martes, 31 de agosto de 2021

Una nutria (Lutra lutra) atropellada en la carretera de Porzuna a Pueblonuevo del Bullaque (Ciudad Real), hoy, 31 de agosto de 2021, martes.

 Hoy, 31 de agosto de 2021, martes, a las nueve de la mañana aproximadamente (8:58) he localizado una nutria (Lutra lutra) recién atropellada en la carretera de Porzuna a Pueblonuevo del Bullaque. El animal se encontraba entre el kilómetro 67 y el 66, entre un rastrojo de cereal y un olivar de reciente plantación.

Además del aspecto sabemos que a las cinco y algo de la madrugada la nutria todavía no había sido atropellada, ya que había pasado por allí un amigo que también se fija en estos detalles.

El ejemplar atropellado, que estaba en el centro de la carretera, ahora se encuentra en la cuneta. Esta misma mañana, en un recorrido de 50 kms he localizado también un meloncillo y un zorro atropellados...




domingo, 29 de agosto de 2021

Pablo Lorente Bernad presentó su libro de fotografías en "El Canguro Violeta" de Piedrabuena, Ciudad Real.

 El pasado viernes, 27 de agosto de 2021, el fotógrafo Pablo Lorente Bernad presentó su libro de fotografías. Se trata de una selección de su trabajo, fundamentalmente retratos de su última etapa, de los diferentes proyectos en los que viene trabajando. El libro ha sido editado por la Diputación Provincial de Ciudad Real y tiene una tirada de 1.000 ejemplares.

Pablo Lorente nos fue comentando su forma de trabajar y la evolución vivida en los últimos tiempos. Así, explicó que ahora se siente más libre y, de alguna manera, sus fotografías se han ensombrecido, se han hecho más oscuras. Durante su brillante y sentida exposición nos mostró varios trabajos multimedia que venían a resumir las etapas por las que ha pasado. Desde el fotoperiodismo y la fotografía documental hasta la publicidad pasando por sus propios intereses, un largo y rico camino que quiere ser muy personal y autoexigente.

En el libro titulado "Pablo Lorente. Fotografías" podemos ver desde buscadores de oro anónimos  de Perú a un buen número de personajes de la actualidad española. Especialmente significativa es su interpretación, o plasmación, del poema de Eduardo Galeano "Los nadies" en decenas de rostros, muchos de ellos de la provincia de Ciudad Real. En esa misma línea aparecen varios porteros de Madrid y trabajadores del campo. Además, Lorente también nos regala con imágenes de uno de sus trabajos, en proceso, la carretera nacional 430, la tercera más peligrosa de España, por cierto, que atraviesa Piedrabuena, y España, de Este a Oeste. Su mensaje, puesto de manifiesto por la prologuista, Nieves Sánchez, no puede ser más preciso: "sé fiel a tu estilo", y en esos difíciles terrenos se mueve, en la búsqueda de sí mismo, en hablar con la luz -y con las sombras- y en ir creando un universo de rostros de "nadies", de rincones de cualquier parte, incluyendo la incierta tierra de Alonso Quijano.

El fotógrafo Pablo Lorente nos regaló toda una presentación de su trabajo, de lo que representa ser fotógrafo en estos tiempos en los que hasta los periódicos optan por otras opciones muy poco periodísticas, en los que la inmensa red de redes parece engullirlo todo, minimizándolo. En los que, con todo respeto, la omnipresente presencia de las cámaras en los móviles  confunden hasta los términos más elementales de la expresión fotográfica. Pablo Lorente, además, nos habla de cómo la Fotografía le ha servido para vencer sus propios límites, para relacionarse y abrirse a la sociedad. Nos dice que, cuando sale de su casa ya lleva una buena parte del trabajo hecha, preparada, pensada...De manera que Lorente destaca su convicción en el trabajo, en la constancia, en la perseverancia, en buscar el momento, que puede tardar minutos, horas, días, meses...

Para terminar, es de agradecer que un apasionado profesional de la Fotografía como Pablo Lorente haya elegido este pequeño punto de encuentro de amantes de la técnica de Daguerre. Y, en la misma medida, agradezco la iniciativa del empresario, fotógrafo y amigo Mariano Rivero por hacer posibles estos momentos tan mágicos como enriquecedores.





jueves, 19 de agosto de 2021

A propósito de la sequía en la cuenca del Guadiana.

