya hemos localizado varias puestas de sapo corredor (Epidalea calamita) en dos parajes diferentes. Como vemos, no han tardado mucho, a pesar de los fríos de enero ya está la nueva temporada en marcha.

Ayer, con unos 18 o 19 grados, a medio día, también pude ver la primera culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) del año, en las cercanías del casco urbano, junto a la preciosa colada del volcán de la Arzollosa.






lunes, 15 de febrero de 2021

Los Lavajos, un paraje muy interesante de Piedrabuena, Ciudad Real.

  Hoy, 15 de febrero de 2021, lunes de "no-carnaval por la pandemia" he estado con dos amigos y apasionados del campo. Tras visitar el maar de Navarredonda y disfrutar de la visión de este cráter gracias a un dron, manejado por el geógrafo Juan Martín, nos hemos dirigido a otro paraje cercano, muy ligado a los relieves de origen volcánico, y próximo al volcán de la Arzollosa, los Lavajos.

Julio Espadas Alcázar nos ha hablado de este lugar y del topónimo, de clara resonancia hídrica. De manera que nos ha guiado hasta allí. 

Y, una vez más, comprobamos como el topónimo está muy bien puesto y se ajusta al significado general del mismo. Un lavajo es, resumiendo, un espacio llano, inundable y generalmente rodeado de sierras. 

Parece ser que proviene del término "nava" y vendría a significar lo mismo. Sería un sinónimo de laguna, nava o bodonal. 

Efectivamente, "los Lavajos" de Piedrabuena es un espacio extraordinariamente llano, rodeado de terrenos más elevados, sin salida para las aguas de lluvia, y que suele encharcarse temporalmente. Así nos lo ha manifestado Jesús "Manzanares" hijo: "se encharca cuando llueve, a veces mucho terreno, hasta una hectárea, pero se seca en cuanto pasan unos días después del temporal. Los Lavajos es un paraje muy grande..."

Nos llama mucho la atención esa planitud y forma tan circular, que nos evoca poderosamente a otros cercanos maares o cráteres de explosión volcánica. El hecho de ser terrenos encharcadizos nos pone también en alerta y corrobora la pertinencia de la asignación toponímica.

Además, el material del suelo es claramente volcánico, así como la leve cuesta de uno de los laterales. A escasas centenas de metros se encuentra la cara más escarpada del edificio volcánico de la Arzollosa. ¿Se trata de una sucesión  más de su extenso manto? No lo puedo afirmar, pero da la sensación de que la Arzollosa, en esa zona concreta, no derramó materiales lávicos que llegaran hasta aquí. Parece que estos terrenos están más elevados -escasos metros- y, además, encontramos una pequeña ladera, antes mencionada, de otro cerro adyacente con una apariencia clara de origen también volcánico, a mayor altura.

En un breve paseo observamos abundantes cantos de cuarzo, así como de restos de conglomerados de cuarzo y hierro, muy antiguos, de origen volcánico submarino y de edad, paleozoica o incluso anterior. Además, encontramos cantos negros pero no son basaltos. Su aspecto es muy compacto y su peso muy elevado, más que el de las cuarcitas. 

Salvo que algún geólogo o geógrafo me corrija -y todas las sugerencias, aportaciones, correcciones o críticas son bienvenidas y muy agradecidas-, lo que explicaría la presencia de esos materiales en superficie sería una explosión con una energía muy considerable, capaz de romper el zócalo y de depositarlo en superficie. Como decimos, no se trata de una simple piedra sino de una curiosa proliferación que no se corresponde con este tipo de relieves. 

Sin embargo, no hemos conseguido localizar lapillis acrecionales lo que nos plantea algunas dudas sobre la génesis explosiva del paraje. Cierto es que el esfuerzo de búsqueda ha sido muy escaso.

