miércoles, 16 de enero de 2019

Las "gambas almeja" o "Spinicaudata", unos curiosos invertebrados en un charco en Piedrabuena, Ciudad Real, en enero de 2019.

Las "gambas almeja" son unos pequeños invertebrados, crustáceos branquiópodos del orden "Spinicaudata". A simple vista son lo más parecido a pequeñas almejas o mejillones, de escasos milímetros. Tras varias mudas los pequeños ejemplares -nauplios- empiezan a desarrollar una especie de coraza bivalva, dentro de la cual, anclada por la cabeza o cefalón, se encuentra una pequeña gamba de aguas dulces y temporales.
En pequeños charcos junto a carreteras y caminos, en lagunas y embalses viven estos diminutos seres que suelen pasar totalmente inadvertidos, tanto como para que no se les haya dado nombre vernáculo alguno, que tengamos noticia. Es más, si preguntamos por ellos lo más probable es que se nos mire con cara de gran extrañeza. Así, decir que vamos buscando una especie de "almejillas" o "mejilloncillos" de unos dos o tres milímetros, en charcos temporales en mitad de un camino puede conducir a nuestros interlocutores a concepciones de lo más sorprendidas.
No ayuda mucho el nombre común, -gamba almeja-muy poco extendido y menos conocido así como las denominaciones científicas, "Spinicaudata", la ya en desuso de "Concostráceos" y las de los géneros y especies.
Si además añadimos que los podemos encontrar en primavera o en pleno invierno, en charcos de extremada temporalidad, en mitad de caminos o cunetas, con aguas claras o fangosas y que convive con las también desconocidas "gambas duende", pertenecientes a la misma clase, la sorpresa puede ser total.

Lo cierto es que las gambas almeja eclosionan cuando la presencia de agua lo permite. Los huevos, de tamaño microscópico, aguantan incluso años en el suelo. Tras sufrir varios cambios se convierten en pequeñísimas almejas que se desplazan con rapidez por el agua. A veces hay tantas que, al secarse el charco toda la superficie queda cubierta de los pequeños "caparazones".




Ejemplares de "Spinicaudata", "gambas almeja" ya sin vida en un charco, en Piedrabuena, el 4 de mayo de 2018.


Este invierno las hemos visto entre las capas de hielo y esta primavera en charcas mayores y pletóricas de vida, en algunos casos, con las primas hermanas gambas duende y con decenas de miles de renacuajos de sapos corredores y de otras especies de anfibios. En una ocasión, hace solo unos meses, también en Piedrabuena, Ciudad Real, un renacuajo ya en estado de metamorfosis muy avanzado, tenía un buen número de ejemplares de gambas almeja sobre su cuerpo (se puede ver en este enlace de este blog).

En el caso concreto de este mes de enero de 2019, las localizamos en Piedrabuena, Ciudad Real, junto con gambas duende en mitad de un camino, con agua embarrada, con muy pocos centímetros de profundidad, y en los típicos baches producidos por las rodadas de los tractores. Hasta medio día esos charquillos tenían hielo, y se veían gambas almeja por debajo, y por encima.
En España hay por el momento cuatro especies diferentes descritas, una de ellas, en 2001 fue citada por PÉREZ-BOTE, J.L.  en la cuenca del Guadiana, en Valdebótoa, Badajoz, concretamente la "Cycicus grubei".
Las que hemos podido observar y fotografiar tanto en Piedrabuena como en Villarrubia de los Ojos, ambos municipios en la provincia de Ciudad Real, desde hace unos tres años y medio no están identificadas por el momento por alguna persona que tenga conocimientos en la materia. Las de Villarrubia de los Ojos se encontraban en aguas con un grado considerable de salinidad, que no coincide con las características del agua de Piedrabuena, con una elevada turbidez.



Restos de ejemplares de "gambas almeja" o "Spinicaudata " de Piedrabuena, Ciudad Real, enero 2019.


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