 Llevo todo el verano escuchando opiniones de lo más variado sobre la sequía en la cuenca del Guadiana. Además, se está hablando mucho del Cambio Climático y me da la sensación de que los discursos que se están generando siguen fundamentándose en los hidro-mitos de hace cincuenta o cien años. Se sigue hablando del agua que se pierde en el mar, del agua del Tajo que se lleva al Segura, del hipotético trasvase del Ebro, de las presas que se podrían haber construido o que se podrían construir, o incluso de como el hormigón de la presa de Peñarroya tapó los ojos por los que se infiltraba el agua del Alto Guadiana. También he escuchado hablar del encauzamiento del Gigüela y el Guadiana, de la ingente cantidad de agua que consumen algunas fábricas como Don Simón o la antigua Larios o las miles de piscinas.

En fin, nadie, absolutamente nadie, me dice que se sigue regando demasiado, y que el balance entre el agua disponible y el agua que se consume -o malgasta- no permite que tengamos ríos como el Guadiana, el Gigüela o el Azuer. Ahora, también reclaman algunos alcaldes y unas quinientas personas, el caudal ecológico para el río Bullaque. Sin embargo se sigue regando maíz y hay precisamente ediles que defienden abiertamente el aumento de las zonas regables.

Yo salgo y veo cientos y cientos de hectáreas, miles, en realidad, con cultivos de regadío. Vemos la mayor transformación agraria que se ha producido nunca en la Mancha, con la llamada restructuración de los cultivos de secano en regadío, de extensivos a intensivos, de viñedos en vaso a espaldera, de olivares de secano a las espalderas con riego...Veo eso y, como decía el poeta latino hace dos mil años,  me estremezco. No sé qué es peor, que el Guadiana no tenga agua o que la falta de información y formación en esta materia sea de tal magnitud.

Es como si hubiera vencido el tópico, la falsedad y la coartada perfecta para seguir haciendo mal las cuentas. Hace poco hubo otra manifestación de agricultores en Villarrubia de los Ojos sobre la que ya expresé mi opinión. Es preocupante lo que está ocurriendo. Por un lado las autoridades legislan, parece, para cumplir exigencias europeas pero, sobre todo, para justificar y justificarse. Se legisla para decir que se legisla. Por otro, las iniciativas privadas, en general, van a dónde van, a la obtención del mayor beneficio con los menores costes. Se producen, además, manifiestas injusticias con los hombres y mujeres que trabajan en condiciones penosas. Se siguen esquilmando los recursos, contaminando y destruyendo el Patrimonio. Así, no sorprende la lamentable ración diaria de vacuidades y absurdeces de los informativos y como se utilizan temas para hacernos olvidar nuestros verdaderos problemas. 

Pero el río Guadiana sigue seco y no es noticia.







Sobre la retirada militar de las fuerzas de ocupación de Afganistán: malos tiempos para la libertad de expresión, el librepensamiento y la reflexión en voz alta.

 Nos quejamos amargamente del futuro que espera a los afganos, en general y muy especialmente, a las mujeres y niñas. Evidentemente, enseguida empatizamos con esas personas a las que parece que se les niegan muchos derechos básicos. Sin embargo no quiero renunciar a mi derecho a expresarme libremente y, así, decir, por ejemplo, que muchas personas no estuvimos de acuerdo con el ataque a este país ni a su ocupación, allá por el año 2001. De manera que lo que ha ocurrido, hasta dónde sé, es que se acaba esta larga, injusta y desigual guerra. Se supone que empezó porque Estados Unidos sufrió varios ataques terroristas, concretamente los de las torres gemelas y el pentágono. Allí, se dijo, estaba el máximo responsable, el saudí Bin Laden. Unos años después fue abatido (no sé si asesinado, supongo que sí) en su casa, en Pakistán.

La información que nos llega es, a mi juicio, escasa y fragmentaria. Viene cargada de tópicos, opiniones y valores exclusivamente occidentales. Discutiendo un poco de este tema dije a una persona que había cierto paralelismo entre la invasión napoleónica de España y la reciente de Afganistán. Los españoles no aceptaron la tutela ni el gobierno francés. Sí, ya sé, es una barbaridad, y las comparaciones son odiosas. Pero lo cierto es que si no se hubiese atacado a este complejo país y si no se hubiera ocupado militarmente durante veinte años, ahora la realidad sería diferente, aunque nunca sabremos si mejor o peor.

Lo cierto es que allí han muerto más de cien españoles y españolas y algunos somos partidarios de que no vuelvan a ir miembros de nuestras fuerzas armadas nunca más. Los que se quejaban de la retirada quizás puedan hacer el esfuerzo mental y emocional de pensar  que son ellos mismos, o sus hijos o hijas, nietos o nietas, los militares que tienen que ir a Afganistán a luchar. La cosa cambia mucho. 

Por otra parte parece evidente que después de veinte años de invasión militar un número considerable de afganos no quiere más tutela ni dominación extranjera. Y en la misma medida también parece lógico que el presidente de Estados Unidos pueda retirar sus tropas cuando considere oportuno.