Lo evidente es que sí hay varios puntos encharcados  y es fácilmente observable esa planitud rodeada de terrenos elevados. Muy cerca, los arzollos ya están floreciendo, así como la magarza, alfombrando una de las parcelas contigua.

Los sapos corredores (Epidalea calamita) ya han depositado sus "rosarios" de huevos negros, unidos en una especie de gelatina casi transparente. 

El dron va captando imágenes y en el mapa topográfico nacional "uno cincuenta mil" no encontramos el topónimo. 

Tras hacer unas búsquedas en varios diccionarios comprobamos cómo el término "lavajo" se asocia al de laguna temporal y al de nava.

Así, nos retrotraemos al diccionario de términos geográficos de finales del siglo XVIII, al extraordinario diccionario del profesor González Bernáldez, al Diccionario de Manuel Seco, al de María Moliner, al de la Academia de la Lengua y al de vocabulario geomorfológico de Guillermo Tejada Álamo. Además, in situ, hemos visitado la Wikipedia, en su veinte aniversario. Todas las acepciones nos hablan de agua. Un consuelo haberlo visitado en estas fechas, todavía con encharcamientos. 

Los Lavajos de Piedrabuena bien merecen un paseo, unas lecturitas y conversaciones geografico-campestres, a ser posible, con previa visualización de fotografías de dron.





martes, 9 de febrero de 2021

Sobre el "maar" o cráter de explosión de Navarredonda, Piedrabuena, Ciudad Real.

 En la entrada anterior hablamos sobre el maar de Navarredonda y publicamos varias imágenes. Una de ellas fue tomada con un dron por el geógrafo y profesor Juan Martín Martín, a quién desde aquí agradezco su colaboración y cesión de la imagen para ser editada y publicada.

Como se puede ver, en la parte superior izquierda se  encuentra el volcán de la Arzollosa. Está a un kilómetro, hacia el sur. La fotografía no capta todo el espacio del cráter, ya que es muy extenso. La línea azul marca, de forma aproximada, el contorno del maar, y en la parte izquierda queda interrumpida.

Se aprecia bastante bien como hay varias zonas encharcadas.





domingo, 7 de febrero de 2021

Sobre el "maar" o cráter de explosión de Navarredonda, en Piedrabuena, Ciudad Real.

 Hace ya muchos años. Recorriendo caminos, sierras, cerros y rastrojos, un espacio me llamó mucho la atención. Era una nava, un espacio llano rodeado de sierras. Cuando supe que se llamaba "Navarredonda" experimenté esa satisfacción de comprobar cómo el estudio de los topónimos me aportaba nuevos conocimientos y pequeños descubrimientos.

Volví varias veces, muchas, en realidad. Un día me encontré con unas puestas de sapo corredor (Epidalea calamita), en mitad del camino. Era un espectáculo verdaderamente curioso. Miles y miles de renacuajos, de unos centímetros, todavía con forma de pececillos negros, nadaban en esos charcos alargados, en los que eran visibles las huellas de los tractores, ordenando rítmicamente esos barros, creando lomas y depresiones, laberintos curiosos, pero espacios de vida, al fin y al cabo.

Pronto, donde bullía la vida, todo era ya desolación. El agua había desaparecido. Los renacuajos eran pequeñas manchas negruzcas y planas, adosadas unas a otras. Formaban un mosaico un tanto macabro.

Desde entonces, cada invierno y cada primavera intentaba volver por allí. Quería contemplar de nuevo ese peculiar fenómeno, que ya me estaba empezando a resultar familiar, puesto que lo veía, también, en otros lugares.

Un buen día me llevé una ingrata sorpresa. La apisonadora y, supongo, camiones y camiones de tierra, habían "¿arreglado?" el camino. Ya no había espacio para los sapos ni para otros seres, aunque fuera por unas semanas. El camino había crecido en altura unos quince o veinte centímetros y, algo también, en anchura. Ahora, los charcos se formarían en los bordes de los caminos, en las siembras y olivares.

Seguí yendo por allí a pasear, a recorrer esas sierras, solo y acompañado, a hacer fotos, a aprender y a leer esa hermosa caligrafía, ligeramente corregida.

Conversando con un amigo, también amante del campo, y gran conocedor de Piedrabuena, Paco Contreras, me habló del paraje como "la laguna", lo que, de pronto, me trajo a la memoria aquellos charcos repletos de vida y ese topónimo tan sonoro y descriptivo: Navarredonda.

Me di cuenta de que se trataba de un "maar", un cráter de explosión volcánica. Busqué y encontré pronto los lapillis acrecionales, signo evidente de haberse producido una explosión freatomagmática. En aquellos momentos yo estaba estudiando los cursos de doctorado y uno, concretamente, versaba sobre esta materia. Mi profesora era la doctora doña Elena González Cárdenas. Otro, estaba centrado enlos diferentes humedales, impartido por la doctora Marta Peinado.



Ahora, después de muchos años, veo la necesidad -quizás mi necesidad- de escribir unas líneas sobre este volcán tan poco conocido.

Por lo pronto, baste señalar que no lo he encontrado cartografiado en los mapas geológico y geomorfológico, ni en los estudios volcanológicos sobre este municipio. Quizás el hecho de estar apartado de las carreteras y de tener unas dimensiones considerables han supuesto que no se ha estudiado lo suficiente. Me refiero con lo de "unas dimensiones considerables" a que, aunque llueva abundantemente, nunca he visto ese aspecto lagunar que se capta rápidamente en otros maares cercanos, como el del Lucianego.

Lo cierto es que el maar de Navarredonda no aparece ni en los mapas topográficos ni en el resto de materiales ya mencionados.

El maar o cráter de explosión de Navarredonda se encuentra a unos cuatro kilómetros al Norte del casco urbano de Piedrabuena y a un kilómetro, al Norte también, del volcán de la Arzollosa

Se encuentra rodeado casi completamente por pequeñas sierras paleozoicas de unos 750 msnm, aproximadamente. Así, al Norte está el Morro de la Cabaña, con 749 msnm. Al Oeste, la Sierra el Grajo, con 767 msnm y al Sur el Morro de la Perdiguera y el Collado de las Liebres, con 769 msnm, el primero.

El desnivel, por tanto, del vaso lagunar, con respecto a estas sierras, es de unos 70 metros de altura.

El aspecto es el de una pequeña depresión sub-circular que, por su amplitud, no resulta fácil de percibir.

Geomorfológicamente se encuentra entre crestas sobre areniscas, glacis de vertiente y depósitos de ladera (1)

Aunque no hemos encontrado referencias concretas a este volcán, todo parece indicar que estaría en relación con las grietas de la corteza que produjeron las manifestaciones volcánicas próximas, como la de Peñas Negras, más al Norte, y la de la Arzollosa, a escasos mil metros al Sur, entre otras, también cercanas.

Lo que sí es evidente es que tanto su forma como la presencia de materiales denotan ese origen, como consecuencia del contacto del magma con las capas de agua del subsuelo, produciendo una gran explosión. 

El terreno del vaso, muy llano, se encuentra cultivado, tanto de cereales como de olivares. En las sierras adyacentes hay igualmente olivares y monte y matorral mediterráneo.

Además de los usos agrícolas se aprovechan también pecuaria y cinegéticamente estos terrenos.

Desde el punto de vista hidrológico cabe destacar que sólo algunas partes se cubren de agua en los períodos de lluvias, como en estos momentos. Desconozco si en décadas pasadas se llego a llenar de agua o si se llevó a cabo algún tipo de drenaje. En una de las parcelas centrales de la laguna, destinada a cereales, hay un pozo.

Hay varios caminos que nos llevan hasta este hermoso y apartado paraje.