Además, sigo teniendo muchas dudas. No me queda claro cuál ha sido la posición de la ONU. No consigo saber de dónde consiguen las armas los talibán ni lo que tiene de cierto que se trata de un país en manos de narcotraficantes, con conexiones mundiales.

Sigo pensando que corren malos tiempos para la libertad de expresión, para el librepensamiento, la reflexión en voz alta y la crítica. No termino de entender la constitucionalidad de algunas piezas legislativas españolas en esta materia o el ajuste a los Derechos Humanos. 

Obra expuesta en ARCO 2015. Desconozco el nombre del autor.


La blasfemia, coronada, en las llamadas redes sociales y en la televisión: el caso de Jareño, en Tomelloso, Ciudad Real.

 Ayer y antesdeayer pude ver un notición en un canal de televisión manchego. Se trataba nada más y nada menos que del gran seguimiento que ha tenido un vídeo de un tractorista de Tomelloso, apellidado Jareño, en el que se puede ver cómo durante la pandemia iba desinfectado una calle con su tractor y bromeando porque en una casa de un conocido soltaba más líquido que en el resto. Bueno, no es demasiado original pero no tengo nada que objetar, si no fuera porque suelta una blasfemia con todas sus palabras. De verdad que no sé dónde está la gracia. No comprendo que estas expresiones ofensivas para muchas personas se puedan emitir sin ningún tipo de control. Contrasta con lo que está pasando en España en otros aspectos de la vida cotidiana y la política en los que incluso se ha legislado al respecto. Hay temas de los que no se puede hablar pero, evidentemente, se puede blasfemar sin problema alguno. 

No tengo nada que decir a una persona que se expresa así aunque podría estar bien expresarse con la misma intensidad sobre cuestiones que puedan ser valorados por el blasfemo. Más de una vez lo hice cuando era joven y el resultado fue contundente. No sentó nada bien. Es decir, si alguien suelta un "me ...en..." delante de un creyente debería estar preparado para que le digan lo mismo sobre su cantante favorito, su futbolista o su equipo o su partido político, por poner unos ejemplos. 

La diferencia es que millones de personas blasfeman de forma inconsciente, con una función lingüística enfática, más que otra cosa. Así, dioses, vírgenes, hostias y copones, con adjetivos muy fuertes, van saliendo por esas bocas que, como dicen los norteamericanos que luego van a besar a su madre. (Are you going to kiss your mother with that mouth?). 

Cuando yo era pequeño en una sala de juegos, la de Piña, había varios carteles que hacían alusión a las normas de comportamiento. Una de ellas me llamó poderosamente la atención y tuve que preguntar a mis padres por su significado. Decía "Queda terminantemente prohibido blasfemar". Ahora no sé si tengo que callarme o seguir escribiendo sobre este tema tan cotidiano. 



Hoy, 19 de agosto de 2021, jueves, en el Día Mundial de la Fotografía...

 Hoy, 19 de agosto de 2021, jueves, en el Día Mundial de la Fotografía...he pasado varias horas con mi cámara pero también con el móvil. Me ha sorprendido la rapidez con la que han ventilado el tema en Radio Nacional, por la mañana, con unas breves declaraciones de José Manuel Castro Prieto.

Después he escuchado una breve entrevista a otro fotógrafo que expresaba su preocupación por la situación actual, en la que todo el mundo hace fotos y las regala, sin recurrir a los trabajos de profesionales.

Desde hace ya tiempo se viene trabajando por conseguir un Centro Nacional de la Fotografía en España. Así lo ha dicho Castro Prieto, en consonancia con la petición de la prestigiosa Cristina García Rodero-puertollanera de nacimiento.

Verdaderamente, la situación de la Fotografía, con mayúscula, y la de los fotógrafos y fotógrafos, en España es más que preocupante. En términos generales hemos perdido muchas oportunidades. Podríamos plantearnos algunas preguntas muy elementales. 

¿Se valora el trabajo de los fotógrafos? ¿Se paga convenientemente?¿Se respetan los derechos de autor?¿Están haciendo las instituciones públicas "los deberes" para con los fotógrafos y la Fotografía?

Muchas personas piensan que las fotografías caen del cielo, y que, además, son anónimas. Así, ni se plantean que, además del interés que puedan tener y del valor estético, artístico, documental, histórico y patrimonial, puedan tener un precio que se debería pagar. Por si fuera poco ¿se están llevando a cabo los trabajos necesarios para su correcta conservación y catalogación?

La creciente digitalización, por cierto, muy deficiente en muchísimos casos (uno de los mayores expertos en Fotografía Antigua de España y del mundo decía que el escaneado es un arte, equiparable a la realización de la fotografía y al revelado y positivado. Me estoy refiriendo a Ángel Fuentes de Cía) no es la solución a la conservación de estos materiales gráficos. En realidad está suponiendo, en demasiadas ocasiones, un verdadero problema incluso de desvirtuación de los valores intrínsecamente fotográficos.

Si comparamos la importancia que se daba hace solamente treinta o cuarenta años a la Fotografía con lo que está ocurriendo actualmente nos damos cuenta de los profundos cambios de los que hablo. Hace poco un amigo también muy aficionado a la Fotografía desde hace más de treinta y tantos años me decía que, en los años ochenta y noventa del siglo veinte se vendían y compraban fotos por cantidades hoy impensables. Ahora, en el año 2021, lo normal es pedir fotos y utilizar una palabra muy curiosa "compartir". Y digo lo de una palabra muy curiosa para referirme al término compartir aplicado a las fotografías porque yo no conozco a ningún panadero que comparta el pan o las madalenas. Los albañiles, los mecánicos...¿comparten su trabajo? Efectivamente, el límite parece estar en la profesión o profesionalidad. Y ahí es dónde está el problema. Es decir, una persona que lleva años haciendo fotografías del tipo que sean, que se esfuerza en aprender, hace cursos, adquiere equipo -bastante costoso, por cierto- y dedica su tiempo y su trabajo a hacer fotos se considera que debe "compartir" sus frutos.

Si explicas que todo tiene, como mínimo, unos costes económicos, sencillamente te borran de la lista. Yo he defendido siempre que si los fotógrafos no defendemos la Fotografía, las fotografías y a nosotros mismos no lo va a hacer nadie por nosotros. Además, ya renunciando a cualquier remuneración económica, si adviertes de que se debe citar la autoría, que esa imagen sólo se puede usar para el fin concreto para el que te la han pedido y que además no puede ser manipulada, editada, recortada o alterada de ninguna forma, es muy probable que hasta te tachen de pesetero e interesado y, por lo tanto, no volverán a contar contigo. Lo triste es que no exagero nada.

De siempre se ha dicho que ante el vicio de pedir está la virtud de no dar pero, expresado así, parece que se está en contra del altruismo, de la generosidad, de la cultura, del arte...Pero no es así, ni por asomo.

También es cierto que hay más actividades fotográficas que nunca, más asociaciones -mejor o no orientadas-y más personas que hacemos fotografías que nunca, pero menos establecimientos fotográficos que nunca. El caso de Puertollano es verdaderamente llamativo y esperanzador. Allí, el ayuntamiento ha creado el Museo de la fotógrafa Cristina García Rodero, cuya visita recomiendo encarecidamente. Allí hay una asociación de fotógrafos considerable y allí se organizan cada cierto tiempo eventos expositivos y formativos de mucho interés.

Lo cierto es que en España hace falta una institución exclusivamente dedicada a la conservación y promoción de la Fotografía. Además, nuestra sociedad tiene mucho que aprender y un largo camino que recorrer.

Las llamadas redes sociales han venido a cambiarlo prácticamente todo y, en el caso concreto de la Fotografía, se han convertido en un verdadero río revuelto. ¿Recordamos cuando algunas de esas redes se apropiaban literalmente de todas las fotografías que se subían?

En este Día Mundial de la Fotografía 2021 quiero "compartir" una imagen que he captado hoy. 




viernes, 13 de agosto de 2021

Una polilla en el acto de clausura de las Olimpiadas de Tokio 2021.

 El pasado  8 de agosto de 2021 pude ver que una polilla, es decir, una mariposa nocturna, se coló en uno de los momentos más importantes del acto de clausura de las Olimpiadas de Tokio 2021. Me resulto muy curioso. Las fotografías las hice a las 14: 56, hora española. Por si alguien se pudiera confundir, hice la fotografía en la televisión de mi casa, que está muy lejos de Japón, aunque durante esos días me haya sentido más cerca.






Nueva exposición de fotografía de Naturaleza en el Canguro Violeta.

 El pasado viernes, 6 de agosto de 2021, tuvo lugar la inauguración de la exposición de Fotografía de Naturaleza de Manuel Monterroso Solana. Allí pudimos disfrutar viendo las fotografías de especies tan difíciles de fotografiar como la cigüeña negra (Ciconia nigra) o el pito real (Picus viridis). El autor nos explicó los lugares en los que suele hacer sus fotos, que incluye algunos parajes de la provincia de Cidad Real, Extremadura o el zoo de Madrid.

La exposición se puede visitar hasta el 5 de septiembre de 2021.



El autor, a la izquierda, Manuel Monterroso Solana y Mariano Rivero, a la derecha, propietario del Bar-Galería El Canguro Violeta.