(1) GARCÍA RAYEGO, José Luis (1994) "Mapa geomorfológico de la comarca de Los Montes-Campo de Calatrava". Colección Ciencia y Técnica, UCLM, Madrid. 72 págs y mapa. ISBN: 84-88255-62-4

GOSÁLVEZ REY, Rafael Ubaldo (2011) "Análisis biogeográfico de las lagunas volcánicas de la península Ibérica. Bases científicas para su gestión". Tesis doctoral inédita. 1.048 páginas. UCLM. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio. Se puede consultar y descargar en formato digital.

Aspecto de ayer mismo, 7 de febrero de 2021, con pequeñas zonas encharcadas. En este caso, en un sembrado.



Otro punto con encharcamientos, en uno de los cruces de caminos. 7 febrero 2021.

Otro charcón, fotografiado a través de los chaparros, junto al camino.


Fotografía analógica digitalizada, realizada en torno al año 2000. Vista de Navarredonda desde una de las sierras circundantes.



Aunque de forma un tanto imprecisa, el maar de Navarredonda se cincunscribiría a la parte más baja de esta pequeña depresión, marcada con la línea azul.


Vista aérea, tomada con un dron, por el profesor y geógrafo Juan Martín Martín. Se aprecia una de las zonas anegadas por el agua de las lluvias, en la confluencia de los caminos y hacia la derecha de la imagen.





Vista parcial en la que se aprecian las laderas, con olivares y la vegetación de monte y matorral. El vaso lagunar está cincunscrito por el camino, que aparece a la izquierda de la fotografía, y se corresponde en esta parte con el cultivo de cereal.

Fotografía aérea tomada con un dron por el profesor y geógrafo Juan Martín Martín. Estas dos fotografías anteriores fueron tomadas en enero de 2020.

La laguna de Navarredonda en abril de 2018.


Ya están los arzollos floreciendo...

 Hoy, 7 de febrero de 2021, domingo, he podido ver cómo ya están los arzollos floreciendo. Empiezan, así, a avisarnos, del tiempo que pasa tan deprisa., de tantos cambios. La semana pasada fueron los iris, los lírios azules, y algunos narcisos. hoy le toca al color blanco y rosáceo. Muy pronto podremos disfrutar de todo un espectáculo en muchos sitios. Yo me refiero, en concreto, al volcán de la Arzollosa, en Piedrabuena, Ciudad Real. Monumento Natural pero, sobre todo, escenario vital extraordinario.







Ya están las primeras flores de los arzollos apretando a estos días de febrerillo el loco...en el volcán de la Arzollosa de Piedrabuena.

 Ya están las primeras flores de los arzollos apretando a estos días de febrerillo el loco...en el volcán de la Arzollosa de Piedrabuena.

Hace frío. 

Lloviznea.

Un cielo gris, 

incierto

nos oculta muchas cosas.

En las lindes,

entre las ramas negras,

destacan las florecillas

llamadas o gritos.

Son las primeras flores de los arzollos

apretando, a estos días 

de febrerillo el loco.

Hace ya unos días,

destellos azules,

-lirios-

los "iris", en latín,

manaban,

entre escarchas y hierbas.

El volcán de la Arzollosa, 

pronto

se vestirá de blanco

luna

de día

aunque sea a destiempo.


Así nos avisa el campo, 

la Naturaleza,

a su aire,

a su ritmo, 

a sus pasos.

 a veces, 

tantas veces,

con unos simples pétalos

nos dice

tantas cosas.


Unos pétalos blancos, hoy, 

ayer,

azules,

me dicen, 

abre los ojos,

sal, 

ven,

no creas,

ya estamos aquí,

apretando, 

contra el frío,

empujando,

abriendo

luces

en las sombras,

desterrando

umbrías

solas.


Unos pétalos de arzollos

en un simple

febrerillo el loco,

en el volcán de la Arzollosa

en Piedrabuena...

apretando

a una nueva primavera...